༄ ᴄᴀɴᴅʏ sᴛᴏʀᴇ ↬ ᶜʰᵃⁿˡⁱˣ - ᵃᵘˢˢⁱᵉ ˡⁱⁿᵉ [hiatus]

❝ two ❞

Felix se encontraba empacando lo más rápido que podía todas las cosas que necesitaba. Se mudaría a Corea Del Sur y el vuelo saldría en no menos de cuarenta minutos.

Seguro se estarán preguntando ¿Que está pasando aquí?

Pues tranquilos, se los explicaré de una manera breve.

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Lee SonJun (madre de Félix) encontró, después de cinco meses de ardúa busqueda, el dichoso local en Corea del sur.

Era un local que hace poco tiempo había sido abandonado por su antiguo dueño. Cuando Lee se enteró la noticia rápidamente movió todo lo que pudo para conseguirla.

Gracias a la ayuda económica de sus padres y algunos contactos que poseía por fin logró adquirirla.

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Volviendo en el tiempo al año 2010, cuando el pequeño Félix tenía 10 añitos, su madre le enseñó todo lo que había aprendido en sus clases de pastelería. Desde la receta más simple hasta el secreto más grande de la repostería en sí.

Cuando creció un poco más, no perdía oportunidad para demostrar su pasión por la pastelería.

En los cumpleaños de sus conocidos o familiares, él hacía los pasteles.

Cuando había algún evento especial en la escuela, él preparaba sus famosos cupcakes de vainilla que todos sus amigos amaban.

Bueno mejor dicho, sus dos únicos amigos; Seungmin y Mark. Pero no piensen que Lee era un antisocial alejado de la sociedad.

Él realmente era muy amable con todos, le gustaba hacer bromas con algunos compañeros y pasar el tiempo, pero no sentía tanta confianza con ellos como para llamarlos realmente "amigos".

Los unicos que se habían ganado ese titulo tan especial en el corazón de Lix, habían sido Kim Seungmin y Mark Lee, ambos estudiantes de intercambio, ya que la escuela donde asistía Félix era bastante popular entre personas de diversos paises, por lo cuál había bastantes estudiantes que venian de intercambio. Tal vez solo un 19% de sus alumnos eran realmente australianos.

Seungmin venía de Corea Del Sur. Resumiendo su historia, sus padres se mudan demasiado por el trabajo y de país en país, el pequeño Kim terminó en Australia.

La historia de Mark es un poco parecida, él nació en Canada pero se mudó hasta Australia solamente porque realmente quería asistir a esa escuela por el amplio programa en artes escénicas que esta tenía.

Pero volviendo con Félix.

Él tenía muchisimos sueños y planes para su futuro. Aunque no le iban super bien en las materias, siempre se esforzaba y aunque no calificaba entre los mejores estudiantes por lo menos aprobaba y salvaba el trimestre.

Antes tenía decidido que estudiaría baile ya que era su gran pasión. Amaba sentir el compás de la música y crear coreografías.

Además de que también amaba hacer las coreografias de Twice, no había ni una que él no se supiera.

Pero cuando conoció la Repostería, todo su mundo cambió y creo que eso está más que claro.

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Volviendo hacía el presente.

Tenemos a los Lee corriendo con toda la rapidez que pueden para poder llegar a tomar su vuelo.

En realidad no estaban tan al límite con el tiempo. Pero SonJun realmente era muy estricta con todo eso y no permitiría llegar ni cinco segundos tarde de el horario acordado.

Cuando llegaron a la fila para poder tomar el avión todavía faltaban unos dos minutos para que pudieran abordar.

Ambos estaban nerviosos y se miraban con una gran sonrisa en sus labios. El gran sueño de sus vidas se estaba por hacer realidad.

—¿seguro de que no nos estamos olvidando nada?— preguntó un tanto nerviosa SonJun mientras que revisaba su bolso de mano por octava vez.

Félix soltó una suave risa al ver a su madre hacer la misma acción nuevamente.

Se acercó a ella y la abrazó con todo su cariño.

—Relax mom, everything will be okay.— (tranquilo ma, todo va a salir bien).

Su madre sonrío con dulzura y correspondió el abrazo de su hijo.

—We did it, Lixxie.— (lo hicimos lixxie)

Félix le mostró la sonrisa más pura que pudo a su madre y acario su mejilla.

El hermoso momento madre e hijo fue interrumpido por los altavoces del aeropuerto anunciando que los pasajeros del dichoso vuelo donde estaban los Lee ya debían subir, se dedicaron una ultima sonrisa para luego subir juntos al avión.

Su gran sueño se estaba cumpliendo.

El vuelo duró 7 horas y 35 minutos si nos ponemos exactos.

En esas siete horas Félix solo se dedicó a dormir y a escuchar música mientras miraba por la ventanilla del avión sintiendose en un vídeo músical.

Cuando bajaron del avión, la primera gran diferencia que notaron fue el cambio de clima. Hacía mucho frío y ellos estaban vestidos con ropa bastante suelta y corta por el calor que hacía en el país que habían dejado.

Rápidamente se pusieron el primer abrigo que encontraron en sus maletas para luego comenzar a caminar hasta poder encontrar un taxi.

Mientras caminaban, ambos notaban como las miradas se posaban en ellos.
Lo Más seguro era que las causantes de tanta atención en ellos eran las hermosas pecas de Félix.

En corea no era algo común que una persona las tuvieras o mejor dicho, el estándar de belleza las veía como imperfecciones cuando en realidad son las marquitas más hermosas que una persona puede poseer.

Pero asi son los Surcoreanos.

De todos modos, ninguno de los dos le prestó atención a las miradas y siguieron su camino hasta poder encontrar un taxi.

En menos de media hora, se encontraban en su nuevo departamento. No era muy grande pero alcanzaba perfectamente para ellos dos, además que con el tiempo le darían más vida y se sentiría como un verdadero hogar.

Los dos Lee se fueron a sus respectivas habitaciones para desempacar sus cosas.

La habitación de Félix era muy linda pero él pensaba que podía ser aún mejor si la pintaba y decoraba con cosas de su estilo.

Mientras desempacaba todas sus cosas y recorría con la mirada la habitación, descubrió un viejo espejo oculto en un estante. Lo tomó con cuidado y miró su reflejo con una sonrisa de victoria.

Por fin su vida cambiaría