Mi prometida

Matrimonio

Capítulo 13

Matrimonio

Matrimonio. Una palabra con una carga importante de significado para algunos, mientras que para otros se encuentra tan carente de importancia como la nada. Al menos de forma aparente, porque incluso la palabra “nada” tiene significado. Un significante posee un significado. Es inevitable separar a una palabra de su sentido.

Para Lucy “matrimonio” era igual a familia, amor, maternidad, unión y pasión; pero para Natsu era algo carente de sentido. ¿Cuál era la diferencia entre amar y matrimonio? ¿Acaso no era lo mismo? Si te casas es por amor, ¿o no? Era lo mismo. Eso es lo que afirmaba.

 En realidad no era totalmente consciente de la magnitud de su sentido. Porque amar y casarse no eran lo mismo. Había bodas por compromiso, así como había amor sin anillo. Eran cuestiones que la sociedad había impuesto, parte de la normatividad para ser feliz; sin embargo, ninguno de los adjetivos, sustantivos o verbos utilizados eran prueba suficiente de una felicidad futura y segura. Porque el destino juega con los hombres y los hombres con el destino. Cada cosa ocurre sin previo aviso. En ocasiones sin sentido alguno.

Las palabras adquieren nuevo sentido según las situaciones, hay quienes no comprenden algo hasta que lo viven y otros que necesitan repetir para comprender. Así le pasó a Natsu.

Los días transcurrieron sin cambio alguno. Ya habían fijado fecha de boda: 7 de julio. En realidad por mera coincidencia porque esa fecha no era la preferida de Natsu, aun así aceptó porque lo vio de manera positiva. Dedicaría su unión con la mujer que amaba a su padre, Igneel.

La parte más difícil sin duda había sido comunicárselo a los miembros del gremio, muy especialmente a su equipo. Happy estaba feliz (¿irónico no? Happy estaba Happy), pero secretamente se sentía un poco defraudado. ¡Sus mejores amigos habían ocultado acontecimiento tan grande de él! Después de unos minutos olvidó su sentir cuando se imaginó a Charle de “dama”. Lucy la había escogido al igual que a Levy, Erza, Wendy, Jubia y Cana. Quienes eran las chicas más cercanas a ella. Mientras que Natsu, para hacer la parejita y porque apreciaba grandemente a su amigo azul, eligió a Happy como su padrino, al igual que a Gray, Gajeel, Romeo, Jellal y Laxus. Sin darse cuenta también emparejó a todos sus amigos con las damas de Lucy.

Las buenas nuevas tenían al gremio inmerso en la felicidad. Quien creían se volvería loca por la futura boda era la persona que inconscientemente más los envidiaba: Erza. Ante los ojos de los demás, ella siempre había deseado ser la novia. Lastimosamente su amado era perseguido por la justicia, así que no podían mantener un “romance” normal.

El gran ambiente en Fairy Tail provocó una fiesta que se extendió por 3 días. Y como siempre, mesas, sillas y en ocasiones, gente, salieron volando por aquí y por allá. Mientras que en algunas esquinas del gremio algunos discutían, otros combatían con magia. Todo en honor de la nueva pareja de Fairy Tail. Los exceed sin dudarlo se unieron a la gran fiesta, así que se les apreciaba por lo alto del lugar, volando con total libertad sin parar. Jugando y riendo mientras surgían pequeñas peleas de “amor” entre Lily y  Happy, por la pequeña Charle (peleas iniciadas innecesariamente por el gato azul), que sólo eran detenidas por alguna silla “voladora”.

El gremio era tan apasionante como siempre. Al tercer día, antes de que Lucy y Natsu se retiraran el equipo se acercó a ellos y dirigieron algunas palabras a la pareja.

-Lucy- san, Natsu – san, les deseo lo mejor. Haré mi mayor esfuerzo para que su boda sea realmente hermosa. Prometo que me esforzaré- dijo una joven Wendy llena de emoción y ojos brillantes.

-Hey fueguito. Lo hiciste bien he. Espero que la pobre de Lucy no se arrepienta a última hora. Si yo fuera ella huiría en el último momento-

-¿Qué dijiste maldito?-