Quinn se encontraba sentada frente a la fogata que había encendido hacia un par de horas, la roca que había arrastrado cerca de ésta le proporcionaba un sitio cómodo en el cual sentarse, mientras con sus brazos sujetaba sus piernas frente a ella, dejando descansar su mentón en sus rodillas.
Llevaba ya un tiempo esperando a quien había prometido traer la comida que se iba a preparar, y su estómago se tomaba la molestia de recordárselo cada nada.
El aviso de Valor, le hizo levantar su rostro mirando a su alrededor. Para ser sincera consigo misma, había esperado ese graznido que le avisaba que la otra chica estaba devuelta desde hacía mucho.
Luego de un par de minutos de mirar en la dirección que su compañero no paraba de observar, una figura apareció entre el follaje, pudo identificar a la encargada del fuerte tomando la pata trasera de lo que parecía un animal enorme, que iba arrastrando detrás suyo sin mucho esfuerzo.
La emoción por ver que había logrado capturar algo se convirtió en asombro cuando identifico la criatura que llevaba a rastras.
-Un jabalí gigante...-
Dejó salir en lugar de saludar.
-Así es. Tenía antojo de costillas de cerdo, espero te guste-
-¿Cómo... Como lo capturaste?-
Los jabalís gigantes eran reconocidos por ser bestias territoriales, por ser muy irascibles y por ser increíblemente tenaces. Incluso si asestabas una lanza atravesando su cerebro por completo, este cargaría hacia ti intentando empalarte en sus enormes colmillos antes de caer.
-¿Acaso importa? Vamos, preparemos la comida-
Quinn le miro con desconfianza, atrapar una bestia de ese calibre ya era una hazaña, pero su estómago le impidió seguir profundizando en ello y justo cuando empezaba a fantasear con las deliciosas posibilidades reparó en el brazo derecho de la de cabellos rojos, con el cual llevaba a su presa.
Desde la manga rasgada de la malla de tela que llevaba por camiseta bajo la placa una cantidad considerable de sangre brotaba, haciendo que pequeños rios rojizos corrieran por su antebrazo para luego caer como gotas desde sus dedos.
-¡Estas herida!- se alarmo -¿Qué pasó? ¿Estás bien?-
Shyvanna levantó su brazo para mirarlo con una expresión tranquila.
-Solo un pequeño descuido, pero apenas si me rasgo un poco la carne, no será problema-
-¡Claro que sí es problema! ¿¡Acaso tienes idea de lo que una herida así te puede causar!? Incluso si la herida en sí no fue letal, ¡la pérdida de sangre es un problema muy serio, y las posibilidades de infección también son peligrosas!-
Shyvana observó aún con tranquilidad a la más chica y su preocupación le confundió un poco, por lo que volvió a reparar en su herida. No entendía por qué formar tanto escándalo por un rasguño.
-Está bien, de verdad, esto no es nada-
Quinn se tomó los cabellos molesta y murmurando algo como "Por eso los novatos son una molestia" ingresó al fuerte, dejando a Shyvana aún más confundida.
Luego de unos minutos volvió con lo que parecía algunas ollas de metal y una pequeña bolsa de cuero, de la cual extrajo un recipiente con agua, vertiéndolo en una vasija metálica y colocándola sobre el fuego que tenía preparado ayudándose de un par de rocas para mantenerlo sobre éste.
Luego, se quitó el capote para lluvias y de entre sus ropajes sacó un pequeño contenedor, igualmente de cuero, el cual desenrollo, tomando una pequeña bolsa, una botella y un par de agujas de metal de varias formas y tamaños.
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Bajo Sus Alas [Quinn X Shyvanna] Fanfic
Storie d'amoreIncomprendida y extraña para todos los demas, un monstruo que nunca encajara en el reino para ella misma, pero para ella... Simplemente alguien fascinante. [Los personajes usados en esta historia son propiedad de Riot Games, Creditos a Riot por sus...