¡Quiero que seas mi papi! »MingKit«

Capítulo Uno.

"Papaaaa, ¿Estas despierto?"

Tape mí cabeza con la manta, como si eso funcionará con mi hijo. Escuché su bufido. Eso me hizo sonreír y prepararme para lo que seguía. Un peso, a decir verdad, bastante liviano cayó sobre mí espalda. Esa era la señal para despertar.

"¿Ya estás despierto? Paaa, hay que ir a clases. Hoy el profesor Kit nos enseñará....." No lo deje terminar de hablar porque lo abrace.

El pequeño Wayo era mi hijo, mi luz, mi todo. Hace algunos años llegó a mí vida, y aunque no fue de la mejor forma, nunca me arrepentí de ello. Ese día había salido tarde de mí trabajo, era una noche horrible, se aproximaba una gran tormenta. Mi auto se rompió tres cuadras antes de llegar a mí casa. Lo que me obligó a caminar y pasar por un callejón. Nunca agradeceré lo suficiente el hecho de que la calle estuviera vacía, porque gracias a ello escuché el suave llanto que venía de allí. Un niño de apenas 3 años estaba en la esquina cubierto con un manta que había tenido un mejor tiempo si lo agujeros en ella decían algo. El delgado cuerpo del niño tembló cuando me vio acercarme.

"Hey..." No sabía que decir. ¿Qué se hace en estas situaciones? "Chico... ¿Sabes dónde están tus padres?¿Quieres que los busquemos?" Vi como sus ojos castaños se llenaron de lágrimas. Fue ahí cuando note que algunas gotas estaban cayendo. No podía dejar al niño solo. "Oye, solo quier..."

Un trueno sonó fuertemente, asustando al pequeño que se abalanzó a mis brazos. Lo escuché llorar. Sentí como sus pequeñas manitos se aferraban a mí saco mientras temblaba.

"Ya, ya, tranquilo" le dije mientras lo mecía un poco y acariciaba su cabello "solo fue un trueno".

"Mami.." me sorprendí al escuchar su voz. Era tan suave y baja que si no lo hubiera tenido prácticamente arriba mío no lo hubiera oído. Siguió hablando "ella se fue.. y dejó aquí..." Se aferró aún más antes de continuar "hace mucho... muchos días".

Mi corazón se rompió, ¿Como alguien en su sano juicio podía abandonar a un pequeño con apenas un trapo en pleno invierno? Rápidamente me pare con el aún en brazos y lo metí dentro de mí abrigo. "¿Tienes hambre?" Le pregunté mientras empezaba a caminar hacia mí departamento. El pequeño solo asintió. Lo que me hizo darme cuenta de algo, no sabía su nombre.

"Mi nombre es Ming. ¿Cuál es tu nombre?" Le pregunté.

"Wa-Wayo"

"Un lindo nombre para un lindo pequeño" en ese momento me di cuenta que no podía dejarlo. Cuando me miro y sonrió de oreja a oreja mientras sus mejillas, antes pálidas por el frío, tomaban algo de calor por el abrigo, vi al pequeño como la criaturita más hermosa del universo.

Cuarto años han pasado de ese día y mi vida se ha convertido en algo que nunca imagine. Una vida con un hijo por el cual daría cualquier cosa.

"¡Papá!¡Me estás aplastando!" Wayo prácticamente grito sacándome de mis pensamientos.

"Buenos días Yo" Afloje mis brazos y le sonreí.

"Buenos días Pa" me dio un beso antes de salir corriendo.

"¡Arriba pa! Hay que ir al colegio" me grito.

Si, definitivamente mi vida no podía ser mejor.

Si ven algún error, decidme para que lo arregle.

Desde ya,
Gracias por leer ♥

Red