Capítulo Siete.

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¿Cuál es el mejor lugar para una cita cuando en ella también está incluido tu hijo?

Fácil, la respuesta es el parque de diversiones.

Tanto Kit como yo coincidimos en que Wayo no aguantaría una cena en un restaurante de varias horas, ni nosotros un lugar de comida rápida para nuestra primera cita. La mejor opción era el parque de diversiones.

Era sábado y ninguno de los dos trabajaba. Queríamos pasar el mayor tiempo posible juntos por lo que iríamos al mediodía.

Hoy, como nunca, fue mi turno de levantar a Wayo. Mayormente era él quien me levantaba a mí, pero hoy estaba muy emocionado causando que me levantara un hora antes de que sonara la alarma. Mi hijo se sorprendió al ver que yo ya estaba despierto.

"¿Papá? ¿Qué haces despierto?" Su voz sonó confusa. Vamos, ni que él me levantara todos los días desde hace 3 años.... Bueno, quizás si.

"¿Ahora no puedo despertarme antes que tú mocoso? ¿Y mis buenos días? Yo no crie un hijo irrespetuoso" mi voz sonó ofendida mientras lo decía.

"¡Buenos días papi! ¡Hoy salimos con el profesor Kit! ¡Vamos a divertirnos mucho! ¡Vas a ver qué él también se divertirá y no querrá dejarnos ir nunca, nunca! ¡Y así podrá ser mí nuevo papi!" Yo realmente estaba emocionado con esto. Ambos lo estábamos. Solo espera que Kit también lo estuviera porque sería doloroso ver a mí hijo triste. Él siempre estaría primero.

"Tienes razón. Debemos hacer que se divierta mucho" le sonreí y bese su mejilla. "Vamos a desayunar que después tenemos que prepararnos para ir a buscarlo"

"¡Siiiii!" Gritó feliz "¡Vamos papá!"

Reí un poco. Este iba a ser un gran día.

(...)

Ya estaba listo. Remera blanca, jeans y botas negras. Sin olvidar mi fantástica chaqueta de cuero. Básico pero que nunca perdía su toque.

Wayo estaba vestido igual que yo, solo que su remera era roja con un dibujo de un súper héroe. Hasta tenía una chaqueta de cuero de su tamaño.

"¿Cómo me veo?" me preguntó mientras se miraba en el espejo y quitaba pelusas inexistentes de su ropa.

"Igual de hermoso que el padre" sonreí y le guiñe un ojo. Aunque solo recibí cómo respuesta un revoloteo de ojos, sabía que estaba feliz con mi opinión.

Mire la hora. Teníamos que salir ahora por Kit.

"Vamos, tenemos que ir por Kit" padre e hijo se miraron en el espejo antes de abandonar la casa.

(...)

"Hola Wayo, Ming" saludo Kit con una linda sonrisa entrando al auto, más específicamente, en el asiento del copiloto.

"Buenos días Kit" le devolví la sonrisa. Realmente quería que esto funcionará. Amaría ver esa sonrisa todas las mañana por el resto de mi vida.

"¡Buenos días profesor!" Dijo Yo desde su asiento.

"Dulce, puedes decirme solo Kit. No estamos en el colegio". Eso ocasiono que se pusieran a charlar. Admito que me sentí algo desplazado pero la cara de felicidad que puso mi hijo cuando Kit le dijo que lo llamara por su nombre no tiene precio.

Cuando llegamos al parque, el lugar estaba lleno. Por lo que Kit se encargó de quitar a Wayo del asiento protector y comprar las entradas mientras yo estacionaba.

Una vez todo listo, nos encontramos en la puerta.

"Muy bien, ya tengo las entradas" dijo Kit.

"¿Qué esperamos? ¡Vamos, vamos, vamos!" Nos apuro Wayo tomando una mano mia y una de Kit para arrastrarnos a los juegos.

Para cualquiera que nos viera, parecíamos una familia. Ese pensamiento provocó que me sonrojada.

"Esta feliz Yo" la voz de Kit me saco de mis pensamientos.

"Si... Él quería demasiado venir con usted"

"¿Solo él?" Su pregunta me sorprendió. ¿Estaba coqueteando? Sonreí internamente antes de responder:

"Puede que haya sido influenciado bastante por su padre" creo que no esperaba esa respuesta porque volteo la cabeza. De todas formas noté un leve sonrojo en sus mejillas. Se veía adorable.

Acordamos que cada uno iba a tener su turno para elegir un juego, ahora era el turno del más pequeño.

"Quiero ir a las tazas giratorias papi" pidió.

"Allá iremos entonces" le sonreí y lo coloque sobre mis hombros para no perderlo entre la multitud. También tome la mano de Kit para entrelazar su meñique con el mio. Él se sorprendió un poco pero no quieto su mano. Eso me dio esperanzas y provocó una gran sonrisa de mi parte. Sonrisa que él devolvió.

Quizás era hora de ser completamente felices,

juntos.

Si ven algún error, no duden en decirme.

Gracias por leer ♥

Red

¡Quiero que seas mi papi! »MingKit«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora