•1•

3.7K 99 2
                                    

Respiro profundo tratando de controlar los latidos erráticos de mi corazón y así lograr calmarme para lo que me espera a pocos metros.

Estoy a solo dos cuadras de su casa, las personas que pasan a mi lado me miran como su fuera un bicho raro, y más cuando ven hacia donde me dirijo. Normal, es raro ver a una chica como yo en uno de los peores barrios de la ciudad, donde el consumo y la venta de drogas es el sustento de la mayoría de las personas de este lugar. Se pueden ver pequeños grupos de personas drogándose y otros viviendo su vida como si nada, ignorando lo que pasa a su alrededor.

Ya puedo ver la casa de él, solo unos cuantos pasos nos separan, mis piernas parecen gelatinas debido al miedo. Cierro los ojos, respiro y avanzó hasta llegar al portón de su casa; está es una de las pocas del barrio que está en buen estado,— y no pareciera que se está por derrubar— está sobresale entre las de toda la cuadra. Tiene un estampado de piedras  al igual que el pequeño camino que te lleva a la puerta,  tiene un porche de madera y ventanas grandes a los costados de la puerta que llegan hasta el piso, con cortinas que como puedo ver desde aquí, son negras y hace lindo contraste con las piedras color marfil, agregandole a ésto, que es de dos plantas. Es lógico que trabajando dentro del tráfico de drogas logré sacar su buena ganancia y viva cómodamente.
Cruzo el portón que está entreabierto y caminó hasta la puerta, una última respiración profunda y toco timbre.

Puedo ver como las personas que se encuentran cerca entran rápido a sus casas y otros miran expectante a la espera, mientras yo rezo un padre nuestro para que salga intacta de esa casa, bueno si todo sale como espero algo importante para mí quedará aquí dentro, con él, pero no me importa si con esto voy a salvar la vida de mi hermano.
El desespero crece en mi y toco repetidas veces el timbre, cuanto más rápido sea ésto, más rápido podré estar con mi familia y difrutar de estar todos juntos como hace meses no lo hacíamos.

En un determinado momento, puedo escuchar como una voz ronca y profunda grita con enojo, avisando que está ocupado. Escuchar su voz hace que algo en mi estómago se apriete, y yo se muy bien lo que es, Miedo; eso es lo que él provoca en las personas, pánico, horror, caos, con solo su mirada logra intimidar a cualquiera y sin importar quien seas, hasta el mismo presidente tiembla a escuchar su nombre.

¿Quien es?, para la mayoría de la cuidad alguien con quien no debes meterte o respirar su mismo aire, para mi, mi salvación y la de mi hermano.
Tiene una larga lista de delitos cometidos según las personas, muchos dicen que a matado gente, otros dicen que a ido muchas veces a la cárcel y logrado salir como si nada, y que los policías se hacen los ciegos o sordos cuando dicen algo respecto a él, también, que podría tener ayuda de personas con influencia en el mundo, tanto del narcotráfico o el cotidiano, que no es posible que una persona como él camine entre nosotros como si nada, y más con tantos delitos cometidos.
Han llegado a decir que ha drogado mujeres hasta quedar en la inconsciencia y abusar de ellas, aunque esto último es mentira, ya que prácticamente las mujeres lo buscan y se arrancan las bragas cuando él pasa. Por suerte nunca antes lo había visto ni tenido trato con el, nadie sale bien de eso, la prueba de eso es mi hermano mayor.

Trato de no pensar más en eso y sigo tocando el timbre hasta que oigo una bufido furioso y un pequeño quejido desde dentro; a los minutos la puerta se abre bruscamente revelando en vivo y directo al temible Connor Black; este me mira con odio y parece importarle poco que se encuentre con el torso desnudo y el vaquero sin abrochar, y por lo que se ve, no trae ropa interior enseñando así en su parte de la pelvis, su bello que se pierde en el comiendo del bulto de su vaquero donde se encuentra una inminente erección.

— ¡¿Que parte de estoy ocupado no entendiste?!. — dijo/grita con ese tono de voz intimidante que hizo que temblará y diera un paso atrás, para después mirarme de ariba a bajo.— ¿Quien mierda eres?— hablo con desagrado.

Yo tratando de no soltarme a llorar, saque valor de lo más profundo de mi y lo enfrente. — Necesito hablar de algo importante contigo. — la voz me salió muy convincente que hasta me asusto el tono duro que use.

— No tengo tiempo para estupideces, si eres otras de esas que viene a hacerme una escena de celos cuando se entera que estoy follando con otra, te puedes ir por donde viniste, no jodas.— dice aún más enojado sacando sus propias conclusiones. Cuando trata de cerrarme la puerta en la cara, lo detengo con una mano y hablo.

— Por favor, es importante.... se que te va a interesar.— digo poniendo mi cara más convincente, no puedo dejar pasar esta oportunidad para ayudar a Jonathan.

Él me mira fijamente por un largo tiempo tratando de averiguar qué pasa conmigo, su mirada me asusta, me mira tan fijamente que sinto que sus ojos negros leen mi mente, me atraviesan, que sabe mis intensiones, a lo que vengo; sus espesas pero definidas cejas negras, están en una larga línea y su ceño fruncido lo hace más intimidante.
Después de un tiempo que se me hizo eterno hablo.

— Largo— lo mire sin entender, pensé que me lo decía a mi, ya que no me sacaba su miradaa. — Vístete y vete ¡AHORA!.— Es ahí cuando se gira y mira hacia dentro de donde sale un mujer mucho mayor que yo, y probablemente que él, tiene el cabello de un anaranjado demasiado chillón para mi gusto, el maquillaje corrido y su boca se ve con demasiada silicona, trae lo que parece su ropa en la mano y es cubierta solamente por su sostén; Parece que a está gente no les importa andarse desnudos.

— Pero si no terminamos, y sabes que no me gusta quedarme con las ganas.— dice haciendo puchero y rodeando su cuello, dándome el ignoraso del año.

—No lo volveré a repetir.— dice despacio remarcando cada palabra y mirándola fijamente con una mirada que te calaba hasta los huesos. — Largo—. Solo vasto eso para que la mujer con una velocidad impresionante se vistiera y se fuera, no sin antes pasar por mi lado y empujarme con su hombro. Suspiro.

Agarró con fuerza el bolso que traje colgado en mi hombro, y trató de recuperar la valentín que se me fue al caño.
¡Dios! aunque no quiera, tengo que admitir que Connor Black es hermoso, me duele admitirlo pero sino, eso significaría que estoy ciega, sus ojos negros son tan hipnotizantes y intrigantes; esconden un pasado tenebroso, su altura es intimidante y su bien proporcionado cuerpo lleno de músculos y tatuajes llama a pecar hasta a las monjas.

Me muerdo el labio pensando si es verdad todo lo que dicen de él con respecto al sexo, he escuchado que es una bestia en la cama, él no conoce lo delicado, enviste, penetra duro, rápido, profundo, hasta llegar a su liberación, las mujeres que han tenido el “placer” de estar con él tratan infinidades de veces de volver a estar entre sus sabanas, pero son pocas las que lo logran, ya que al señor no le gusta repetir.

Cuando se percata de que lo examinó levanta una ceja y se cruza de brazos.

— Espero y sea realmente importante.— dice con la mirada desafiante. — Porque me interrumpiste en mitad de una buena cogida, así que empieza.— sus palabras crudas hacen que me sonroje.

—Vengo a ofrecerte un trato.— Su entresejo se junta sin entender, así que agrego. — Por la deuda de Jonathan Vidal.—
Al desir el nombre de mi hermano parece entender todo, por lo que se corre de la puerta y me da lugar a pasar, pero aún así no deja su postura desafiante. Cuando ve que no me muevo dice con tono fuerte.

—Entra.— Con el corazón en la garganta y latiendo a mil entró a la boca del lobo y dudo de que salga viva de aquí.

----------------------------------

🌋😈

*Arriba los protagonistas.

|Deuda Que Pagar| -1ra Parte Completa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora