Las manos me tiemblan y estoy sudando por su culpa.
Si dejará de mirarme no estaría muera de miedo, me asusta y mucho. Nunca había estado tan nerviosa como lo estoy en este momento.Me encuentro sentada en su cocina con mis manos entrelazadas sobre mis muslos mirándolo de reojo, no puedo concentrarme y decirle porque vine, lo que tengo para ofrecerle y más con tremendo macho alfa enfrente mío, con sus grandes y fuertes brazos cruzados sobre su pecho apoyado en la encimera frente a mí, sigue sin camisa con su pecho bien trabajando, lleno de músculo y tatuajes al descubierto, mirándome impaciente esperando que hable. Por lo menos tuvo la decencia de abrocharse el pantalón.
— ¿Vas a hablar o te quedarás así todo el día?. — dice con su voz profunda para luego soltar un suspiro. — No se bien a qué has venido, tu hermano me debe dinero, una gran cantidad de dinero y no soy de los que dejan pasar las cosas. — dice descrusando sus brazos y caminando hasta la barra que nos separa para apoyar sus mando en ella e inclinarse un poco para mirarme con sus profundos ojos negros enojados. — Así que ve y dile a tu hermano de mierda que no sea tan cabron de mandar a su jodida hermana a resolver sus problemas, no me voy a dejar enternecer por una niña. Ve y dile que lo buscaré y le haré pagar lo que me debe, esa escoria no se librará tan fácil de mí. — dice con un tono que da mido, aunque el que hablara así de mi hermano me hizo enfurecer, sin pensarlo me levanté furiosa y golpeo la barra con las palmas de mis manos.
— No te permito que hables así de mi hermano, tu no sabes nada, ¡NADA!. Si, él anduvo en malos pasos pero esta tratando de areglar sus errores, a diferencia de ti que eres una ¡MIERDA! y seguirás siendo una mierda ¡SIEMPRE!. — no se de donde salió el valor para desile esas palabras, solo se que voy a morir hoy. Él me mira con rabia, su mira se ha oscurecido varios tonos —si es posible; sus nudillos están blancos por los puños que forman sus manos, y su respiración es inestable, parece un toro, no me lo veo venir cuando me agarra de cuello y me acerca aún más a él.
— Mira niña no voy a dejar que vengas a mi puta casa, me interrumpas la follada y encima me digas que soy una mierda. — Aprieta más fuerte sacándome el aire. — Así que si no quieres morir ¡VETE AHORA!. — me grita en la cara a lo que yo aprieto los ojos controlando las lágrimas que amenazan con salir, me suelta y caigo al pisó tocándome el cuello.
— P-or fa-vor dej-al-o en paz — digo tosiendo tratando de recuperar el aire. Luego de unos minutos en silencio encuentro mi voz. — Él ya dejó esas andanzas; por si no lo sabes, él hace dos meses estuvo gravemente herido en el hospital, además permaneció inconsciente una semana, y cuando despertó juró no volver a meterse en ese mundo, y yo le creo, creo en su palabra. — No mentía, mi hermano estuvo inconsciente una semana luego de sufrir graves heridas al enfrentarse a otro bando de traficantes, por suerte pudo recuperarse y ya está mejor, él siempre a sido un chico problemático y libre, pero cuando vio a mis padres desbastados al despertar, juró no volver a hacer lo que hacía, mis padres lo perdonaron y ahora tratan de recuperar el tiempo perdido. — Por favor dejalo, hace unos días llegó a mi apartamento todo golpeado, con muchas heridas, no me quiso desir que le pasó, pero escuche la llamada que le hiciste en la madrugada y supe que era contigo con quién tenía problemas, que te debía dinero. Yo vi lo desesperado que estaba y el miedo de decepcionar a nuestros padres denuevo, yo se que no es de ahora esa deuda, yo creí y creo en su palabra. — Yo sé que mi hermano no volvió a caer en las drogas, lo sé, lo siento.
Como puedo me levanto del piso y cuando lo miro me encuentro con su mirada.
Luego de unos minutos donde él parece examinarme habla. — A tu hermano lo conocí hace más o menos cinco meses, en las carreras, pero ya lo había visto algunas veces antes; estaba hasta el cuello en deudas, me pareció buen chico y le preste el dinero que necesitaba, con la condición de que me lo devolviera en tres meses, pasaron los tres meses, un mes más lo espere pero tu hermano se borró del mapa, entonces tuve que ir personalmente a hacerle un recordatorio. — dice con una mirada maliciosa al decir lo último.
Estoy feliz, yo tenía razón, mi hermano no se a metido en nada últimamente, con más razón voy a ayudarlo.—Entonces...¿No vas a dejarlo en paz hasta que te pague?. — pregunto esperando que diga que lo va a dejar pasar.
Mis esperanzas caen en cuestión de segundos. — Mira, tu hermano me debe 50.000 dólares. — me quedo sin aliento al momento que dice la cantidad. — Mucho ¿verdad?, y aunque decidí tomar un respiro de todo ese mundo de mierda, como puedes ver no soy un tipo que perdoné o deje para después, así que si no traes esa cantidad en tu bolso, que es ovio que no, puedes irte por donde viniste y darle el mensaje a tu hermano.— dice yéndose por la puerta de la cocina.
Respiro profundo y me preparo para lo que viene, ya estoy decidida, ahora más que nunca que se que mi hermano es inocente, voy a pagar la deuda de mi hermano, ya no hay vuelta atrás. Me paso una mano por el pelo y caminó decidida por donde se fue él. Lo encuentro en la sala mirando algo en su celular.
— Yo voy a pagar la deuda. — cuando me escucha se gira y me mira confundido por lo que agrego. — Se de una cosa a la que no te puedes resistir y tengo algo que espero compense la deuda de mi hermano. — él me sigue mirando confundido solo que ahora tiene el ceño fruncido.
Respiro profundo, tiro mi bolso al piso y me sacó la blusa de dentro de la pollera para después pasarla por encima de mi cabeza y tirarla en algún lugar de la sala revelando mi sujetador de encaje rojo.
Connor me mira y baja su mirada a mis pechos, se muerde el labio y sonríe de lado.—Parece que nos estamos entendiendo niña. — dice para luego sentarse en el sofá y mirarme como un depredador.
Es hora de dejar la vergüenza a un lado y pensar que hay una Deuda que pagar.
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😈💪
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|Deuda Que Pagar| -1ra Parte Completa-
Short StoryBrenda Que pensarían si les dijera que entregué mi virginidad al hombre más temido de la ciudad, sólo por una Deuda que Pagar de mi hermano. Sin nadie saber sobre esto. Que pensarían si supieran que después de que esas cuatro paredes fueron testigos...