El joven de ojos rojos y los camaradas.

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Kaede soltó un bufido de asco y se cruzó de brazos con fastidio. Ella, a sus seis años, siempre se había metido con las niñas que llevaban vestidos rosas (Menos con Hikary, solo había visto a su hermana con rosa una vez, y le quedaba realmente bien.) Y ahora llevaba un vestido de dicho color, ¡joder! Le encantaría soltar alguna palabrota, pero sabía que su madre la regañaría. Tras ella, Hikary con una camiseta blanca y una falda negra, se escondía sonrojada.

-Bien niñas, hoy es el cumpleaños de Kaede-san y Hikary-san así que vamos a cantarle algo…-Sonrió su sensei.

Mientras todas las niñas de la clase les cantaban el cumpleaños feliz, una sonrojada Hikary se ocultaba tras la espalda de su hermana, quien le dirigía una mirada fulminante a aquellas niñas que osaban hacerle burla a la mayor.

Más tarde, todas las niñas salieron a recoger flores, y la Uchiha mayor tenía auténticas ganas de tirarse del pelo, acababa de cumplir siete años, aquel era su primer año en la academia y…¡Mierda! Odiaba hacer eso de buscar "florecillas". Así pues, se escabulló a toda velocidad para colarse en la clase de los chicos, sin embargo, y al mirar su dichoso vestido, se dio cuenta de que no podría. Así, comenzó a caminar hacía el techo de la academia con su libro favorito.

- Hacer arreglos florales es muy tonto, qué infantiles- dijo Kaede cuando finalmente subió al techo.

Estaba todo muy silencioso allá arriba a pesar de que en el patio todos jugaban y hacían desorden; Kaede observó a sus compañeros desde lo más alto, más específicamente a su hermana quien la miraba molesta por haberla dejado. Kaede solo alzo los brazos suspirando no lo pude evitar Hikary sabía que no le gustaba las clases de arreglos florales.

-¿Qué le pasa a Hikary-chan?- preguntó Fugumi mientras pasaba una mano por su cabello rubio corto el cual le llegaba asta los hombros , sus ojos verdes estában fijos en Kaede -Está muy rara.

- A ella en verdad no le gusta estás clases - dijo Hikary suspirando.

- Es que las clases son problemáticas - dijo Shikami.

Kaede estaba tan sumergida en sus pensamientos que no notó que los extremos del barandal estaban flojos, y no fue hasta que el viento sopló con fuerza que levantó su falda, y cuando intentó bajarla se recargó aún más...

Y zas...

Cuando finalmente reaccionó, fue demasiado tarde. Intentó sujetarse de nuevo de un extremo del barandal pero ambos estaban demasiado flojos, así que cuando lo hizo se despegó por completo y ella cayó.

Estaba asustada, la altura era demasiado para ella, y sólo recordó que su madre le había dicho en una ocasión que se pusiera de espaldas para no lastimarse la cara...

Todas sus compañeras la vieron caer y fueron a su encuentro;

-¡MEGUMI-SENSEI! ¡MEGUMI-SENSEI!- gritaron algunos.

-¡Realiza una técnica de viento, Shikami- gritó Hikary.

-¡Necesito mi abanico! ¡No puedo aún hacerlo sin el! - Esclamo un pequeña pelinegra de dos coletas y ojos aguamarina.

- Fugumi no puede usar una técnica de viento.

-¿¡Estás loca!? ¡Aún no lo domino!

-¡ALGUIEN HAGA ALGO!- gritó Hikary.Ojala hubiese aprendido a hace técnicas que no fueran de fuego.Hikary trato de llegar asia dónde caería su hermana almenos trataría de atraparla para amortiguar el golpe.

Kaede vio el suelo y cerró los ojos, al igual que sus compañeros... y sabía que le iba a doler un infierno la caída.

Pero no sucedió.

Cuando abrió los ojos, estaba en brazos de alguien.

-¿Estás herida, Kaede-chan?- le preguntó el muchacho a la chica.

El chico delante de ella unos años mayores que ella mínimo tenía que tener 11 años, tenía la piel blanca, bonita, los ojos rojos , el cabello negro.

El corazón de la Uchiha dio un brinco; ella no había sentido algo así por nadie.

- Has crecido bastante Kaede-chan - dijo el chico de ojos rojos.

El chico la bajó de sus brazos, y le alcanso su libro, luego le regaló la sonrisa más sincera y preciosa que jamás nadie le había dado.

-¡KANEKI-KUN! ¡KANEKI-KUN!- gritó alguien desde el tejado- ¡KONOHAMARU-SENSEI NOS LLAMA!

-¡Ya voy!- le gritó a las dos chicas que lo llamaban y se volvió a Sarada- Procura mantenerte fuera del peligro...

Kaede abrió los ojos ese nombre le era familiar - Eres el hijo de la tía Kurenai.

El chico le guiñó el ojo y salió disparado hacia los su equipo que lo esperaban... y se perdió.

- Kaneki- kun.. -susurró apretando los puños.

Kaede sonrió viendo asia dónde había desaparecido el gennin para luego ser tirada al suelo por Hikary quien no paraba de llorar.

- Eres una tonta - dijo Hikary entre lágrimas abrasando a su hermana más fuerte. - Soy una inútil no te salve.

- Tranquila estoy bien - dijo sonriendo su melliza - Ya no llores.

Pero cuando se dió que Hikary no era la única que lloraba Fugumi y Shikami, estaban igual o peor que su hermana.

Kaede sonrió tenía amigas muy lloronas, pero muy buenas amigas sin duda, la demás niñas se habían quedado paralizadas pero ellas había ido corriendo asia ella pensando una solución lo más rápido que podían.

Tal ves tener camarada....amigas no es tan malo aunque aveces les guste hacer cosas aburridas.

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2023 ⏰

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