G de Gatos

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Los animales no eran agradables con él.

Tal vez Shinobu tenía razón y era porque tenía una cara de pocos amigos siempre, pero desde que Shinobu le dijo que realmente le gustaba esa cara se decidió a no cambiarla si no era necesario.

En el camino se encontró con muchos gatos. Maullaban, jugaban, trepaban... Una escena tierna de ver.

Sin embargo cuando intentó acercarse a ellos, se le erizaron los pelos y soltaban sonidos de amenaza. Le intentaron arañar y se le abalanzaron en grupo.

No entendía por qué no les caía bien.

Y tampoco entendía por qué se amontonaban gustosamente en el regazo de su chica mariposa, le ronroneaban y se revolcaban a su alrededor.

Ella los acariciaba y ellos no le arañaban.

Los gatos eran seres raros.

Así que los espantó un poco y se llevó a la Pilar del Insecto. Decidió que las caricias ahora debían de ser para él.


ABC de una parejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora