cap 3

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Narrador omnisciente

Apenas George y Cam bajaron los cuatro escalones que faltaban para llegar al estante del sótano, el
corazón martilleándoles en su garganta, el vello de la nuca erizado, los ojos ardiendo, las manos
heladas y la seguridad de que, en cualquier momento, la puerta del sótano se cerraría dejándole a
oscuras y entonces oiría a Eso, algo peor que todos los comunistas y los asesinos del mundo, peor
que los japoneses, peor que Atila el huno, peor que los seres de cien películas de terror. Eso,
gruñendo profundamente –George y Cam oirían el gruñido en esos segundos demenciales antes de que
Eso se abalanzase sobre ellos y le despanzurrara las entrañas–. A causa de la inundación, el hedor
del sótano estaba peor que nunca. La casa se había salvado por encontrarse en la parte alta de Witcham Street, cerca de la cima de la colina, pero abajo aún seguía el agua estancada que se había filtrado por los cimientos de piedra. El olor era terroso y desagradable.
George y Cam examinaron los chismes del estante tan rápidamente como pudieron: latas viejas de betún
Kiwi y trapos para limpiar zapatos, una lámpara de queroseno rota, dos botellas de limpiacristales Windex casi vacías, una vieja lata de cera Turtle. Por alguna razón, esa lata les impresionó y contemplaron la tortuga de la tapa con perplejidad hipnótica. La apartaron luego hacia atrás... y allí estaba, por fin, una caja cuadrada con la inscripción Gulf.
George y Cam corrieron escaleras arriba tan rápido como pudieron, George dándose cuenta de que llevaba salidos los faldones de la camisa y de que esos faldones serían su perdición: la cosa del sótano le permitiría llegar casi hasta arriba y entonces le cogería por el faldón de la camisa y tiraría hacia atrás y...
Llegaron a la cocina y Cam cerró la puerta de un portazo. George se apoyó contra ella con los ojos
cerrados, la frente y los brazos cubiertos de sudor, sosteniendo la caja de parafina en una mano.
Oyó la voz de su madre:

Mama de Bill y George: Georgie, ¿podrías golpear la puerta un poco más, la próxima vez? Incluso podrías romper los platos del aparador.

Cam:Disculpe señorara fue/la interrumpió George

George: lo siento mamá me da miedo allá abajo

Bill:Georgie, so inútil/ llamó desde su dormitorio, con entonación grave para que la madre no le oyese.

Cam y George rieron y se abrazaron. El miedo había desaparecido, se había desprendido de ellos tan fácilmente como una pesadilla se desprende del hombre que despierta con la piel fría y el aliento agitado palpándose el cuerpo y mirando alrededor para asegurarse de que nada ha ocurrido en realidad: olvida la mitad cuando sus pies tocan el suelo; las tres cuartas partes, cuando sale de la ducha y
comienza a secarse con la toalla; y la totalidad cuando termina el desayuno. Desaparecida por
completo... hasta la próxima vez, cuando en el puño de la pesadilla todos los miedos volverán a
recordarse.
"Esa tortuga –pensó George, acercándose al cajón donde se guardaban los fósforos–.
¿Dónde he visto una tortuga así?"
Pero no lo recordó.
Sacaron una caja de cerillas del cajón, un cuchillo del escurridor (sosteniendo el filo lejos de su cuerpo, como le había enseñado su padre) y un pequeño bol del aparador. Luego volvió al cuarto
de Bill.

Bill:Eres un inepto, G–georgie /dijo  cordialmente mientras apartaba las cosas que había en su mesilla de noche: un vaso vacío, una jarra de agua, kleenex, libros, y un frasco de Vicks Vaporub . También
estaba allí la vieja radio Philco, pero no emitía ni a Chopin ni a Bach, sino una canción de Little
Richard... aunque muy bajito, tan bajito que Little Richard perdía toda su cruda y elemental potencia. La madre, que había estudiado piano en Juilliard, detestaba el rock and roll. Más que detestarlo, lo abominaba.

Cam:No es ningún inepto/ Cam abrazo a George para despues sentárse en el borde de la cama mientras George  ponia en la mesa las cosas que habían traído.
 
Bill:Sí lo es /Cam hizo un gesto gracioso hacia Bill

Cam:yo no diría nada si sabes que esta pequeña / se señaló/ y este pequeño/ señaló a George/ saben que tu y Mack  van hacer "tarea" se escuchan ruidos raros/ lo que hizo que Bill se sonrojaran, George y Cam comenzaron a reírse.

soy una perdedora (Bill y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora