Quiero ser claro en dos cosas: la primera es que no me había enamorado antes y la segunda es que, probablemente sea la última.
Harry había conseguido colarse en mis pensamientos incluso y yo no hice nada para impedirlo.
Había caído en un estado de limerencia extremo del que no quería salir. Podría resultar enfermizo que todo me recordase al rizado. Sin embargo, ahí estaba yo, complacido de que alguien cambiara mi realidad y me convirtiera en una de esas personas que se embriagaba con el perfume del otro y pasaba el resto del día drogado sin necesidad de drogas.
Era insano. Era placentero.
Él estaba ahí cuando necesitaba. Cuando no sabía que lo hacía.
Experimenté un vacío en mi existencia, tan grande y tan ignorado, que cuando este chico de orbes esmeralda y sonrisa fácil llegó a mi vida y lo llenó así sin más, noté que estaba ahí, acechando.
A veces me pregunto qué sería de mi vida si él no simplemente hubiera dejado el correo en mi casillero y ya.
Y sólo quizá llego a la conclusión de que sería tan sosa que ahora, no tuviera nada que contar. Porque consideré que el hecho de que antes de su llegada, la idea de una familia no significara nada, y que luego de repente fuera un tema de suma importancia, era algo relevante.
Quizá su presencia dejó luz donde no supe que había oscuridad. Quizá finalmente entendí lo que se sentía ser amado.
Aquel sentimiento que no esperé antes, que no quise nunca y, que cuando finalmente lo tenía, no quería perder. Y sólo quizá quiero creer que soy lo suficientemente valiente para decir que lo aprecié cada maldito segundo.
Me despertaba en las mañanas con un aroma bastante agradable entre mis sábanas, a veces una mata de rizos haciéndome cosquillas en las mejillas o unos rosados labios besando por doquier con ternura. Cosas añorables, cosas deseadas por muchos. Detalles que simplemente hacen de tu vida algo mejor sin planearlo.
"Buenos días" susurraba contra mi cuello desnudo y yo sonreía en reflejo, porque ya no quería despertar de otra forma.
"Buenos días" respondía y él me besaba como si fuera lo único que quisiera hacer en su vida.
Luego llegaban las noches oscuras, difíciles madrugadas que no podía controlar. Mis manos temblaban temerosas, aún lo hacen, cuando la sensación de vacío me consumía desde adentro, no dejándome respirar ni pensar claramente. El nudo en mi garganta impidiéndome llorar y la presión en mi pecho obligándome a hacerlo.
Harry estaba ahí.
Siempre estuvo ahí.
Sus brazos rodeaban mi cintura, pegaba mi mejilla a su pecho y podía sentir su corazón latiendo, su palma acariciaba con ternura mi espalda desnuda y de sus labios salía en suaves susurros canciones de cuna. Su respiración calmada rozaba mi cuello y la sensación de cercanía finalmente me calmaba.
Harry siempre me calmaba.
"¿Estás mejor?" Preguntaba, sus labios pegados a mi mejilla.
Tarareaba una respuesta, incapaz de hablar, sólo disfrutando de su cercanía.
"Deberías acudir al médico, amor" sugería en medio de la bruma.
"Claro" era todo lo que le respondía. No era una promesa "Tengo sueño ahora"
Sentí como asentía sin decir nada más, y se recostaba dejándome espacio para hacer lo mismo a su lado. Apoyaba mi cabeza en su hombro y cuando el cansancio se apoderaba de mi febril cuerpo podía sentir que me acercaba más a su cuerpo, casi con necesidad.
Nunca me había enamorado. Nunca pensé hacerlo nunca.
Y ahí estaba él, tan hermoso bajo la luz del sol o de la luna, mirando a través de mi alma sin dificultad, y yo dejándole sin poner oposición.
Eso era algo real.
Supe que no podría volver a dormir si no era a su lado.
Zayn solía decir que me había contagiado su amabilidad, que ya no era el mismo estudiante gruñón que sólo esperaba llegar a cada y dormir hasta el siguiente milenio. Decía que se me veía feliz y yo le creía, porque realmente lo era.
Y un día, no sé cómo hablamos sobre ello, no sé por qué de repente la idea surgió de la nada mientras veíamos esa película que era su favorita y tenía el nombre tan largo que de alguna manera me lo aprendí y ya no sólo era 'la película de la chica que se tiñe el cabello, Jim Carrey y su lavado de cerebro'.
"No la entiendo a Clementine" murmuré.
"¿Por qué?" El me miró con curiosidad.
"Primero quiere olvidarlo usando todo eso de lavado cerebral y luego, escucha todas esas cosas que Joel dijo de su relación, y aún así va a buscarlo y comienza todo otra vez. Es ilógico" me encogí de hombros.
Harry frunció el ceño, se giró y me miró.
"Tal vez era inevitable que regresara" comentó.
"¿Qué? ¿Uno siempre vuelve a los lugares donde fue feliz?" Me burlé.
Harry parpadeó y volvió su vista a la pantalla.
"Sí, seguro" murmuró demasiado bajo, probablemente pensaba que yo no le escucharía. Aún así, no dije nada más.
Oh, Harry. Yo siempre volvería a ti.
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Someone you loved (l.s.)
FanfictionHarry siempre miró a Louis de lejos. Estudiaron juntos pero el chico bonito nunca lo miró siquiera. Fue cuando un día, una hermosa coincidencia ocurrió que pudo acercarse finalmente, y no fue su intención que eso sucediera de nuevo. La coincidencia...