¿Por que me comporto de esta manera?

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Me transforme donde nadie pudiera verme, camine lentamente a casa.

- Oh, Tikki... No puedo creer que le dije eso a Chat Noir... Yo... No sé por qué lo dije...

- Vamos Marinette, tal vez Chat lo entiende, o si tanto te preocupa la próxima vez que lo veas puedes disculparte; aunque sí fue una sorpresa que le contestarás así. ¿Te molesto demasiado su beso?

Agache la mirada, me sonroje nuevamente al recordar, mi corazón comenzó a palpitar aumentando la velocidad.

- N-no... No me molestó en absoluto... Ni siquiera yo sé por qué le dije eso...

- ¿No será que comienzas a sentir algo por él?

- No lo creo... Digo, yo solo tengo ojos para Adrien...

- Siendo sincera, pienso que en el fondo te has dado cuenta de que las cosas con Adrien son más difíciles de lo que piensas... Y qué Chat Noir está entrando en tu corazón, haciendo a un lado el recuerdo doloroso de Adrien.

- Vaya Tikki... A veces puedes ser un poco ruda...

- Y en ocasiones tú deberías aprender a controlar tus sentimientos.

- Vamos Tikki, no me regañes, suficiente tengo con lo que le dije a Chat.

- No es un regaño... Solo era una pequeña observación. Ánimo Marinette, todo saldrá bien.

- Eso espero amiguita, eso espero...

Llegué a mi casa y entre.

- ¡Marinette! ¿Donde estabas?

Mi madre se sorprendió al verme entrar por la puerta principal, estaba tan distraída con todo el asunto que olvide escabullirme a mi habitación.

- Ah, mamá, yo... Solo salí a comprar algunas cosas que olvide que necesitaba para la escuela...

- ¿Saliste en pijama? ¿Y las cosas?

Vio mis manos vacías y me miró con duda

- ¿Eh? Ahhhhh... Sí... Es que no me dió tiempo de vestirme, Alya me acompaño a comprar, y como eran para un trabajo en equipo le dije que se las llevará ella.

Pareció creerme, porque su rostro reflejaba una sensación de alivio.

- Bien cariño, deberías ir a ducharte o se te hará tarde para la escuela.

- Claro...

Subí las escaleras hacia mi habitación, aún me sentía triste; aunque la idea de encontrar a Adrien en la escuela me reconfortaba un poco.

Llegué a clases a tiempo, todo el mundo comenzó a entrar y tomar asiento, como siempre tome mi lugar junto a Alya, platicamos hasta que la hora de la clase comenzó. Pero Adrien no se presentó a la clase.

- Es extraño que Adrien no haya venido hoy... ¿Estará enfermó?

Alya me miró desconcertada, parecía tener la misma duda.

- No lo sé, solo espero que no le haya pasado algo malo. Tal vez llegué para el siguiente período.

- Espero que así sea Al... Hoy más que nunca quería verlo.

- ¿Acaso sucedió algo chica?

Ella me miró preocupada.

- No es nada Al, no es nada.

Pero al siguiente período no llego. Ni al siguiente... Ni en todo el día.

Las clases terminaron, el día se me había hecho bastante largo, solo quería llegar a casa, terminar mi tarea y recostarme a pensar.

Una vez llegando a casa me cambié y comencé a hacer mis deberes. La rendija del techo de mi habitación sonaba, alguien la estaba golpeando.

Levanté la mirada y lo ví ahí.

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