Dos meses después.
Con un par de maniobras logre estacionar mi camioneta, una preciosa Jeep Patriot en un lindo tono verde militar, un ostentoso regalo de cumpleaños de parte de mi tía.
Cinco minutos más tarde me encontraba caminando hacia el pequeño y reconocido Café de mi tía Maggy. Al empujar la pesada puerta de cristal, el alegre tintineo de una campana anuncio mi entrada al establecimiento e inmediatamente el olor a cafeína y panecillos dulces recién horneados invadió mis fosas nasales, mientras que Hear you me de Jimmy Eat World llegaba a mis oídos en un suave volumen.
El Café tenia pinta de haber sido decorado con un tema bastante rustico, todo aquí tenia diferentes matices en color marrón; pequeñas mesas con sillas acolchonadas en el medio, una extensa barra con taburetes en el fondo, y en las paredes, cuadros de todos los tamaños con frases plasmadas en múltiples tipografías formaban parte de la decoración. Por último, una de mis muchas cosas favoritas de este lugar, el enorme ventanal cristalino con vista a las concurridas calles de Richmond, algo que definitivamente era interesante de ver todos los días.
Del otro lado de la barra observe a mi mejor amiga, una alta y de cabello voluminoso teñido de un morado fantasía. Gwen se encontraba partiendo con mucho cuidado una rebanada de pay de frambuesas. Sin pensarlo dos veces, camine hacia ella tomando asiento en uno de los taburetes.
Levantó su mirada, su ceño fruncido se suavizo dedicándome una suave sonrisa—. Tienes que probar esto —Puso frente a mí el plato con la rebanada de pay recién cortada minutos antes—. Esta para morirse —Chilló.
Lleve una gran porción a mi boca, el endulzante sabor a frambuesas combinado con el fresco pay de queso y las pequeñas orillas crujientes fue muy bien recibido por mis papilas gustativas.
Estaba delicioso, definitivamente Gwen no estaba dramatizando.
—Esto, esta, Mm-mm.
Cerré los ojos deleitándome por el sabor mientras lamia pequeños residuos de mermelada de frambuesas que se encontraban en mis labios.
—Esa es la reacción que esperaba —Exclamó feliz.
—Creo que este pay se acaba de convertir en uno de mis postres preferidos.
—Pensé lo mismo cuando lo probé, si hubieras llegado un poco más temprano, tal vez hubieras alcanzado a probar uno de los nuevos pasteles de chocolate —Entrecerró los ojos—. Era de tres leches.
—Maldición —Suspire—. Entonces, ¿Estuvo bien hoy?
Lleve otro bocado del delicioso pay a mi boca.
—Yup —Aplaudió feliz—. Hoy vinieron más personas que en los últimos días.
— ¿En serio?
Asintió.
—Hice cuentas y las ganancias son tres veces más que la semana pasada. Al parecer se corrió el rumor de que hay nuevos postres y tres nuevos frappuccinos.
—Eso está perfecto.
—Jodidamente perfecto —No pude evitar sonreír.
— ¿Alguna llamada de mi Tía Maggy?
Mi tía Maggy salió de viaje por una semana, no dio muchos detalles, solo dijo que tenía asuntos muy importantes que resolver, ayer hablando con ella menciono que estará de vuelta el domingo por la tarde, prácticamente en tres días. Mientras tanto, mi mejor amiga y yo seremos encargadas del famoso Café de mi tía Maggy, por una semana.
—Ya sabes cómo es —Soltó un chasquido restándole importancia a la pregunta—. Llamó para asegurarse de que todo estuviese bajo control.
Gwen trabaja aquí desde que tenía dieciséis años, en una plática mientras bromeábamos, ella insinuó que sería divertido trabajar en el Café, en cuanto mi tía Maggy supo de esto, inmediatamente habló con ella para ofrecerle un puesto de trabajo. Una de las ventajas es que Gwen podría comer todos los postres que ella quisiera, no lo pensó dos veces y aceptó gustosa la oferta.
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ELINA
FantasyElina Vin Satterlee se siente extrañamente atraída por Athan. Nunca antes lo había visto por el Café donde trabaja y pasa la mayor parte del tiempo. ¿Quién es realmente Athan? ¿Por qué aparece de repente en la vida de Elina? pero sobre todo, ¿Cuál...