Esa maldita ley...

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Me encontraba en la orilla del río sentado y mirando el agua fijamente mientras que en mis manos sostenia mi mas querida y vieja caña de pescar, hacia algo de hambre y yo necesitaba algo delicioso para llenar ese hondo vacío que se apoderaba mi estómago, necesitaba distraerme tambien después de todo...

Mi tobillo dolía menos y ya podía caminar mejor, podia mover mejor el brazo y no me he complicado mas con eso, estaba recuperandome, incluso mi fiebre iba bajando poco a poco; era extraño que moomin no saliera de su casa y me buscara como siempre lo hacía, pero era algo que no debería averiguar ni nada por el estilo, no quería entrometerme, aunque me asustaria un poco que ellos no estuvieran ahí y que la casa moomin estuviera vacía totalmente, o quizás era yo mismo que no escuchaba a los demás o que no estaba muy al pendiente, no estoy seguro..

Tenia muchas cosas en la cabeza y eso hacía que me pusiera un poco de mal humor o que no pueda dar una respuesta a todo lo que he estado pensando, de hecho... Justo ahora pensaba ir a al bosque de nuevo y caminar, estaba seguro que no habria otra tormenta, el cielo se ve despejado y no hubo mas lluvias desde entonces.

Suspiré mirando el lago y los peces no salian mucho últimamente, eso me quitaba un poco las esperanzas de poder pescar algo, sin mencionar que la cubeta estaba totalmente vacía y mi hambre era insoportable, no me quedaría de otra mas que tener que buscar algo en el bosque para poder alimentarme; así que me levanté y recogí mis cosas para dejarlas adentro de la carpa, decidí llevar mi mochila para asi estar prevenido por si algún peligro se hace presente en mi camino, llevaba conmigo mi navaja y las semillas de espectros (por sí esos oficiales se les ocurren perseguirme...), incluso otras cosas en las que me puedan servir.

Cargué mi mochila sobre mis hombros y salí de mi carpa para luego ver el bosque y me quedé un rato mirándolo, no estaba seguro de lo que encontraría, pero cualquier cosa... Para mi estaría bien, empecé a dar mis primeros pasos dirigiéndome al bosque, solo mostré una pequeña sonrisa mientras miraba al frente, era como si me fuera al sur de nuevo, pero en una estación muy temprana y además volvería muy pero muy pronto, necesitaba algo de suerte si quiero conseguir la comida que necesito, los frutos no son una comida que consuma muy a menudo, pero preferiría que esos fueran mi última comida que morir de hambre.

El bosque se veía tranquilo y fuera de peligro, el olor del pino inundó mis fosas nasales y el canto de las aves se hizo escuchar, todo parecía estar estable y los animales estaban en paz, yo me sentía libre... Caminaba con tranquilidad y podia sentir esa libertad en la que yo puedo hacer lo que quiera, no habría nadie que me digan lo contrario y que me impida hacer lo que mas amo hacer... Soy un ser libre...

Abrí mis ojos un momento para luego ver entre los arbustos algunos árboles que al parecer tenían ciertos frutos colgando de sus ramas, lo mas comun como manzanas y duraznos, me parecía suficiente para mí, quizás algunas me vendría bien y pueda llevarles un poco a mamámoomin para que cocine algo con ellas, no me imagino en que, solo algo delicioso, no debía pensar en eso... Me despertaba mas el hambre y no aguantaría más.

Me acerqué al primer árbol que tenía en frente y dejé mi mochila en el suelo para luego subir con facilidad y me acercaba a las manzanas, las iba arrancando una por una dejándolas caer suelo, tomaba las que ya estaban maduraz y frescas, en una de ellas sin aguantar, tomé una manzana y le di un gran mordisco con tal de que mi hambre se calmara un poco y vaya... Esta manzana estaba muy dulce y deliciosa, seguia dandole mordiscos en ella satisfaciendo mi paladar con cada mordida que le daba; terminaba de comerla y la dejé caer al suelo, no suelo ser así, pero el hambre no me dejaba pensar, pero no creo que seria problema en eso, después de todo crecerá un árbol mas y eso no es malo.

Salté del árbol cayendo de pie y empecé a recoger las manzanas que dejé caer y las echaba mi mochila para después irme a otro árbol que tenia duraznos y subí de nuevo para bajar algunos, también tomé un durazno y le daba mordiscos grandes, esto si que sabía muy bien, eran lo mas delicioso que he probado en mi vida, ojala pudiera comer una de éstas mas seguido, pero sigo prefiriendo el pescado para comer, esto solo sería un corto almuerzo para cuando los peces ya vuelvan a nadar por ahí.

finalmente te encontré... [snufkin & Joxter] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora