♨16♨

1.6K 208 29
                                    

— es que me agarra y que  me dice, y me dice ¿vas llir o no vas llir?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— es que me agarra y que  me dice, y me dice ¿vas llir o no vas llir?. Y pues yo de si, voy llir.– y allí estaba el castaño,  dando su boba explicación de cómo le obligaron a ir.— Pero le juro doctor que siento que si estoy en cinta.

El médico frente a él sólo sonrió nervioso, pues el Omega frente a él parecía ser un completo rarito y el semblante serio del alfa le ponía los nervios de punta.

El doctor tosió y acomodó los papeles en sus manos para luego entregarlos.— lamento decirle que usted no se encuentra en espera, lo siento mucho. Pero si tiene algo que perturba su estómago, gastritis crónica.

chale, hubiese preferido el pedo atorado.– pensó Eren al saber lo que realmente estaba perturbando su salud.— yo..me siento tan tonto.

— se suele confundir los síntomas, no se preocupe.

Eren bajó la cabeza desilusionado.— pero yo... Yo realmente quería un bebé.

No no
¿Esas eran lágrimas?

Levi de pronto se sintió muy mal al ver a su pareja en ese estado, odiaba verlo así de frágil.

Decidido el alfa tomó por los hombros a su chico y el otro lo miró.— volvamos a casa.

— ¿para qué?.– preguntó confundido, sorbiendo la nariz.

— haremos un encargo.

— ¿Qué quieres comprar?.

El alfa se dió un golpe mental, le estaba mandando una indirecta y el otro parecía fingir inocencia.— un listón.– contestó sarcástico.

— ¿De qué color?.

— bueno, quiero sacarle punta al lápiz.– Eren ladeó la cabeza.—umm.  ¿Jugar al papá y mamá?

— ya no somos niños, pero si quieres jugar, te presto mi muñeca de barbie, ah! Y yo soy tu Ken!.– aplaudió emocionado.

— ¡con la chingada, te estoy tratando de decir de una manera decente  que quiero darte duro contra el muro, macizo contra el piso, lento contra el pavimento, ¡preñarte!.

Eren parpadeó boquiabierto, aunque no más que el pobre médico. Y finalmente después de su sorpresa, sus ojitos brillaron, rápidamente se puso de pie y tomó su mochila.— muchas gracias doctor, nos vemos dentro de unos días.– tomó la mano de su pareja y salió de allí mientras gritaba un feliz ¡La fábrica de bebés está abierta Papi!.

©OteloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora