Origen.

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¿Como fue que Verona se convirtió en la caníbal que es ahora?

[...Doce años antes...]

Vegetales, ¡Le encanta los vegetales! Nunca le había gustado la carne a pesar de nunca haberlo probado pero... ¿Como puedes decir que algo no te gusta sino lo has probado?

Su madre y su padre -en especial su padre- hacían lo posible para que la niña pequeña comiera algo de pollo, carne de res, cerdo, inclusive consejo pero la niña a pesar de ser muy pequeña sabia lo que quería exactamente. Nunca le había gustado que maltrataran a los animales y mucho menos que los utilizaran para comer. Lo consideraba un acto horrible y siempre se ponía a llorar cada vez que recuerda el tema o cuando ve a sus padres comer a los pequeños animalitos.

Los progenitores se deprimían por esto, pues no deseaban que su hija llorara por esto, tanto asi que decidieron quitar toda la carne de la nevera y comer mas 'Sano' a pesar de que el hombre de la casa no estuviera para nada de acuerdo pero todo por su pequeña y consentida hija.

Su hermano era ajeno ante toda la situación pues andaba de vacaciones desde ese entonces.

Un dia, mientras que la niña se encontraba dibujando en un cuadro con colores llamativos y felices escucho un estruendo que provenía de bajo, por un momento pensó que era un golpe pero sin duda alguna era mucho mas que eso al escuchar un chirrido que apenas se podía oír. Con la curiosidad al tope decide salir de la habitación y bajar las escaleras, solo esperaba que sus padres no estuviesen devorando algún pobre animal.

Una vez haber llegado con cuidado a la sala terminando de bajar las escaleras se da cuenta que no era nadie, no había nadie cosa que la extraño, ¿Donde estaba su papi?

Otra chirrido se escucha y mas fuerte, e instintivamente gira su rostro hacia un pasillo que posee la gran casa y camina hacia allá con algo de miedo, pues ese sonido horrible no le gustaba.

Por cada paso que da estaba mas cerca y finalmente llega al final del pasillo y observa el suelo el cual poseía una puerta el cual daba el sótano. No tenia el candado puesto cosa que la confundió, se supone que debería tener uno.

Cuando estaba por coger el sujetador de la puerta un recuerdo le viene a su mente inocente.

- ¿Por que no puedo entrar, papá?

-Lo harás cuando seas mayor, querida.

-¡Lo soy! -Puso un rostro serio intentando mostrar lo madura que era.

Pero lo único logro fue que su padre se derritiera ante la figura adorable de su niña hermosa.

-No lo entenderías, créeme, amor. -Se inca ante ella para acariciar la mejilla de su hija provocando un escalofrío en ella- pero te lo mostrare, no lo dudes.

Infla uno de sus cachetes mientras mostraba un rostro de molestia.

Escucha otra vez el chirrido seguido de un... ¿Grito? A que estará jugando con ese asustadizo ruido.

Logra agarrar el sujetador para alzarlo por todas sus fuerzas y al momento lo suelta apartándose rápidamente. Se había caído pero no le había dolido pues la adrenalina que sentía en su cuerpo evitaba tal cosa.

Pensó que seria mas pesado esa puerta ya que era gruesa pero por alguna razón no lo sintió pesado a pesar de haber chocado esa puerta con el pisa haciendo que el poco polvo se levante.

una vez levantada se limpia un poco su ropa para después dedicarse a mirar las escaleras que llevan al sótano.

Se acerca sin miedo pero nerviosa ante la oscuridad, se acerca hacia el barandal que la ayuda apoyarse a lo que baja por escalón, por escalón.

Ojos Rubíes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora