Planeó soltarte, dejar todo en paz.
Intentó permitirme ser libre...
Te despido para no tenerte preso,
para que no tengas que sonreír si tus ojos se opacan.
Te despido para no encadenarme -vaya ironía -
para no tener que besarte si mi pecho arde.
No he de olvidarte, lo prometo;
no he de borrar todas tus sonrisas
(por más vacías que hayan sido)
Tampoco maldeciré tu nombre
(que más manchado en mis labios no podría estar)
no habrá más de mi desprecio.
(tanto amor te profese, que no podría ahora apuñalarte )
Pero no nos merecemos.
No merezco tu belleza exorbitante.
No mereces mis anhelos.
No quiero tu amor vacío.
No quieres mi corazón ciego.
No acepto tu poco interés.
No aceptas mis juramentos.
No rechazas mis letras, por simple egoísmo.
No rechazo tus labios, por pura cobardía.
Al fin.
Estamos fuera del juego.
Se acabaron las sonrisas fugaces,
los suspiros inoportunos.
Diremos adiós a las fotografías grises,
a los cuentos ocultos sin final.
No diremos que estamos mal,
aun menos premiaremos los aciertos.
Nos iremos, cada uno en un vagón distinto, sin cruce.
Y así partiremos.
Seguro veras cielos más claros,
noches más estrelladas o algún centellar de aureolas.
Recorre con tus dedos la galaxia entera;
pues perdida entre tus palmas me hallare.
Pero hasta ahí deja nuestro amor, ponle un alto a la pasada fiebre.
Ya no lo hagas, te lo pido.
No intentes dar vuelta atrás,
no te atrevas a destrozar mi momento.
No quieras ceder ante el capricho,
te lo imploro,
no me hagas dudar de está visión.
No temas.
Yo también estoy temblando,
pero aquí sigo,
con la idea de librarnos.
De darnos otra oportunidad.
Aun recuerdo nuestro inicio
-que parece tan cercano a este final-
tu cuerpo era de oro bajo la caricia del sol.
Tus labios resecos me imploraban hundirlos bajo el húmedo fluir de mis besos.
Y tus manos (oh, tan gloriosas tus manos),
tan fuertes que curaban el frío de mi alma.
Y esa calma, que sostenía mis delirios nocturnos.
Duras, tan llenas de placeres.
No importa a donde vaya, tu voz se cuelga de mis prendas.
Tu risa aparece, burbujeante, incapaz de darnos un respiro.
Soltémonos.
Qué más da si hay pesar al otro lado.
Que nos quedará ahora,
si solo éramos viajeros,
construyendo las partes de un recuerdo.
Fuimos nada, de tanto que había para ser.
Vivimos del orgullo, del miedo, carentes de la calma y aferrados a la desgracia...
Fuimos, pues ya no habrá más un "seremos".
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La Duat
SonstigesDuat es el lago que sofoca a la vida de muerte. Representa la lucha entre la fertilidad del Nilo y la aridez del desierto. Es trágico, oscuro, mágico y paciente. La Duat son silencios, son flores, son llantos. La Duat es poesía. ... Recopilación...