La Motivación activa y condiciona todo lo que los seres humanos hacen, para bien y para mal, beneficio o perjuicio.
La Motivación activa la fuerza de voluntad y permite que el hombre construya el destino que se ha propuesto.
No es necesariamente cierto que existan personas que carezcan de suficiente fuerza de voluntad para hacer lo que desean, hay más bien, quienes que no tienen la Motivación necesaria para sostener sus procesos.
A efectos del crecimiento personal, la Motivación que sustenta todo acto de transformación y evolución parece simple: hacer aquello que resulte gratificante y produzca satisfacción.
¿Por qué entonces resulta tan difícil convertirse en la persona que se DESEA ser?, ¿por qué es complejo erradicar hábitos inapropiados, emociones destructivas, impulsos nocivos y hacer efectivamente lo que conviene?
La respuesta parece lógica: las personas privilegian gratificación y satisfacción de corto plazo sobre otras que tienen mayor valor pero deben construirse con esmero y paciencia.
Existe Motivación para alcanzar el peso ideal y verse como uno quiere en el espejo, pero también es gratificante comerse un apetitoso pastel ahora mismo. Motiva pensar en la vida económica que se quiere tener, pero también es gratificante aceptar un trabajo que paga bien ahora mismo aunque no contribuya a la visión mayor.
El problema no se encuentra en la propia Motivación, más bien en la preferencia otorgada a las gratificaciones en términos de tiempo. Las motivaciones mayores sucumben, muchas veces, ante las de corto plazo.
En las motivaciones de corto plazo (el pastel, la hora de sueño adicional, el ingreso inmediato, etc.), participan las Tentaciones. En las motivaciones mayores (la persona que deseo ser) debe actuar la Fuerza de Voluntad.
Es una lucha entre deseos (tentaciones) y DESEOS (propósitos mayores).
Para coincidir con las tentaciones las personas no deben hacer mucho. El contacto es sencillo y rápido, no hace falta hacer nada en particular. El estado de las personas que "se encuentran" con las tentaciones es completamente pasivo.
En cambio, para coincidir con los propósitos mayores las personas deben ACTIVARSE, deben hacer cosas concretas al respecto. Los propósitos mayores no se alcanzan por inercia, casualidad o fortuna, se tienen que construir.
Ahora bien, si la Motivación existe de hecho para alcanzar los propósitos mayores, todo radica en identificar una técnica que permita luchar eficientemente con las tentaciones y alcanzar el cauce de las gratificaciones mayores.
Esta técnica debe considerar el factor Tiempo, porque se trata de enfrentar y vencer gratificaciones de corto plazo para alcanzar luego los premios importantes.
En este punto surge la necesidad de entender un concepto fundamental: .
Mientras más ambicioso el objetivo, mayor la necesidad de establecer metas pequeñas. Solo con pasos cortos y seguros se realizan viajes largos y sin contratiempos.
La consecución de metas pequeñas proporciona ésa gratificación de corto plazo que lucha con las tentaciones. La satisfacción de alcanzar el Éxito (con "e" minúscula), refuerza la motivación para marchar en pos de la próxima meta. El circuito se vuelve virtuoso por efecto de la energía que genera.
Esta energía tiene una particularidad importante: constituye producto de la victoria del hombre sobre sí mismo. Y no existe triunfo que se valore más. Por mucho que las personas piensen que es gratificante vencer a otros, poco representa eso en comparación al goce que genera la victoria interna.
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Psicoanálisis y auto-ayuda con Danilo Díaz Granados
Non-FictionEl psiquiatra Danilo Díaz Granados te invita cordialmente a su biblioteca, donde los temas principales serán: la psicología, la autoayuda y la terapia de pareja. El Doctor Granados se ha especializado en la psiquiatría, el análisis y la terapia de...