Medicina

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— Sé optimista, ¡al menos no morirás! — EunSang alzó ambos brazos con bastante  entusiasmo, tanto que la cuchara que sostenía en su mano derecha salió disparada en dirección a YoHan.

Si YoHan hubiese reaccionado una milésima de segundo antes, la cuchara cubierta de leche y cereal no se habría estrellado contra su nariz.

¡Pero qué va! Ya era demasiado tarde como para haberlo evitado.

— Oh, no. — EunSang susurró para sí mismo. — ¿Estás bien? Dime que no te rompí la nariz, ¿te duele mucho? — Un muy preocupado EunSang salió como alma que lleva el diablo en dirección a YoHan.

YoHan mantenía una de sus manos sobre su nariz mientras contenía las enormes ganas de echarse al suelo y reír ante la expresión asustada y exaltada del muchacho de cabellos rojos.

EunSang solo podía observarlo con arrepentimiento, ¿realmente había herido a YoHan? Se acercó un poco más a su amigo que estaba casi volviéndose azul de tanto aguantar la respiración.

EunSang llegó a una sola conclusión: había hecho trizas la nariz de YoHan con una cuchara voladora, ¡vaya armas las de hoy en día!

YoHan no aguantaba más, sus pulmones rogaban por aire y le picaba un poco la nariz. El rostro de EunSang pasó de ser toda una tragedia a un enorme signo de interrogación al instante en que YoHan se largó a reír como si su vida dependiera de ello.

El pequeño Lee dio un leve empujón al hombro de un burlón YoHan y suspiró con alivio, ¡no le había roto absolutamente nada!

— EunSang, ¡se te olvida algo!

EunSang clavó la mirada en YoHan con total confusión hasta que algo en su agitada cabeza hizo click.

— ¡Tienes razón! — Agregó llevando una mano a su cabeza y luego elevándola. — Lo siento, no quise atacarte.

YoHan soltó una pequeña carcajada y se encogió de hombros.

— No era eso, EunSang. — Contestó y se dispuso a recoger el "arma" — ¡Estabas olvidando la cuchara! Serías un pésimo criminal, ¿quién deja pistas así en la escena del crimen, eh? — Comentó riendo y le entregó el peligroso utensilio a su amigo.

EunSang contestó con un leve asentimiento de cabeza y recibió la cuchara, esbozando una divertida sonrisa.

— ¡En fin! — YoHan sonrió y dirigió toda su atención a la puerta. — Debo irme, SeungYoun quiere verme.

— Suerte con lo del síndrome. — EunSang soltó en medio de una carcajada. Y era que realmente le causaba gracia todo este asunto del pánico gay.

YoHan agitó su mano de lado a lado y con la mejor de sus sonrisas se retiró del apartamento. Tropezó con sus propios pies al estar dentro del ascensor y en medio de tanta pausa y parada que este hacía se puso a tararear alguna melodía que había oído por ahí.

Los minutos transcurrieron con total rapidez para nuestro protagonista. YoHan caminó con entusiasmo y optimismo hacia la consulta del doctor Cho, pues, ¿qué tan malo podía ser el tratamiento para su extraña enfermedad?

¿Realmente era un gay asustado? La respuesta era un gran y rotundo sí.

Todo el mundo sabía que YoHan babeaba por Han SeungWoo, esto debido a que nuestro adorado campeón de taekwondo era la perfecta definición de "obvio".

YoHan actuaba de una manera bastante peculiar cuando se trataba de su queridísimo SeungWoo; se volvía todo un manojo de nervios y aunque por más que quisiera, le era imposible no reaccionar con torpeza ante Han.

Si estaba junto a SeungWoo se transformaba en la persona más extraña que alguna vez haya pisado la tierra, y para su desconocida fortuna, a SeungWoo le parecía adorable ese lado de YoHan, ¡qué mal que no lo supiera!

YoHan solía hablar de más.

SeungWoo podría tan solo estar consumiendo oxígeno y YoHan se las arreglaría para lanzar un aleatorio: "No es por ser dramático, pero moriría por ti" Sin siquiera haberlo pensado una sola vez.

YoHan se encontraba frente a la puerta de la consulta de Cho. Tocó el timbre y se balanceó de lado a lado mientras esperaba a que alguien le abriera, no duró mucho en esa posición, pues al cabo de unos segundos apareció un atractivo sujeto por el marco de la puerta.

Era SeungWoo.

— Soy 0.01% YoHan y 99.9% tuyo. — Lanzó sin más. En su interior estaba entrando en pánico, y en su exterior la situación no era diferente.

SeungWoo abrió los ojos como platos al oírlo y se echó a reír mientras negaba con la cabeza una y otra vez. YoHan se golpeó mentalmente por haber actuado así, sintiendo como la vergüenza se adueñaba de todo su ser.

— ¿Vas a pasar? — SeungWoo preguntó con cierta diversión en su rostro al observar a YoHan. El muchacho estaba paralizado frente al amor de su vida, ¿qué podría hacer en esa situación?

— ¡Sí! Yo, uh. — Su voz temblaba ante la duda. Si tenía suerte su cerebro idearía una buena excusa. — ¡Estaba viendo la perilla de la puerta! Es hermosa, vaya. — Sí, definitivamente debía despedir a su cerebro.

SeungWoo solo se limitó a esbozar una cálida sonrisa. Una sonrisa tan cálida que derritió el corazón de YoHan y terminó transformándolo en un torpe tomate andante.

— ¡Pero si es mi paciente favorito!

— Es tu único paciente, duh. — Mencionó el enfermero Kim mientras observaba sus uñas.

— Aún así es mi favorito. — El doctor guiñó un ojo a todos los presentes y se percató de que SeungWoo estaba ahí. — ¿Qué hace la medicina aquí?

— Le dije que fuera a abrir, ups. — WooSeok sonrió con cierta culpabilidad y abrazó por el hombro a SeungWoo. — Medicina y chico del síndrome, acompáñenme .

WooSeok soltó al más alto y se dirigió a la habitación en la que habían diagnosticado a YoHan.

— Hoy hablaremos sobre el síndrome, ¿emocionados? — SeungYoun gritó con entusiasmo a través de un megáfono y comenzó a saltar por el lugar. — WooSeok, ¡tu turno! — Agregó apuntando al enfermero.

WooSeok se acercó a un objeto cubierto por una manta, cuyo centro tenía estampado una gran fotografía de sí mismo y con todo el dolor de su corazón la retiró, enseñando así una presentación con diapositivas sobre su detallado y profesional estudio.

— Que empiece la clase. — SeungYoun llevó ambas manos a su cintura y sonrió con orgullo.

Gay panic! | YoHan + SeungWoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora