"MI PRO Y MI CONTRA"

•Chapter 2•

          Golpe inesperado.

  Decían que los socorristas estaban bien, pero ahora lo veo con mis propios ojos.

- ¿Eres algún familiar suyo?-no respondí. Estaba pendiente en observar sus ojos verdes-miel. Sí, era un toque extraño.

- ¿Hola?-

- ¿Qué?-

- Que si eres algún familiar suyo.-

- Ah, sí, soy ma...digo hermana.-

- Bueno, pued ya está, sólo era un pequeño rasguño.-

Se levantó y yo me levanté igual. Estaba esperando a que me dijese " Oye, ¿tienes número? " pero no, no. Era demasiado soñar para mí.

- Me llamo Matt, Matt Gomez para ser exactos.-

- Amm...yo soy Ayleen. Bueno Ayleen Neeson.-

- Pues encantada Ayleen, espero verte más por aquí, pero espero que no de esta forma.-sonrío. Ay dios mío su sonrisa. Ayleen no te derritas. Todavía no.

- Claro...-no sonrías que me enamoro. Y sí, estaba pensando justamente en el libro.

- Bueno Ayleen y Shein, os dejo disfrutar de vuestro maravilloso día de playa.- >

- Igualmente.-me quedé mirando cómo se iba hasta que le perdí de vista.

- Ayleen, la babilla.-dijo mi hermano pequeño. Le miré avergonzada.

- Cállate y vámonos a casa.-

- ¿A casa ya?-me encogí de hombros y asentí.

  Mientras Shein y yo caminábamos juntos hacia casa, se le ocurrió preguntarme: "¿Te gusta el socorrista no?" Era obvio que lo iba a descifrar, parecía una fábrica de babas cuando veía a Matt. Aún así le dije que no y que cómo le dijese algo a alguien, ya podía tener cuidado conmigo. Aunque fuése mi hermano, era un niño y los niños siempre dicen la verdad y lo cuentan a todos. Hasta que no quede una misera persona en la ciudad que lo sepa. Algo así cómo las viejas de los pueblos.

  Abrí la puerta de casa y lo primero que encontré fue a Brooke en el salón con una bolsa de patatas, una coca cola, nutella y el mando de la tele sobre su abdomen.

- Vaya vida ¿no?-frunció el ceño.

- No tenía nada que hacer.-

- ¿Y Helen?-Helen era la mejor amiga de mi hermana, tenía otras amigas, que bueno según ella eran una repelentes. Y que la que "la cae de puta madre" es Helen. Helen era una chica normal. Era muy buena estufiante pero por desgracia a mi hermana, no se le había pegado nada de ella.

- Está en casa de sus tíos en...Brooklyn creo.-

- Podrías haberte venido con nosotros.-

- ¿Y tener que aguantaros a vosotros y a los demás niños? Ni de coña.-

- Tan maja como siempre.-susurré para mí y me volteé a mi habitación. El lugar dónde iba a estar aburrida.

  Me senté en la silla giratoria de mi escritorio y empezé a recordar a Matt, era muy guapo. Pelo corto. Labio muy carnosos y suaves. Y una cara tierna. Era el chico que cualquier nujer desearía tener. Es decir que yo quisiera tener. Pero eso es demasiado para mí. Él es tan...y yo soy tan... No sé, sólo soy una cría para él supongo. Aunque dios es muy atractivo, no puedo evitar pensar en él.