Despierto sintiéndome aturdido, mis parpados pesan, no quiero abrir los ojos pero siento algo extraño en la cara interna de mi codo derecho, lo toco y me sorprendo pues al parecer están haciéndome una transfusión, abro los ojos, estoy en lo que parece ser una habitación de hospital, tu estas recargado en la orilla de la cama durmiendo
-¿Camus?- te llamo pero mi voz sale débil, tengo muy seca la boca, siento como si me hubieran dado una paliza. Al parecer me escuchaste porque levantas la vista
-¡¡Despertaste!!- dices abalanzándote sobre mi abrazándome por el cuello, no entiendo el porqué de esa reacción, Afrodita entra a la habitación con dos vasos de café.
-Al fin estas despierto, nos diste un gran susto- dice acercándose a la cama
-¿Qué paso?- pregunto sin entender muy bien porque estoy en el hospital, porque ambos lucen tan aliviados de que despertara
-Llamare al doctor para que te revise y después hablaremos- dices apretando el botón para llamar a la enfermera que no tarda en llegar, me pregunta mi nombre y algunos otros datos, revisan mis ojos y reflejos, estoy confundido pero me dejo hacer esperando poder estar a solas contigo para que me expliques todo, el doctor entra poco después
-Señor Milo * qué bueno que ya despertó- recibe los papeles que le entrega la enfermera-Recibió una fuerte dosis de Rohypnol, un gramo más y pudo haber caído en estado de coma-
-¿Qué rayos?- digo alarmado –No consumí ningún medicamento- aclaro alarmado
-Fue Shiryu- aclaras tomando mi mano
-Podría proceder legalmente si así lo desea, le brindaremos el apoyo que requiera, mientras tanto debe permanecer aquí hasta que veamos que no tiene algún síndrome de abstinencia ni ninguna otra complicación-
-Gracias doctor- dices y el personal médico se retira, te miro confundido
-Bueno creo que ustedes tienen mucho de qué hablar- dice Afrodita besándome la frente y dándote un beso en la mejilla
-Gracias por todo-
-No hay de que Camus, que te mejores Milo-
Sale de la habitación dejándonos solos y por primera vez me fijo detenidamente en tu rostro, luces pálido tienes los ojos ojerosos e hinchados
-¿Qué ocurrió?- te pregunto perturbado no tengo ni idea de cuánto tiempo estuve inconsciente pero a juzgar por la luz que entra por las persianas ya debe ser de día
-Esperaba que tú me lo dijeras-
-No sé- me rasco la cabeza tratando de recordar- Estaba en el bar con los chicos del trabajo, estaba por irme pero insistieron en que me tomara otra copa después...- me esfuerzo por recordar pero todo está en blanco- Desperté aquí-
-Te drogaron Milo-
-¿Pero quién?-
-Ya te lo dije fue Shiryu-
-Oye sé que no te agrada pero no creo que se atreviera a tanto-
-Milo no entiendes, el me lo dijo-
-¿Cómo que él te lo dijo? –
Suspiras con frustración, sé que te molesta que no te crea o te entienda pero aún estoy algo atolondrado
-Llegue al departamento pasada la media noche, no contestabas mis llamadas así que estaba preocupado, cuando entre tú y Shiryu estaban en la cama...
-Espera espera yo no haría algo así- digo alarmado
-Déjame terminar- pides limpiándote las lágrimas –Estaba furioso así que los encare, pero tú estabas inconsciente así que supuse que algo estaba mal, llame a una ambulancia y cuando llegaron los paramédicos Shiryu admitió que puso algo en tu bebida-