De pequeña me enamoré de la película de Peter Pan. Después de verla por primera vez empecé a dormir con la ventana abierta teniendo la esperanza de que algún día Peter Pan vendría a buscarme y a llevarme al País de Nunca Jamás.Con el paso de los años me di cuenta de que Peter no vendría por que no se puede evitar el crecer. Sin embargo lo que aprendí es a no dejar de la lado mi niña interior, esa que grita cada vez que ve la película y que sigue soñando con que Peter Pan llegará a buscarla. Y eso es lo mejor que me pudo haber enseñado esa película el no olvidar que todos fuimos niños y que por mucha seriedad que tengas que tener siempre hay un hueco para recordar y volver a vivir con ese niño.
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Pensamientos de una adolescente
EspiritualHay sentimientos que no se pueden explicar, ni describir... para saber que sucede es necesario adentrarse en ellos. En algún momento todos nos hemos preguntado ciertas cosas, pero no todos le buscamos un sentido a eso. En esta obra yo os muestro el...