En una habitación del hospital de Konoha era alumbrada por la luz de la luna.Afuera de la habitación se podía escuchar la tormenta de afuera como un fino eco, Sasuke estaba apoyado en el marco de la puerta mirando una escena que siempre recordaría. En el centro del cuarto se hallaba una cama perfectamente colocada, en ésta había una mujer con largo pelo negro azulado desordenado y pegado al cuerpo por el sudor, los ojos blancos brillantes, orgullosos de su logro, de su pequeño milagro particular.
Por que era un milagro después de tantos años naseria unas uchiha en Konoha.Por que por primera ves Sasuke sentía que su familia estaba conpleta.
Porque allí, entre los brazos de el amor su vida aunque no sabía si eso algún día lo diría en vos alta, protegido por el amor incondicional de ella, había dos pequeños bebés. Una de ella tenia una leve capa de pelo negro mientras la otra tenía el pelo de color café el pelo de anbas se veía de forma casi efímera sobre la cabeza de ambas.
Las bebes respiraban suavemente, tranquilas, con los ojos cerrados.Hinata alzó la mirada hacia Sasuke, quien sonrió levemente, demostrando lo orgulloso que se sentía por aquello.
Entró en la habitación, hasta llegar junto a su esposa y sentarse a su lado en la cama.
-Sasuke-kun, saluda a las nuevas Uchihas—No tartamudeó, aunque sí estaba algo sonrojada. Él se sentó a un lado de la cama.—La mayor es Kaede.—Señalando a le bebé de pelo negro quien en ese momento abrió los ojos mostrando unos ojos tan negros como los suyos.Sasuke tomó entre sus brazos a una de ellas, Hinata le dijo en un susurro que era la menor.
El Capitán anbu sonrió levemente cuando la pequeña tomó su dedo en su pequeño puñito,la bebé abrió los ojos lentamente, unos ojos de color plateado con un toque lavanda se iso presente.
- Hinata…¿Cómo vamos a llamarle?—Preguntó él, con suavidad, casi como si temiera que su mujer se rompiera. Por lo menos, presentaba un aspecto tan frágil que parecía ir a hacerlo en cualquier momento.
-Pues…-Ella calló unos segundos.—En realidad, no lo tengo muy claro…No había pensado en nada…
Sasuke observo a la bebe a diferensia de su hermana ella tenia los presiosos ojos de su esposa.Los ojos de su madre, la niña soltó babas y alzó sus manitas, buscando aún más atención. Sasuke solo alcanzó a recordar que, durante un tiempo, había estado solo en medio de la oscuridad, siendo absorbido un poco más cada día. Sin embargo, Sakura y Naruto le habían salvado pero fue Hinata quien lo saco por completo de esa oscuridad. Y los ojos de ella, unos ojos como los de su hija recién nacido, le guiaron hacia su hogar de nuevo, como un faro para los navegantes…como luz.
-Hikari.—Dijo, con una sonrisa.
-¿Hikari?—Inquirió la mujer de largo pelo asulado.
Sasuke depositó un beso en la frente de su esposa y ésta sonrió, dando a entender que aceptaba aquel nombre.
