CAPITULO III

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Llegamos al local, Witchclub. Era del estilo de Miranda yo no pintaba nada ahí. Entramos, era una discoteca gótica, pedí una Coca-Cola y me puse al fondo para que nadie me viera. Observaba a Miranda, ella se divertía, hablaba con todo el mundo  y todo el mundo la conocía. Miranda se sentó junto a mi en la barra y mientras hablamos varias personas se sacaron fotos con nosotras. Miranda se fue un segundo al baño y a hablar con unos amigos, así que tenia tiempo para observar más atentamente el bar: tenia las paredes de color gris y cortinas negras por todas partes, una bola de espejos en el techo y una pista de baile luminosa, la gente vestía de cuero o de negro, yo era la que destacaba con un vestido blanco por debajo de las rodillas; a diferencia de las demás chicas que llevaban vestidos ceñidos  yo lo llevaba suelto. Mientras examinaba el lugar vi al fondo del local a un chico solo, me miraba atento a todos y cada uno de mis movimientos, parecía tener la misma edad que yo.  No le va bien por qué estaba muy oscuro, pero como no le di mucha importancia bebí otro trago de la Coca-Cola que había dejado desatendida por unos minutos. Al segundo llego Miranda diciéndome que bailará con ella y no se que se me paso por la mente que le dije que si, me empecé a reír a carcajadas mientras daba zancadas hacia la pista, ni siquiera sabia bailar pero lo intente. Me tambaleaba para los lados, me chocaba con todo el mundo y la cabeza me daba vueltas. Lo último que recuerdo es que me estaba divirtiendo con Miranda mientras bailabamos y luego... Oscuridad.

Hola, por favor escribidme en los comentarios que opináis sobre la historia. La imagen de la portada no va con la descripción de las paredes pero no encontré otra foto. Espero que os guste BSS
Angie

LIGHTWOOD FORREST [en edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora