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when the party's over

...

Te lastimaré solo si me dejas. Me llamas amigo, pero me mantienes cerca.

Pero no importa, te llamaré cuando la fiesta termine.


..



Mayo, 2010.

La conocí en una mañana de invierno, mi madre había decidido por mudarnos a unas cuantas cuadras lejos, a un pequeño departamento económico que nos ayudaría financieramente. El dinero era una de las cosas que movía el mundo, y lastimosamente, era el que destruía el de nosotros. Mis padres, ambos con trabajos de medio tiempo apenas y nos podían permitir un par de lujos, que para muchos podían ser tan comunes como un par de pantalones. Recuerdo estar bajando del auto viejo de mi padre, encargándome de las cajas que tenían mi nombre por todas partes, había luchado mucho desde hacía más de una hora, pues todo el trabajo había recaído en mi al mi mamá estar arriba, ocupándose de acomodar todo y mi padre hablando con el rector del edificio.

Mis manos firmes en la caja, dando cada paso de manera dificultosa por el peso que conllevaba el objeto que parecía pesar más en mis brazos, entre al vestíbulo para poder dirigirme a las escaleras... Y fue cuando pasó, normalmente al caminar no miraba hacia delante o levantaba mi barbilla, de hecho, me limitaba a simplemente mirar las suelas de mis zapatos, nunca había sido lo suficientemente valiente y confiado para mirar a las personas a los ojos, y es por eso que torpemente había tropezado con alguien. El sonido de mí equipo de estudio trono compra la cerámica del suelo, de manera dolorosa pues había luchado mucho por comprar mis micrófonos, sintetizador y en general, todo lo que conllevaba lo que yo denominaba como mis tesoros. Unos zapatos blancos entraron a mi campo de visión, sabiendo que la persona frente a mí no se había movido ni un centímetro lejos. Subí mi mirada y me encontré con lo que parecía ser una de las escenas más peculiares que me habían pasado; normalmente siempre trataba de evitar escenas que me podían colocar en posiciones incómodas, por lo que muy poco podía decir que tenía encuentros casuales. Pero hoy, mis planes cambiaron pues una chica de cabello largo estaba frente a mí, con un peculiar gesto de calma a juzgar por la escena.

Una risa se escapó de sus labios al ver el desastre que habíamos hecho, y con sus ojos radiantes me preguntó si estaba bien. No supe responder, nunca había sido bueno con las palabras, de hecho, estaba seguro que nunca había sido bueno ni con las personas, eso lo tenía seguro luego de que mi primera novia me había terminado por patán e indiferente. Pero la manera en que miraba y sonreía pareció no percatarse de lo escéptico que yo podía llegar a ser, quería irme de ahí, evitar cualquier situación que pudiese atentar contra mí ansiedad, si  embargo de la manera más cordial reverencia ante mí y se presentó ella misma de manera elocuente y alegre.

— ¡Dios, pero qué descortés soy! — se colocó una mano en el pecho luego de colocar una lámpara rota en la caja en mis brazos—. Soy Seok Lee Nah. Vivo en el 35C, quinto piso.

Me miró expectante a que le respondiera, pero a diferencia de ella, yo solo tomé las últimas cosas del suelo y le respondí de manera seca.

—Min Yoon Gi — y no tome mucho tiempo para hacer una corta reverencia y encaminarme a las escaleras, donde podía huir a mi cueva; mi nueva casa.

¿Pero quién lo diría? Luego de esos días ver a Leenah fue tan común como despertar en las mañanas. Estudiaba en la misma secundaria pública que yo, recuerdo haber escuchado en muchos rincones de ella que ella una chica bastante solicitada, cordial, amable, increíblemente social y lo mejor de todo, un rato de sol hecho persona. Pero yo era muy tímido para tan siquiera saludarla por mí cuenta, porqué de una manera vergonzosa admitía que solo le dirigía la palabra cuando ella lo hacía primero, nunca me vi en la confianza de saludarle primero, ¿qué diría? ¿qué pensaría de mí si lo hiciera? Siempre me abarrotaban la mente de esas preguntas que lo único que hacían era ponerme por debajo en cualquier sentido. Creí que ella era mucho para mí y que la manera en que me miraba y trataba de hablar conmigo solo era común para ella.

roof ||| bts; sugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora