𝕸𝖊𝖉𝖎𝖈𝖎𝖓𝖊 | Billy Hargrove (#2) (Español)

『3』

ᴵᴵᴵ: ᴬ ᵂᴬˢᵀᴱᴰ ᴺᴵᴳᴴᵀ, ᴴᴱᴿᴱ ᶜᴼᴹᴱˢ ᵀᴴᴱ ᴮᴸᵁᴱˢ

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—Te llevaré a una cita esta noche.—

Mary Jane miró a Billy mientras él miraba el parque lleno de niños y el atardecer estaba iluminando sus dos caras. Él la miró con una sonrisa y ella sonrió al verlo en tal felicidad.

—¿De verdad? —Él asintió y ella se acercó y puso su mano en la parte de atrás de su cabeza. —¿Adónde me llevarás, Hargrove? —

—A donde quieras ir —contestó, cerrando los ojos y respirando con satisfacción al estar allí con la persona que más amaba. —Te llevaré a donde te haga más feliz. Dilo y nos iremos.—

—¿Qué hay de Hollywood? —Mary Jane bromeó, levantándole una ceja. Sonrió ante sus palabras y se rió. —¿Me llevarías hasta allá sólo para verme feliz? —

—Si pudiera, lo haría —admitió Billy. —Pero es muy lejos. Y por mucho que me gustaría llevarte allí, no tengo suficiente dinero para la gasolina y todo lo que necesitamos para el viaje.—

—Entonces lo haré más fácil —dijo Mary Jane, acomodándose en su asiento. Él asintió y la miró fijamente. —Vamos a ver la película.—

—¿Sí? —El la miró con una sonrisa. Ella asintió felizmente. —¿Eso te hará feliz? —Recibiendo otro asentimiento de ella, asintió junto a ella. —Bien, lo que te haga feliz, ángel.—

—Prométeme que iremos —dijo Mary Jane y Billy sonrió un poco ante sus palabras. —Esta noche. Y luego, tal vez, te llevaré a donde te haga feliz.—

—Lo prometo, lo juro con todo mi corazón —dijo Billy, con su dedo índice haciendo una X imaginaria sobre su corazón cuando su pecho estaba en exhibición. —Y no, no, no, está bien. Sólo quiero verte feliz. Sólo quiero que sepas cuánto te quiero.—

—Ya sé cuánto me amas —la chica colocó la palma de su mano en su mejilla, frotando su pómulo. —Me demuestras cuánto me amas cada día y yo lo amo y me siento amada y feliz. Sé cuánto me quieres y tú sabes cuánto te quiero.—

—En realidad no sé cuánto me amas —Billy puso una cara juguetona. Mary Jane lo alejó igual de juguetón y se rió. —¿Cuánto me quieres, cariño? —

Mary Jane lo miró con un brillo de burla en su ojo y se mordió el labio. —Mucho. Como si fuera de este mundo básicamente. —Ella picoteó sus labios. —Te amo infinitamente.—

—Yo también te amo —dijo, sintiendo su corazón latir con tanta alegría por lo mucho que la chica lo amaba. Se sentía tan amado. Sintió todo lo que no sentía cuando estaba con su padre y le encantaba sentir que amaba a alguien que lo amaba a él. —Te recogeré esta noche alrededor de las 8:30. Te lo prometo. Y ya sabes que no rompo nuestras promesas.—

Mary Jane asintió. —Lo sé.—

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Mary Jane se estaba pintando los labios mientras escuchaba a Hopper al otro lado de la puerta, golpeando. Ella puso los ojos en blanco con una sonrisa en su cara cuando supo que era para Mike y El.

Abrió la puerta del baño y se apoyó en la entrada para mirar fijamente a un Hopper estresado. La miró cuando sintió que alguien lo miraba, y todo lo que obtuvo a cambio fue un pulgar hacia arriba.

Entró en la habitación y Mary Jane miró la hora e inmediatamente se dirigió hacia la habitación que compartía con El cuando se dio cuenta de que tenía tiempo suficiente para escuchar lo que Hopper iba a decir.

—Hola.—

Todavía había música cuando Mary Jane estaba ahora apoyada en la puerta y observaba con alegría la situación. Ella estaba tratando de reírse de la torpeza y trató de cubrir la pequeña risa que se le escapó de los labios con una tos. Ella resopló, sin embargo, cuando Hopper giró en su asiento para apagar la música.

Había silencio y lo único que pasaba era que Hopper sólo miraba a los dos adolescentes con una mirada desesperada y, obviamente, parecía que no sabía qué decir primero.

—Um.... —El depósito se liberó, moviéndose ligeramente en la silla. Mary Jane hizo un gesto de dolor mientras se hinchaba ligeramente las mejillas y colocaba todas las puntas de los dedos en los labios. —Lo que yo, uh... necesitaba decirte... —Hubo una gran pausa. —Lo que quería decirte... es que yo...—

—Oh-oh —dijo Mike, mirando a El con una sonrisa. —Creo que estamos en problemas.—

La pareja se rió y Hopper sólo los miró como si no les creyera. Mary Jane negaba con la cabeza a los dos y también a Hopper.

—No —Hopper negó con la cabeza ligeramente. —No, nadie está en problemas, ¿de acuerdo? Yo sólo, um...—

Mary Jane se frotó la frente al ver a Mike susurrarle algo a El y la hizo reír. Hopper miró a Mary Jane por encima del hombro y se encogió en hombros.

—Ten confianza, no tartamudees —le dijo ella. Ella podía verlo tragar desde donde estaba parada, mirando su reloj repetidamente.

—¿Sabes qué? —Ella sonrió un poco ante su tono antes de que se desvaneciera cuando escuchó el resto de sus palabras. —Tu mamá llamó.—

—¿Qué? —

—Sí —Hopper asintió lentamente con la cabeza. —Te necesita en casa ahora mismo.—

—¿Está todo bien? —preguntó Mike.

—No, no lo creo —la cara de Mary Jane fue palmeada. —Es tu abuela.—

Mike inmediatamente se levantó y se despidió de las hermanas, con Hopper a la cabeza. Mary Jane miró fijamente la hora. 8:40.

—¿No tienes una cita con tu novio? —Preguntó El al ver cómo estaba vestida su hermana. Ella frunció el ceño cuando Mary Jane encogió los hombros con una pequeña y triste sonrisa en sus labios.

—Se está retrasando un poco —dijo ella antes de suspirar. —Esperaré un poco. Estoy seguro de que vendrá más tarde.—

Pero Billy no apareció. Eran las 12 de la mañana cuando Hopper regresó y tenía comida chatarra en sus brazos. Estaba sonriendo, pero su sonrisa desapareció cuando vio a El mirándolo mientras señalaba la habitación.

—¿Qué sucede? —

—Billy no llegó —Hopper la miró con cara de confusión. —Le prometió que la iba a llevar al cine porque es el lugar donde la hace más feliz. Pero no apareció.—

Tan pronto como El terminó de hablar, Mary Jane salió de la habitación con una sonrisa en la cara. El y Hopper la miraron con las cejas fruncidas, sabiendo lo mucho que prometieron en su relación.

—¿Compraste helado? —Ella preguntó. Hopper asintió, pasándole el helado sin apartar los ojos de ella. —Es sólo una cita. Sólo una. Tal vez se fue a dormir... o simplemente se le olvidó... está bien. Está bien. Está bien. Ahora, de todos modos, me voy a la habitación y me engulliré en un abismo.—

Y ella se fue, dejando que los dos la miraran fijamente.