Decisiones... (Sesshome)

Capitulo 2

La luz del sol comenzaba a asomarse x las montañas, los primeros rayos tocaron el rostro de Aome y la hicieron despertar lentamente, se sintió confundida al desconocer su ubicación, sin embargo se encontraba sumamente cómoda y calentita, poco a poco abrió sus ojos y se sorprendió al verse envuelta en la estola de ese hermoso hombre, y sentirse sostenida entre su brazo, volteó hacia arriba para encontrarse con unos hermosos ojos color ámbar que la miraban fijamente.
Aome carraspeo su garganta..

—Buenos dias— dijo tímidamente, bajando su mirada al suelo
—Hmp— fue lo único que escucho del Lord, asumiendo que era su respuesta.

Al observar bien a su alrededor se dio cuenta que estaban refugiados en una pequeña cueva que estaba cerca del lago. Su rostro se sonrojo al imaginarse como habían llegado ahí.

—Gracias— logró articular Aome, —gracias por protegerme del frío de la noche— y sin más se vio nuevamente envuelta en el brazo de Sesshoumaru, sus labios estaban juntos, para sorpresa de Aome, él demandaba su boca con gran calidez a lo que ella termino por permitirle la entrada a su lengua la cual la hacía estremecer, poco a poco ese beso que inicio tiernamente se hizo más demandante convirtiéndose en un beso apasionado, Aome subió sus brazos y tomo la nuca del Lord, lo que ocasiono que el la apretara más a su cuerpo. El beso se detuvo, no por falta de deseo sino por la necesidad de ambos de respirar. Aome se quedó mirando sorprendida los ojos de aquel maravilloso hombre, admirando toda su belleza, su rostro fino, pero varonil, paso su dedo por los labios carnosos sintiendo como la electricidad pasaba por ellos hasta lo más bajo de su vientre, exitandola fuertemente, del mismo modo el Lord admiraba la belleza de esa mujer, ¿cómo alguien tan frágil puede hacerle sentir algo tan fuerte? Cuando ella pasó su dedo sobre sus labios, un pequeño gruñido salió de su garganta, haciendo estremecer a la mujer entre sus brazos, estaban a punto de reanudar su pasión cuando sesshumaru se detuvo de pronto, levantó la vista hacia la entrada de la cueva y se separó de Aome lenta y dolorosamente, —te están buscando– dijo entre dientes, fue en ese momento que Aome recordó que salió por la noche y no había regresado, no quería volver, ella deseaba quedarse ahí, pero sabía que tarde o temprano la encontrarían y no quería preocupar más a sus amigos.
—Sesshoumaru— lo miro a los ojos —¿te volvere a ver?— le cuestiono al Lord,
–Cuenta con ello– y con su gran velocidad la tomó nuevamente entre su brazo y le dio un rápido beso en los labios. —Anda ve a alcanzarlos– susurro y señalando con la cabeza hacia la salida de la cueva.
Con pesar Aome se dirigió hacia donde sus amigos la llamaban, no sin antes dar una última mirada al hombre que dejaba atrás, —Te veré pasado mañana en el lago— dijo la chica antes de salir de la cueva, él simplemente asintió con su cabeza para regalarle a Aome una pequeña pero valiosa sonrisa.
Y así ella se fue corriendo hasta donde estaban llamándola.

El gran Lord del oeste se quedo de die en el interior de la cueva, se debatía consigo mismo lo que acababa de pasar

—POR FIN!!! NOS CORRESPONDE, ELLA SIENTE ALGO POR NOSOTROS
—No lo se Yako, tengo mis dudas.
—¿CUALES DUDAS?, NOS BESO, NOS ACARICIO Y ADEMAS QUIERE VOLVER A VERNOS.
—Tengo miedo, no quiero entregarle mi amor a una humana que morirá con el tiempo, miedo de sentir esto que estoy conociendo y perderlo pronto.
—DEBE HABER UNA SOLUCION, DEBE EXISTIR ALGUN HECHIZO PARA QUE ELLA PERMANEZCA A NUESTRO LADO MIENTRAS VIVAMOS.
—Buscaremos la solución tienes razón, mientras tanto disfrutaré de esa mujer. Y buscaré cómo lograr que esté para siempre a nuestro lado.

—Te Amo Miko— dijo en un susurro que se llevó el viento.

Mientras tanto Sango, Miroku y Shippo gritan el nombre de una azabache que se escapó en medio de la noche de su choza. Cuando amaneció y Shippo no la encontró a su lado, se asustó, la anciana Kaede se preocupó tanto al ver que su protegida no volvía que busco a Sango Y miroku les comento lo que había pasado la noche anterior, fue así que el pequeño grupo salió en su búsqueda.
Inuyasha de encontraba en los brazos de kykio cuando a lo lejos ecucho el alboroto
—Hayy!! Cuanto ruido!!! A que se debe tanto movimiento!!
la señorita Aome no regresó anoche del lago– le dijo el joven monje, –vamos a buscarla comenzando por ahi–
–Ñhe, debe de estar enojada como acostumbra, escondiéndose por ahí, pero si quieren ir vayan, yo no pienso perder mi tiempo— lo dice abrazando a la sacerdotisa que se iba acercando a el.
–Inuyasha, deberías de ayudarles– dijo kykio– puede haberle pasado algo— realmente estaba preocupada puesto que conocía a su reencarnación y sabía que ella no era irresponsable. Ellas dos habían llegado a un acuerdo silencioso, Aome comprendió que Inuyasha nunca iba dejar de amar a Kykio y en su caso Kykio entendió que Aome no sería ningún problema en su relación con Inuyasha, incluso habían llegado a saludarse educadamente.

—Ashhh! Esta bien, vamos!!!–  contestó molesto Inuyasha y corrieron hacia el lago en búsqueda de Aome.

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Como encontrarán a Aome...???
Se darán cuenta???