Capitulo III

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— ¿Jin Hyung? — el nombrado alzó la cabeza y pudo ver perfectamente, gracias a la superficie reflejante de su cocina, como la boca de Yoongi, que por fin había decidido a colorear su cabello, esta vez de un suave color verde menta, se transforma en esa mueca que le encanta tanto y que lo hace lucir cinco años más joven. Lo escuchó perfectamente, pero lo ignoró a propósito, solo para deleitarse en su voz gruesa y extrañamente suave.

Yoongi cansado de llamarle, cruzó su límite auto impuesto y se adentró a la cocina, el espacio es bastante reducido y sólo en tres pasos ya está rodeando la cintura del castaño con los brazos.

—¿Qué tal el trabajo? — pregunta por qué sabe que el de cabellos menta siempre tiene algo que contar.

—Mejor que ayer. Logré avanzar dos de los tres croquis que me encargaron, el bufete está participando de un concurso, y al jefe su andropausia no le ayuda mucho a conservar la paciencia. Todo es un caos, el nuevo interno es un desastre, no sabe ni usar una maldita copiadora — Yoongi no habla mucho, pero siempre se desahoga y cuenta sus días completos a Jin, quien siempre le escucha con atención y una sonrisa genuina en los labios.

A Jin le gusta hablar con Yoongi, por eso lo guía al banco del piano y lo sienta ahí, mientras el bajo apoya su mentón en el abdomen del mayor y este lo abraza por los hombros.

Se miran a los ojos e irremediablemente se perdieron en una burbuja, hasta que el estómago de Yoongi gruñó con furia y el chico se sonrojó con fuerza.

Jin le dio un toquecito en la pequeña nariz de botón y se alejó, no había llegado hasta la cocina cuando el bar se llenó de un beat algo pegajoso, como electrónico que le recordó a la música de los clubes. Supuso que Yoongi había terminado por contagiarse de la vibra festiva de pleno treinta y uno de octubre.

Se dio cuenta entonces del chico de apariencia bastante joven que reposaba la cabeza sobre la superficie de madera oscura, el cuerpo desparramado en el taburete.

— Bienvenido a Midnight Epiphany ¿Que puedo servirle? — dijo, acomodando su sedoso cabello castaño, después de ubicarse detrás de la barra.

El joven levantó la cabeza, un par de ojos de venado y sonrisa de conejo le recibieron y Jin le ofrece una sonrisa amable, que fue respondida con una llena de picardía — Dame lo mejor de tu menú, dulzura.

Jin sonrió de nuevo, esta vez un poco menos amable, dio tres pasos y se ubicó frente a la cocineta, un par de minutos después puso un gran vaso de agua fría frente al chico, que no había despegado su mirada del mayor.

— Aquí tienes, cachorro, disfruta — dijo con un poco de suficiencia. Había escuchado desde donde está el bufido de Yoongi cuando el chico lo halaga, y se regodeó en la sensación cálida.

El pelinegro frunció el ceño, pero no se movió de su lugar.

El castaño se entretuvo sirviendo el esperado plato de ramen a su chico, y este le dio las gracias con su preciosa sonrisa de encías rosas.

Un nuevo cliente entró, rompiendo su burbuja de intimidad.

— Bienvenido a Midnight Epiphany ¿Qué puedo servirte? — Jin ya es consiente que tiene un tic con acomodar su cabello cada ocasión que decía aquella frase, así que no lo evita.

—Ponme un plato de ramen picante extra grande y extra picante por favor — el nuevo cliente terminó su petición con una sonrisa amigable.

— Para mí una orden de Bulgogi, por favor dulzura— El joven de cabellos negros le llamó agitando la mano, para luego guiñarle un ojo.

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⏰ Última actualización: May 26, 2020 ⏰

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