«FIFTEEN»

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El dichoso día de la fiesta llegó por fin y JungKook sólo quería permanecer encerrado en su habitación junto a JiMin.

Todo era un caos en el castillo, alfas, omegas y betas corriendo por do quier con adornos y flores, él no entendía para que tantas cosas cuando estaba más que claro que la fiesta solo duraría a lo máximo una hora porque JungKook aclararía las cosas desde un principio, daría un discurso corto que llevaba practicando desde días atrás y se marcharía con su alfa hacia donde sea.

Hablando del alfa, habían podido estar de nuevo juntos, claro, a escondidas. JungKook odiaba aquello, su hermano había aclarado de nuevo que solo les permitiría estar juntos dependiendo del resultado de aquella noche y que no quería verlos juntitos antes de eso.

También dijo que era una falta de respeto hacia el gran Kim MingYu que las pocas veces que JungKook habló con él solo fueron para escuchar como hablaba de si mismo y su riqueza, de como él era el mejor partido, la mejor opción para tener una vida perfecta siendo omega. Si JungKook le odiaba al principio ahora le aborrecia, pero trataba de ser lo más amable y educado posible para luego poder recibir su premio.

JiMin le apremiaba con mimos y muchos besos que lo dejaban jadeante por más, así como en esos momentos. Se encontraban dentro de la pequeña bodega que tenía el invernadero con JungKook sentado sobre una mesa de madera y JiMin entre sus piernas.

JungKook jadeó ante el repentino golpe de calor en su cuerpo y abrazó con mayor fuerza las caderas del pelirubio, sus manos sujetaron con fuerza la nuca de JiMin, buscando desesperadamente profundizar aquel beso.

—Maldición.—gruñó JiMin ante la oleada de excitación, sus manos se apretaron en los muslos de JungKook mientras empujaba su cadera contra la erección de JungKook.

JungKook gimió contra los labios de su alfa, lo necesitaba, ahí y ahora pero necesitaba aún más ser marcado.

—A-Alfa.—graznó JungKook con la respiración entrecortada y los ojos cristalizados, ladeó su cabeza dándole libre acceso al pelirubio quien gruñó al instante.—Marcame, marcame por favor.—

JiMin no estaba en sus cinco sentidos en esos momentos así que, si JungKook quería ser marcado, él lo haría, o al menos estuvo a punto de hacerlo hasta que sintió que era golpeado por un chorro de agua.

—No pueden hacer eso.—exclamó Yoongi en la entrada de la bodega y con una manguera en las manos.—Chanyeol va a matarlos.

La excitación entre los dos había salido corriendo ante la interrupción y se dieron cuenta por fin de lo que estuvieron a punto de hacer.

—Hoseok te esta buscando, JiMin.—continuó hablando el omega.

JiMin asintió un tanto perdido, volteó hacia JungKook y le dio un último y corto beso en los labios.

—Ve y cámbiate, falta poco para la fiesta.—
JungKook asintió con un leve puchero y observó salir al pelirubio, dejando a ambos omegas solos.

—¿Qué haces aquí?—preguntó con seriedad JungKook.

Yoongi alzó una ceja ante la pregunta.

—¿Cómo que qué hago aquí? Hoseok estaba...—

—Sabías que estábamos teniendo un momento, soltamos feromonas.—se quejó JungKook.

—Pudiste haber esperado o dicho que no lo encontraste.

—La verdad es que sólo olí a JiMin.—admitió encogiéndose de hombros.

—¿Pensabas que estaba solo?—cuestionó con un repentino nudo en la garganta.

—Esperaba que estuviera solo.—aclaró.

Hero «JIKOOK» OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora