Comencé a despertar, un pequeño dolor de cabeza hizo que me mi cuerpo doliera. Con cuidado me senté en la cama. Mire a mi alrededor y nadie estaba allí. ¿Dónde esta Jaebeom? Con mucho más cuidado me bajé de la cama y un terrible mareo hizo que tuviera ganas de vomitar. Rápidamente corrí hacia la puerta de mi habitación y cuando la abrí me quedé quieta, él estaba ahí.
- Jaebeom... – susurre y mis ojos se humedecieron.
- Hola preciosa – me dijo.
Sin pensarlo me acerque a él y lo abrace con fuerza. Sentí su inmediata respuesta, que hizo que mi piel se erizara.
- ¿Dónde estabas? ¿Qué pasó? – le pregunte mientras me alejaba de él para mirarlo.
- No pasó nada. Pero debo irme ______ – dijo. Lo mire aterrada.
- No, no. ¿Qué hay de mi alma? Aún no sé lo que quiero – dije rápidamente.
- Ya no quiero tu alma. Jamás podría llevarme tu alma.
- Pero hicimos un... trato – dije nerviosa.
- Ya no más preciosa, ahora yo me vuelvo de donde nunca me tuve que haber ido. Ellos me esperan.
- Te amo Jaebeom, te amo y no quiero perderte – le dije mientras las lágrimas salían de mis ojos. Se acercó a mí y tomó mi rostro con sus manos.
- Es mejor perderme que encontrarme, preciosa – dijo sin dejar de mirarme a los ojos.
- Bésame Jaebeom, bésame – dije sin dejar de llorar.
Apenas le dije eso sentí su boca sobre la mía y la sensación más linda del mundo invadió mi cuerpo. ¿Por qué me había enamorado del diablo? ¿Por qué encontré el amor en alguien completamente imposible? Pero este es un imposible de verdad, no como pasa en las novelas. Que al final siempre termina con él.
Sus labios tomaban con cuidado los míos, mientras mis lágrimas mojaban nuestro beso. No podía dejarlo, no quería dejarlo ir. Levante mis brazos y los coloque detrás de su cuello, para acercarlo más a mí. Despacio se alejó de mi boca. Abrí mis ojos para míralo. Acarició mi rostro.
- Debes olvidar todo esto preciosa, solo olvidarlo – me dijo y comenzó a alejarse más de mí. Algo tenía que hacer, él no podía irse.
- ¡Ya se lo que quiero por mi alma! – dije fuerte ya que él estaba casi llegando a la puerta. Se giró a verme – Quiero pasar el resto de la eternidad contigo.
Me miró fijo, para luego sonreír levemente. Yo también lo hice. Pero otra vez ese horrible mareo vino a mí, estaba vez no pude aguantarlo.
Corrí al baño y me arrodillé frente a retrete. Sentí como él se acercaba a mí. Cuando al fin ese horrible mareo se fue me puse de pie y lavé mi boca. Me giré a verlo.
- No sé por qué, pero no dejo de marearme y vomitar – le dije.
Sus ojos miel tomaron un particular brillo. Se acercó más a mí y colocó su mano sobre mi panza. Mire su mano, para luego mirarlo a los ojos.
- ¿Qué sucede? – le pregunte.
- ______, estás embarazada – me dijo. Por un segundo mi corazón dejó de latir. Lo mire bien. Él estaba bromeando conmigo.
- ¿Qué? – dije luego de un rato.
- Vamos a ser papás, preciosa.
- Pero eso es imposible, nosotros solo estuvimos la otra noche y...
Claro que es posible, él es el diablo. Esto era increíble ¿Yo embarazada? Jamás pensé en ser mamá, y mucho menos tener un hijo del señor diablo. Pero nada me hace más feliz que saber esto. Voy a tener un bebe, un bebe del hombre que amo.
- Por eso va a ser mejor que yo me vaya. Para que nuestro bebé no, no sea el hijo del diablo – dijo .
- No, no tú no te vas a ningún lado. Yo ya te dije lo que quiero por mi alma, y me lo vas a dar Jaebeom. Más ahora que vas a ser papá.
Me miró fijo a los ojos, tratando de intimidarme como siempre lo hacía. Pero esta vez no pudo, esta vez no me intimidó.
- Te amo – me dijo. Otra vez mis ojos se llenaron de lágrimas.
- Yo también te amo – le dije y me acerque a besarlo de nuevo.
*** Dos años después ***
- ¡Byunhee! – lo reprendí.
Se giró a verme. Tenía los ojos de su padre y mi pelo. Tenía su sonrisa y mi nariz. Era lo más hermoso que podía existir en este mundo. Sonrió mostrándome todos los dientes que tenía. Era tan pícaro, sabía como comprarme.
- ¿Qué te ha dicho mamá de hacerle cosas al gato? – le pregunte.
Tomé a nuestra pobre mascota, que otra vez estaba cambiada de color y la llave a la habitación de al lado.
- ¿Papi? – me dijo buscándolo con la mirada.
-Ya debe estar por llegar – le dije.
Se puso de pie y comenzó a caminar hacia mí. Lo mire sin poder creerlo, estaba dando sus primeros pasos. Byunhee tenía apenas 1 año y tres meses. Aun era muy chiquito, y ya hacía varias cosas que los demás bebés no podían hacer. Como por ejemplo mover cosas, cambiar de color al gato y jugar con su padre a hacerme enojar. Aun no puedo creer que ya hayan pasado dos años desde que mi vida cambió por completo. Que cambió por unas pocas palabras que dije una noche: 'Le vendo mi alma al diablo...' La puerta de casa se abrió.
- ¿Acaso estas pensando en venderme tu alma de nuevo? – me preguntó entrando.
Sonreí al verlo. Estaba llegando del trabajo, ¿Pueden creerlo? Decidió hacer lo que hacen los hombres normales. Trabajar y ganar dinero para la familia.
Byunhee lo miró y sin pensarlo caminó hacia él.
- ¡Mira, esta caminando preciosa! – Me dijo y cuando el pequeño estuvo cerca de él y lo alzó en brazos – Hola campeón.
- Es un bebé muy inteligente. Y ha cambiado de nuevo al gato – le dije recordando aquello.
Con nuestro hijo en brazos se acercó a mí y depositó un suave y delicado beso en mis labios.
- Sabes que no puede controlar sus poderes aún – dijo y lo dejó en suelo de nuevo.
- ¿Cómo te ha ido en el trabajo? – le pregunte y me acerque a abrazarlo. Coloque mi cabeza en su pecho.
- Como siempre. No me faltan ganas de hacerle algo al pesado de James
- Ya lo hablamos Jaebeom, nada de cosas malas en el trabajo. Ni en casa.
- ¡Pero es insoportable! – me alejé de él.
- Lo sé, tuve que soportarlo – le dije.
Se sentó en el sillón y me hizo una seña para que me sentara sobre sus piernas. Me senté sobre él y acomodé su cabello. Lo mire fijo a los ojos, y él fuego ardió en mí. Él sonrió de esa manera que tanto me gusta.
- Llame a Soojin, para que viniera por Byunhee – me dijo.
Como detesto que sepa en lo que estoy pensando. Gire la cabeza para ver a nuestro bebé. Jugaba entretenido con sus cosas, he intentaba hacer algo que yo no entendía.
- ¿Y para que? – le pregunte haciéndome la tonta. Se acercó a mi oído.
- Para que tú y yo fabriquemos otro bebé. No creo que quieras que Byunhee sea hijo único y no tenga con quien jugar – me susurró.
- ¿Y acaso le dijiste eso a tu hermana? – le pregunte divertida.
- Pues claro. Dijo que encantada vendría a buscarlo para que juntos hicieran el trabajo de ella.
- Jaebeom, sabes que no me gusta que Byunhee haga esas cosas.
- ______, sabes que Byunhee no es un bebé común. Y además Soojin dice que a las personas les gusta verlo antes de morir. Les da como una sensación se paz. Aunque no entiendo porque.
- Podrá ser el hijo del ser más temido del mundo. Pero te aseguró que él no tiene nada de tenebroso.
- Ya veras cuando crezca lo tenebroso que será – me dijo divertido.
La puerta sonó dos veces y mi cuñada entró por ella. Byunhee la miró y rió divertido para luego estirar sus brazos en petición de que lo cargara. Le encantaba ver a su tía. Soojin sonrió y lo alzó.
- ¿Cómo está el bebé más lindo del mundo? – le preguntó.
- Hola Soojin – la saludó Jaebeom.
- ¿Cómo estas hermanito? Hola ______ – me dijo y sonrió – Bueno este bebé y yo ya nos vamos porque creo que ustedes dos tienen varias cosas que hacer.
- Ya lo tienes claro hermanita – dijo Jaebeom. Lo golpeé levemente. Él rió.
- Si se pone irritado, tráelo Soojin – le dije.
- Quédate tranquila, nosotros sabemos como divertirnos. Adiós – dijo y desapareció con él.
El silencio se hizo presente en la casa. Yo aun estaba sentada sobre sus piernas. Acaricie sus cabellos y luego bajé mi mano a su camisa. Desabroche los primeros cuatro botones.
- Ya no puedes aguantarte ¿Verdad? – me dijo.
- Solo te pongo un poco más cómodo – dije divertida.
- No te hagas cielo, si encanta que te haga el amor.
- ¿Y como no me va a encantar? Si por donde pasas tú, pasa el fuego.
ESTÁS LEYENDO
"Donde va el fuego, va el" (Jaebeom & tn) FINALIZADA
Fanfiction¿Nunca pensaron en venderle su alma al Diablo por conseguir todo lo que quieren en la vida? Yo sí, lo pensé y lo hice. Pero, ¿Qué pasa cuando te terminas enamorando de él? No solo se lleva tu alma, sino que tu corazón también. La cuidad, es el centr...