"MI PRO Y MI CONTRA"

•Chapter 4•

Me paré en la puerta de mi hermana y me sequé las lágrimas, ya que había estado llorando por "The notebook", y tampoco quería que mi hermana me viese llorando por una película. Según ella es infantil. Por suerte cuando ella llora viendo "Toy Story" es muy normal y maduro.

- Brooke.-llamé detrás de la puerta de su habitación. Quería pedirle opinión sobre...el amor. No era la más conveniente pero no se lo iba a pedir a mi hermano pequeño. Me diría que le da asco y es de niñas.

- ¿Qué?-preguntó desde el interior de la habitación.

- Necesito que me ayudes.-dejé el comentario en el aire con la esperanza de que me abriera.

Así fue.

Me abrió la puerta y arqueó una ceja.

- ¿Qué pasa?-

- ¿Puedo pasar?-pregunté y me acaricié el puente entre el hombro y el cuello, sin llegar a la clavícula.

Se lo pensó varios segundos, pero finalmente me dejó paso para entrar.

- Espero que tengas una buena razón .-se cruzó de brazos.- Estaba haciendo tarea.- Tarea. Mi hermana. En verano. Já. La misma excusa de siempre que ponía para ocultar sus dibujos.

Abrí la boca para hablar sin decir nada

La segunda vez apreté los labios y me dispuse a hablar sin que me soltase su primer comentario sarcástico.- ¿Alguna vez te has enamorado?-la miré fijamente, incomodándola.

- ¿Por qué me preguntas eso?-junté mi hombro derecho con la oreja del mismo lado.

- Todas las personas se enamoran, el problema es que si te enamoras mucho puede que no vuelvas a fijarte en nadie más, porque el dolor se te queda grabado.-no dijo nada, pero ladeó la cabeza, para darme cuenta de que tenía razón. Mi hermana se había enamorado. Y no sé de quién.

- Siéntate.-me limpié en el borde de la camiseta el sudor y me senté en la cama. Brooke en la silla frente a mí.- Suéltalo de una puta vez, quién es.-

Parpadeé un par de veces.

- No hace falta saber quién, sino cómo.-

- Sí, lo que tú digas.-

- Es un chico y...-

- No jodas. Pensaba que eras lesbiana.-ironizó riendo y se llevo una mano a la boca. Subí las cejas.

- No me ha hecho nada para sentir lo que siento, es su presencia, no creo que sea amor a primera vista pero...-

- Estás coladita por el socorrista.-apoyó los hombros en el respaldo de la silla.

- ¿Cómo lo sabes?-se tensó y empezó a ponerse nerviosa.- ¿Te lo ha dicho Shein?-

- ¿Eh? Sí...sí, ha sido él.-

- Lo voy a matar, juro que lo mato.-las mejillas se me empezarían a tornar rojas porque siempre me pasa cuando estoy furiosa.

- Eh...para el carro, sígueme contando, ¿a qué viene todo este rollo del amor y mierdas de esas?-

- Quería que me aconsejarás, pero aparte...-sonreí haciendo una mueca.- Matt, bueno, el socorrista se va a veranear a Miami, podríamos reunir dinero e irnos todos.-

Empezó a reírse fuertemente.

- Ay, Ayleen. Espera que comprenda. ¿Quieres un viaje familiar, en busca de tu príncipe azul?-esta vez empezó a reírse más fuerte. Eso por no decir que estaba llorando. De la risa. En mi propia cara.

Me harté. Cogí su almohada y se la estampé en toda la cara.

- Cállate la puta boca.-

- Gilipollas.-cogió un peluche de su escritorio y me lo tiró sin piedad.

Así empezamos una guerra de plumas que se esparcieron por toda la habitación.

- CHICAS.-gritó mi madre con una mano en el marco de la puerta.- ¿Qué estáis haciendo?-miré a Brooke y ella me miró a mí. Reímos. Cómo cuando teníamos 10 años.

Me quité hasta la última pluma que tenía en el cuerpo. Mi hermana era subnormal, pero la quería. Noté algo peludo bajo mis gemelos, miré abajo y estaba mi gato. Ulises. Le cogí y me miré en el espejo.

"¿Tampoco soy tan fea no?"

Oí ruidos afuera y me asomé por la ventana del baño. Arrugé la frente y ojalá nunca me hubiese asomado. Ese chico. El que está obsesionado conmigo se había mudado. Al lado de mi casa. ¿Lo haría aposta? Me volví a asomar, estaba con sus padres, al lado de un par de camiones llenos de cajas.

No era un chico feo, era mono, pero no me gustaba. Estaba siempre hablándome en el instituto y yo no quería nada con él pero eso no lo entendía. Era demasiado para él.

Bajé rápidamente las escaleras y llamé a Alicia. Una de mis amigas. Yo no tenía mejor amiga como Brooke, así de rara era.

- Hola...-alargó la a.-

- Alicia, Alicia. ¿Sabes quién se ha mudado a mi casa?

-...Soy Alicia, en estos momentos no...-colgué. ¿Enserio?

Me dispuse a llamar a todas mis amigas pero en todas me saltaba el contestador. Joder.

Me digné a llamar a Brooke.

- BROOKE.-grité subiendo las escaleras.

Abrí la puerta sofocada y de golpe.

- Que.-dijo sin más.

Apoyé mis manos en las rodillas y lanzé una mano abierta al aire.- ¿Sabes quién...quién...?Espera.

Cogí aire y me mantuve en pie.

- ¿Sabes quién se ha mudado al lado de casa?

- Sorpréndeme.-

- Eric.-Eric. Así se llamaba el acosador.

- ¿Qué?-dijo sorprendida.