Anécdotas de la Plaza Columbia

Un día de junio

(Musica inmersiva:

)

Había un hombre sentado en una banca de la plaza, del lado frente al municipio, parecía estar harto de las mundaneidades de la vida, que si se iba medio sueldo en el colegio o prepaga, el monotributo, grabar los programas del lunes y el sábado, subir el colectivo 19:45 para bajar en la sarmiento, o simplemente porque  se encontraba solo un miércoles por la tarde.

Mal logrado el se entendía con su lata de coca-cola a medio terminar, podia ver pasar a la gente, un grupo de tres amigos, un funcionario fumando, un perro, gente tomando mates y teres.

En determinado momento, el la vio pasar, tal vez un antiguo amor, me preguntaba mientras observaba al hombre perplejo por la despreocupada caminata de la muchacha, casi podia sentir su desvelo en la mirada del hombre, el viento soplaba moviendo los pelacios rubios de la mujer , el hombre, perplejo a la par que atónito por su belleza, no pudo mas que pronunciar las palabras de lo que supuse era el nombre de la joven... algo asi como... "ana" podia leerse en sus labios resecos. el hombre, reacio, tomo un cigarrillo que lentamente se llevo a la boca, la mujer se había ido, supuse que, no era la primera vez que la muchacha volvía a llevarse un pedacito de su alma.

El hombre termino su coca-cola, su cigarrillo y se marcho a casa dejando atrás aquel banco donde guardaba mas de una historia, vagabundos, amigos, romances, muchas historias ha vivido, lo he visto con mis ojos, primavera, invierno, verano, otoño, el hombre siempre volvía al mismo lugar y volvía a vivir alguna anécdota aquí en la plaza columbia que contarle a su memoria por la noche, es tan cierto como que ahora estoy escribiendo esto.