La Procesión.

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Maldito el día, la hora y mi trabajo, yo no debía estar allí, pero el lugar y el momento inadecuado me hicieron parte de esto, ahora solo esperaba el final, resistir y volver a casa, beber esa taza de té, abrazar a mi mujer y darle caricias en la panza como diciéndole a mi bebé, todo va a estar bien.
Al cabo de una hora me bajaron en otro recinto, me llevaron a otro lugar junto a otras siete personas, nos hicieron desnudar y luego nos lanzaron un chorro de agua fría,
- ahora no son tan valientes, terroristas culiaos!!
Nos gritaban mientras reían.
Ayer era una persona normal, luego me llamaron comunista y ahora terrorista, como les explico que no soy nada de eso, e aceptado la vida que me tocó vivir, una persona humilde, de trabajo y esfuerzo, así e ido por la vida ganandome el sustento que cada día cuesta más.
Nos llevaron a una habitación oscura y allí nos encerraron sin agua ni comida, durante dos días.
Conocí a mis nuevos compañeros, todos eran participantes de alguna organización revolucionaria, pero en ese momento la valentía ya no era parte de sus virtudes.
-Porque estas tu aquí? Me preguntaron, no supe que responder, solo les conté mi historia.
Que van a hacer con nosotros? pregunté,
-Nos matarán!! gritó uno desde un rincón,
El miedo invadió mi ser y solté lágrimas de desesperación.
Al tercer día nos subieron a un avión, y comenzó nuestro viaje, nuestra penosa Procesión...

Acto de magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora