s e i s

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—¿Qué tanto escribes, cariño?

—Solo es un blog sin importancia... —sonríe apenado, sus mejillas se colorean y se mantienen calentitas, guarda su móvil en uno de los bolsillos de su pantalón —. ¿Con qué nos deleitas hoy, mamá? 

—Pues, solo ramen, el tiempo me ganó y no iba a matarlos de hambre ni a tu padre ni a ti —dramatiza la fémina, coloca un plato repleto de la sopa, imita su accionar con su marido y termina acompañándolos a degustar del platillo finalmente—. ¿Qué tal la escuela hoy?

—Todo dentro de lo normal, nada interesante... —empieza a devorar su plato cuando escucha un carraspeo por parte de su progenitor—. ¿Qué sucede?

—Hijo, espero que no hagas sufrir a Chanyeol lo que tú madre me hizo sufrir a mi —se carcajea cuando su mujer le dirige una mirada dura—, recuerda que es solo un chico con las hormonas alborotadas, a tu edad pocos piensan con la cabeza.

— Yo opino que bien merecido lo tiene, chistoso. —La diminuta mujer reprende a su esposo con la mirada—. ¿Qué se ha creído para jugar así con mi niño? Además, querido, tú de chiquillo no fuiste ningún santo. 

— Nunca pensé que de verdad me enamoraría de ti, amor —le guiña un ojo a su hijo—. Sin embargo, ¿cómo no hacerlo? Si eres tan hermosa y...

— Sí, sí, sí, lo que digas, querido. 

—¡Sehun, mira cómo me trata tu madre! —lloriquea el mayor—, ¡desprecia mi amor! —le hace ojos de cachorro a su hijo.

Sehun por su lado solo vira los ojos, definitivamente su familia es un caso.

—Mamá, no desprecies el cariño de papá, le duele el corazoncito —habla despacio, le sonríe a su madre tan bonito que la fémina hace un puchero.

—¡No hice nada...!

Timbre.

—¿Quién podrá ser? —se pregunta su madre, observa a su padre, quien solo se dedicaba a degustar de su sopa—. Querido, el timbre.

—Pues, sí, está sonando... —sorbe los fideos ruidosamente mientras su mujer lo escruta con la mirada—. ¿Qué pasa?

—Debí aceptar a Siwon cuando tuve la oportunidad.

—Yo abro —niega jocoso, se pone en pie y camina hasta la puerta principal, se ríe al escuchar a sus padres discutir—. Definitivamente son el uno para el otro—sujeta el pomo de la puerta y al abrirla sus ojos casi se salen de sus cuencas—. ¿Qué diablos pasa contigo, Chanyeol?

—Hola para ti también, Sehun-ah.

El mencionado se mantenía petrificado, con las mejillas coloradas, y un calorcito agradable en el pecho; medio enamorado. Le cuesta no reírse al ver al más alto, quien ya no tiene el título, por el momento, de su mejor amigo, vestido con un traje de perrito café, con orejas largas, y un ramo de margaritas en sus manos... diablos. Sehun se pregunta si podrá seguir siendo duro con él, si podrá mantenerse fiel a su palabra de hacerlo sufrir un poquitín.

—¿Cuánto tiempo seguirás con esto, Chan? —avanza solo dos pasos, quedan frente a frente, Sehun tiene una linda sonrisa en su rostro, sus ojitos brillan cuando ve al mayor siendo una macita de colorada de nervios—, te ves ridículamente tierno así.

—Te aclaré que no me detendré hasta que consiga tu perdón —agacha ligeramente su rostro, le sonríe tímido.

—¿Y si eso lleva tiempo? —junta sus frentes, sus alientos chocan entre sí y Sehun jura haber visto chispas en los ojos de Chanyeol.

—Vale la pena si logro que sonrías tan bonito.

Ambos se pierden en la mirada del otro, hay un brillito especial, sus rostros peligrosamente cerca los incentiva a ir cerrando los ojos, el canto de los pájaros es la música de fondo mientras ellos juntas sus labios tímidamente. Es un roce sutil, el menor envuelve sus brazos en el cuello ajeno, el mayor sujeta su cintura con cuidado, casi con miedo y así empieza; es una delicada danza, pausada, destellante de pulcritud y juventud.

—Trae el teléfono, querido, necesito grabar este momento... —se escucha el susurro.

—Lo tengo, lo tengo, déjame grabar a mí —protesta cuando se oye un forcejeo.

—¿Saben que puedo oírlos, verdad? —habla medio somnoliento, vira los ojos ante los reproches de su madre a su padre.

—¿Estoy perdonado?

—Sigue besándome y ya veremos.

Y así lo hizo.


[690 palabras]

¿Me extrañaron?

Falta el final y un extra, nos leemos. ✨

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