La verdad es que, si tuviera que elegir un lugar para estar un domingo a las 7 de la tarde, cagada de frío y mojada por las pequeñas gotas de llovizna que caen desde hace media hora, no sería en esta plaza.
Soy amante de la naturaleza, que no se malinterprete, pero a veces me da un poco de paja esta situación; no es la primera vez que vengo a chupar frío como una condenada para acompañar a mi hermano.
Iván tira beats en compes de Freestyle. No es el mejor, pero tampoco es malo y, de hecho, creo que es el único que tiene un nivel relativamente bueno en esta ocasión. La cantidad de "mochos" que se presentaron esta vez es increíble.
La lluvia se largaba cada vez más fuerte, y mi campera ya no daba para más.
- ¿Cuándo nos vamos?- pregunto a mi hermano mientras le tironeo la manga de la campera.
- No rompas las bolas che, que yo cuando vos tenes algo importante te acompaño y me lo fumo enterito.- fue su respuesta.
Iván siguió con lo suyo con cara de traste, como si el hecho de que me estuviese haciendo sopa abajo de la lluvia fuese lo menos importante de toda la situación. Me calenté un poco acercándome al tumulto de gente, y fingiendo que me interesaba lo que estaba pasando.
Me duró poco igual.
Qué cagada es esta compe. Rapean como el reverendo orto. Me sorprende que Iván esté tan compenetrado, él ha estado en mejores y hasta dormido tira mejores barras que todos estos bobos.
Enojada me alejé del barullo y me dirigí a unas mesitas que se encontraban abajo de las hojas de unos árboles. Eran tres, pero una de ellas estaba ocupada por un grupo de pibites que escuchaban música con un parlante a todo volumen.
Ya sentada en la mesa más alejada, saqué mi pica de la mochila y empecé a prepararme las flores para un fini. Estando casi por terminar el arte de la picación, apareció mi hermano con quien, supuse, era un amigo suyo.
- ¿Se comparte eso o hay que poner guita?- quiso saber Iván mientras largaba el humo de su cigarrillo mientras hablaba.
- Si no hay plata no hay flores.- contesté aún concentrada en mi trabajo.
- ¿Me vas a cobrar?- volvió a hablar cuando ya estaban sentados enfrente mio.
- No, pero no jodas más. Unas sequitas y listo porque es un fini.
Iván y su "amigo" se sumieron en una conversación bastante trivial, nada del otro mundo. Yo me centré en armarme mi porrito y mechármelo.
- Qué pulmonazo pipi.- se burló Ivan.
- Dejá de joder gil, que no estoy de humor.
Levanté la cabeza del piso para mirar a mi hermano y amagar a pasarle el porro.
- Te la creíste we.- dije dándole el porro a su acompañante.
- Toto, ella es mi hermana, la simpática.- me presentó señalándome con su cabeza.
- Toto Ferro.- dijo el pibe tendiéndome la mano.
- La simpática.- contesté chocándole los cinco. - Y ¿Qué onda con vos? ¿Rapeas y toda esa gilada?- pregunté para sacar tema de conversación.
No escuché su respuesta, porque no me interesaba, si era amigo de mi hermano, fija que era un tontito. Fingí haberle prestado atención y lo interrumpí.
- Ah, re piola.
Para qué. Ahora él me preguntaba cosas a mi.
- ¿Vos también haces freestyle?- Iván se empezó a reír como un idiota.
- Nah, ni ahí. Eso es para pichis. A mi dejame un temita de Ozuna o del Bad Bunny.- Toto sonrió.- Che, esta refrescando una banda, ¿Podemos volver a casa de una vez?- hablé mirando a mi hermano que se encontraba muy entretenido fumando.
- ¿Eh? Ah, si, si, vamos.
- Bueno Toto...-comencé-... un gusto conocerte eh, pero nos tenemos que ir, hay un viaje relativamente largo hasta casa.- lo saludé con un beso el el cachete él me miró extrañado.
- Ahre.- dijo mi hermano.- Toto viene con nosotros, por eso lo traje a la mesa.
Avisar no, ¿no Iván?
Suspiré y asentí relajada, con la vista puesta en mi hermano. Me di media vuelta y empecé a caminar hacia la entrada de la plaza.
- ¿Es muy lejos posta?- escuché a Toto.
- Tanto no.- respondió Iván.
- Yo estoy con el auto.- volvió a hablar Toto.
Me di vuelta velozmente.
- ¿Vamos?- sonrió de costado el chico mientras señalaba un auto impecable. ¿Qué digo auto? Una nave espacial parecía.
Nos subimos con mi hermano de copiloto y yo atrás solita.
- Hay una manta por ahí, si querés te podes tapar.
El viaje fue súper tranquilo, parecía que flotábamos por el aire, porque ni los adoquines se sentían.
- Mamá y papá no están.- comentó Ivan mirando la pantalla de su celular.- Dice que se van a cenar juntos y que vuelven tarde, si es que vuelven.
Asentí y me acomodé en el asiento para dormirme un rato.
Llegamos a casa e Iván salió corriendo a bañarse. Con Toto nos sumimos en un silencio sepulcral.
- Ehhh... ¿Querés fumar?-le pregunté yendo para mi pieza. Él sólo asintió y me siguió.
- ¿Pueden fumar acá adentro?- cuestionó sentándose en mi cama como si fuese su pieza.
- Si, bah, a mi papá no le gusta mucho, pero bueno, ya estoy grande.- me reí.
Nos fumamos unos 5 porros y mi hermano todavía no aparecía.
- ¿Uno más?- pregunté mientras ya me lo mechaba.
- Y bueno, fue.- contestó él.- ¿Me puedo sacar las zapatillas?
- Si.- dije mientras él se las desataba.- Son 5 pesos cada una.- me miró asombrado.- Nah, mentira, mirá si te voy a cobrar por eso.
- Che y...- se acomodó sentándose con las piernas cruzadas.-...¿Cuántos años tenés vos?
- Los mismos que Iván- puso cara de no saber.- 20.- asintió.- ¿Vos?
- 19
- Ah...
Hicimos un re silencio, algo súper tenso, ya no sabíamos de qué más hablar.
- Altos labios tenés.- comenté por inercia.
- Si, me lo dicen seguido...
Nos miramos fijamente. Me acerqué a la cama y me senté junto a él aún sin dejar de mirarnos.
- Y...¿Tienen dueña?
No me contestó, simplemente me encajó un beso de aquellos.
- Apa... Además de grandes, sabrosos.- dije cuando nos separamos. Él sólo rió.
- ¿Querés más?- preguntó haciéndose el lindo.
- Los que quieras darme nene.
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Hola, hola!!
Ya sé, es medio pt, pero bueno.
To be honest, no estoy muy inspirada para hacer nuevos shoots, así que si fuesen tan amables de tirarme ideas o decirme de quién quieren que sea el próximo me harían muy feliz.
-🙈