03

140 23 8
                                    

Jaemin observó a Jaeno, ellos acaban de llegar al departamento y este se encontraba cocinando mientras él trataba de ver la televisión.

Fracasando cada pocos segundos, no podía apartar la vista del contrario. Había algo en la forma en que se movía, desenvolviendose claramente como el dueño del lugar que le seguía incomodando. Su mente seguía volviendo al recuerdo que tenía de la preparatoria, de todas las veces que vio al basquetbolista a la distancia y deseo ser lo suficientemente valiente como para acercarse.

Quería ser su amigo en un principio, Jaeno era sumamente amable con todo mundo y sonreía a todos de aquella manera tan encantadora, con aquel característico Eye Smile que a volvía loco a cualquiera.

Jaemin no fue la excepción.

Sin embargo, estaba seguro de que por más que soño alguna vez ir hasta Jaeno y hablarle, nunca tuvo la valentía suficiente para realmente hacerlo.

"Bebé, preparé tu comida favorita, Tteokbokki" la voz grave le trajo de vuelta al presente, Jaeno estaba colocando una serie de platos sobre la mesa de café y le veía dulcemente.

Desvió la mirada hacía los alimentos y se le hizo agua la boca, realmente tenía una eternidad sin probar algo hecho en casa o siquiera cerca de su comida preferida. El que Jaeno lo supiera sólo reafirmaba el que este estaba diciendo la verdad, no había otra forma en que supiera sobre lo que le gusta o disgusta si ellos no hubieran hablado antes.

"Jaeno, recuerdas el cómo fue que nosotros hablamos por primera vez" cuestionó con voz suave, manteniendo la mirada en la comida para asegurarse de no ver los bonitos ojos negros del contrario.

Escuchó una suave risa, seguida de una afirmación cuando el basquetbolista se dejó caer a su lado. "Por supuesto que sí, estabas tan molesto en ese momento. Te veías muy lindo" Jaemin se mordió el labio inferior, ahora estaba más curioso por escuchar al respecto.

"Tú... ¿Podrías contarme?"

Jaeno pareció quedarse estático y Jaemin también, lo había jodido. Se supone que él recordaba pero ahí iba, como todo un tonto a preguntar cosas porque era tan curioso. Pronto comenzó a sentirse realmente estúpido, y nervioso. No quería volver al hospital.

"Jaeno y-yo..."

"Sabía que no recordabas realmente y lo dijiste para salir de ahí, pero no importa ¿Sabes? Porque yo me encargaré de recordarte todo y cada uno de nuestros momentos juntos hasta que seas capaz de amarme como solías hacerlo" el tono melancólico con que dijo aquello hizo que Jaemin se volviera hacía él, viendo lo brillosos que estaban sus ojos.

Había tanto amor en ellos que a Jaemin se le cerró la garganta.

"No creo que sea necesario hacer eso, Jaeno yo..."

"Shhhh, no digas nada y comencemos de nuevo ¿De acuerdo?" propuso, pero cuando Jaemin iba a aceptar, agregó. "Pero primero necesito hacer ésto una vez más" y antes de que el castaño pudiera comprender la situación, acortó toda distancia entre ellos hasta volverla nula, atrapando el labio inferior de este entre sus dientes.

Jaemin se quedó estático sin poder creerlo por unos segundos. Lee Jaeno lo estaba mordiendo y no sólo eso, sino que en la boca.

Dientes incrustandose en la frágil piel de su belfo le robó un jadeo, para posteriormente sentir algo húmedo rozar la zona agraviada le hizo reaccionar, atrapando la traviesa lengua entre sus labios y succionando de esta un poco.

Las manos de Jaeno fueron a parar en el muslo de Jaemin, acariciándolo con movimiento circulares del pulgar y presionando ligeramente con el resto de los dedos.

Había algo caótico en cerrar los ojos y dejarse llevar, permitir que el deseo reprimido en años de anhelo fuera liberado al fin.

Le temblaban las manos y sudaban las palmas, sintiéndose como un adolescentes primerizo de nuevo. Incluso el corazón le latía fuertemente contra su caja torácica, alterado su respiración volviéndose cada vez más errática.

No podía concebir la idea de que los labios suaves y húmedos que acariciaban los suyos con tanta pasión y dulzura, como si fuera la persona más especial del mundo para Jaeno.

La razón le decía que estaba mal disfrutar tanto de aquello, sin embargo, la parte egoísta de sí le dijo que estaba bien. Se sentía tan bien porque era correcto.

Tenía que recordarse a sí mismo que en este momento por lo menos, Jaeno le deseaba y amaba.

Ellos se pertenecían.

Entonces Jaemin no tuvo más reparos en participar activamente en el beso, devorando aquellos labios que había deseado probar por tanto tiempo.

Cuando se hubieron separado ambos jadean en busca de oxígeno, la nariz de Jaeno descargada contra la mejilla de Jaemin.

"Quizá tu mente no me recuerde, pero tu cuerpo sí" murmuró en un aliento, besandole una vez más.

Jaemin deseo por primera vez que no fuera un sueño y que si lo era, que le permitieran permanecer en él para siempre.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 12, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Chemistry || NOMIN ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora