Besos peligrosos

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— ¿Es una cita? — Consultó un curioso SeungWoo sin soltar el cuerpo de YoHan. Basta decir que en cuanto esbozó aquella típica sonrisa suya, las piernas de YoHan comenzaron a temblar cual gelatina en medio de un terremoto.

Y eso no era todo. Dentro de la cabecita del campeón de taekwondo las cosas no iban para mejor.

¡El muchacho no dejaba de pensar en lo que significaba tener una cita con el jodidamente perfecto Han SeungWoo! Simplemente la idea le hacía sentir pánico, porque sí, Kim YoHan no sabía exactamente qué hacer.

Soltó una tonta carcajada y evitó el contacto visual con el más alto. Juraba que si lo veía a los ojos sería su fin. — ¿Lo es? — Soltó sin más, deseando que se lo confirmase. — ¿Quieres que lo sea? — Agregó entre risitas. El pobre estaba a poco y nada de desmayarse.

SeungWoo rió por lo bajo y asintió con la cabeza un par de veces, dejó de abrazar a YoHan y se le quedó viendo con atención antes de provocarle ochocientos paros cardíacos con una sola frase — Eres bonito, YoHan.

¡Y quedó boquiabierto! Pues la situación era demasiado para su pobre corazón. Pensó que todo esto se trataba de un alocado sueño en el que SeungWoo gustaba de él, ¿por qué otra razón Han SeungWoo le diría bonito? Se pellizcó el brazo repetidas veces hasta caer en cuenta que el sujeto que tenía frente a él le había dicho algo que jamás de los jamases pensó que fuera a suceder.

— Muy bonito. — SeungWoo retomó la palabra y sonrió con satisfacción al ver el rostro de YoHan literalmente ardiendo de vergüenza. Tenía un pequeño plan, durante toda la velada haría lo que fuese por hacerle entender que estaba interesado en él.

— Tú eres tan lindo que me haces llorar. —
YoHan arrojó aquella frase y sintió pena de sí mismo. Sabía que la mayoría del tiempo actuaba como un chiquillo nervioso y que casi todo le causaba pánico y muchas, pero muchas carcajadas, pero aún así sentía la necesidad de responder al "eres bonito" de SeungWoo con un cumplido del mismo tono.

SeungWoo soltó una encantadora carcajada y le dedicó una dulce sonrisa a YoHan. — Gracias. Pero no creo que haya algo más bonito que tú con la carita roja. — Rió nuevamente y bajó la mirada, sintiéndose avergonzado.

La verdad era que Han amaba con su alma ser meloso, y por más que evitara no serlo con YoHan, no podía, ¡el muchacho le hacía literalmente vomitar corazones y arcoiris! Quizás él también debía visitar al doctor Cho.

— ¿Quieres entrar? — Preguntó un enrojecido YoHan. Sus orejas estaban en llamas y su boba sonrisa no dejaba de soltar pequeñas carcajadas.

— Pensé que jamás lo preguntarías. — SeungWoo contestó con diversión. En cuanto se dispuso a pasar por la puerta chocó con YoHan, quien estaba haciendo exactamente lo mismo.

— ¡Tú primero!

— No, no. ¡Pasa tú!

— ¡Eh, qué no! Eres mi cita. — Exclamó YoHan con absoluta seguridad hasta que su lado de gay en pánico no le permitió soltar toda la frase como le huhiese gustado. — Digo, ¡mi invitado! Sí, ¡mi invitado!

SeungWoo hizo un puchero y se cruzó de brazos, haciendo que ninguno saliera del marco de la puerta. — Me preguntaste si quería que esto fuera una cita, y quiero que lo sea — Dicho aquello giró su cuerpo hasta quedar acorralando a YoHan en una esquinita del fino marco. Llevó su mirada a los ojos del más joven y rió ante su expresión.

— Quiero besarte. — Pensó en voz alta el campeón de taekwondo y al darse cuenta de lo que su cerebro y boca hicieron, comenzó a reír en un intento de alivianar la tensión. — ¿Dije besarte? Quise decir encerrarte. — Lanzó sin siquiera meditarlo, ¡y vaya cara la que tenía SeungWoo! YoHan entró nuevamente en pánico y trató de remediar la situación. — ¡Cantarte! ¡quiero cantar para ti!

Gay panic! | YoHan + SeungWoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora