cap 2

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Narra Bill
Estaba en el auto junto a Mack, ella apoyo su cabeza en mi hombro, yo le agarré la mano para entrelazar nuestros dedos. No pasa mucho tiempo ya que mi casa no quedaba muy lejos de la de Mack

Mamá: llegamos/ salio de el auto y volteó/ se durmieron

Volteó a ver a Cam y George, estaba dormido he intento moverme pero me doy cuenta de que Mack estaba dormida, asi que le pasó a Cam y George a mamá, yo cargo a Mack en forma de princesa y la llevo hasta mi habitación, la coloco en la cama donde se veía hermosa asi que me voy a el baño me pongo pijama y salgo de el baño para ir con Mack

____:por que no me despertaste/ dijo tapándose los ojos azules que tiene

Bill:Te veías tan hermosa como para despertarte / me senté en la cama

____:bueno me voy a cambiar/ agarro su maleta

Bill: Te pu-puedes cambiar a-aqui/ que acabo de decir / si qui-quieres /

____:Esta bien, eres mi novio no tiene que darte verguenza estar con migo, pero tampoco eres mi esposo para hacer cosas indebidas asi que lo lamento /agarro su ropa y se acerco / más no dije que no puedes espiar/ me guiño el ojo

Bill: jamás podría espiarte/ dije riendo

Mack entro a el baño y dejó la puerta entre abierta para que la viera, me acosté en la cama para tener una perfecta vista de ella, salió de el baño y me empezó a besar pero ese beso fue subiendo de intensidad que cuando reacciones ella estaba arriba de mi y todo era mágico  hasta que mamá grito que fuéramos a cenar. Mack y yo bajamos, cenamos y volvimos a subir pero Mack piso mal y se dobló el pie yo me preocupe y grite para que mamá viniera

Mamá: Te tengo que llevar a el hospital/ en eso se escuchó como empezó a caer la lluvia

______:me duele mucho, creo que me lo he roto

Bill:mamá no me siento bien / empecé a toser cada vez más fuerte, corrí hasta el baño y empece a vomitar tanto que me salió por la nariz

Mama: oh Dios Bill quédate aquí/ salio

Había pasado toda la tarde Mack se había quedado en el hospital se había lastimado el tobillo, la lluvia era más fuerte que nunca y yo me sentía fatal, aunque sigo sin entender porque me había enfermado de la nada, era muy raro

Cam y George:Bill haznos un barco porfavor / me robaron los pequeños y arranque una hoja de papel de mi cuaderno de dibujos

Narrador omnisciente

.
Bill: Ahora t–t–tráeme la p–p–parafina/ se dirigió a Georgie

George:¿Qué es eso? ¿Dónde está?

Bill:Está en el es–t–t–tante del s–ssótano, al bajar. En una caja que dice G–gu–Gulf. Tráeme eso, Junto con un cuchillo y un c–c–cuenco. Y una c–c–caja de f–fósforos.

George y Cam fueron en busca de esas cosas. George oyó que su madre seguía tocando el piano, pero ya no era para Cam, sino algo que no le gustaba tanto, algo que sonaba seco y alborotado; oyeron la lluvia azotando las ventanas de la cocina. Ese sonido era reconfortante, pero aun así la idea de bajar al sótano no les gustaba, ni le gustaba bajar por esas escaleras porque siempre imaginaban
que por allí abajo, en la oscuridad, había algo. Era una tontería, por supuesto, lo decían sus padres, lo
decía su madre, y, aún más importante, lo decía Bill y ____, pero aun así...
No les gustaba siquiera abrir la puerta para encender la luz, porque temían que mientras tanteaba en busca del interruptor, una garra espantosa se posara sobre sus muñecas... y los arrebatara hacia esa oscuridad que olía a suciedad, humedad y hortalizas podridas. ¡Qué estupidez! no existían monstruos con garras peludas y llenos de furia asesina. De vez
en cuando, alguien se volvía loco y mataba a mucha gente –a veces, Chet Huthley contaba cosas
de ésas, en el informativo de la noche–, y también estaban los comunistas, por supuesto, pero
ningún monstruo horripilante vivía en el sótano. No obstante, la idea persistía. En aquellos
momentos interminables, mientras Georgie buscaba a tientas la llave de la luz con la mano derecha su
brazo izquierdo se cogía con fuerza a Cam, el olor a sótano parecía intensificarse hasta llenar el mundo entero. Los olores a suciedad, humedad y hortalizas podridas se mezclaban en un olor inconfundible e ineludible; el del monstruo, la apoteosis de todos los monstruos. Era el olor de algo que él no sabía nombrar; el olor de Eso
Aquella mañana abrió la puerta para tantear interminablemente en busca del interruptor, sujetando el marco de la puerta con la fuerza de siempre, los ojos apretados, la punta de la lengua
asomando por la comisura de los labios como una raicilla agonizante buscando agua en un sitio de
sequía. ¿Gracioso? ¡Claro! "Mira a Georgie ¡Georgie le tiene miedo a la oscuridad! ¡Vaya tonto!"
El sonido del piano llegaba desde lo que su padre llamaba sala de estar y su madre sala de visitas. Sonaba a música de otro mundo, lejana, como deben de sonar las conversaciones y risas de una playa abarrotada al nadador exhausto que lucha contra la corriente.
¡Sus dedos encontraron el interruptor!
Lo accionaron... y nada. No había luz.
"¡Maldita sea! ¡La corriente eléctrica!"
George y Cam retiraron sus brazos como de un cesto lleno de serpientes se tratara. Retrocedieron de la puerta abierta, el corazón palpitante. No había corriente, por supuesto; habían olvidado que la corriente
estaba cortada. ¿Y ahora qué? ¿Decirle a Bill que no podían llevarle la caja de parafina porque no
había luz y tenían miedo de que algo los cogiese en las escaleras del sótano, algo que no era comunista ni un asesino loco, sino una criatura mucho peor? ¿Algo que simplemente deslizaría una parte de su maligno ser entre los peldaños para cogerlos por el tobillo? Sonaría ridículo. Otros
podrían reírse de esas fantasías, pero Bill no se reiría. Bill se pondría furioso. Bill diría: "A ver si
creces, Georgie...¿Quieres conquistar a Cam así?...¿Quieres este barquito o no?
Como si le leyera el pensamiento, Bill gritó desde el dormitorio:

Bill:¿se han muerto allí abajo, GGeorgie?

George:No, ya lo llevo, Bill / George  frotó los brazos de Cam para que desapareciese la delatora carne de gallina

Cam:Sólo nos hemos entretenido en tomar un poco de agua/ George soltó a Cam

George: Vamos






soy una perdedora (Bill y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora