Diarios de amor Emiliaco 2

34. Cena

*Capitulo largo, creo v:
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Emilio

Salimos de la casa de Joaquin al llamado muy temprano. Hoy es la cena con el ¿realmente no me quiere mi suegro? Y otra vez los diálogos se me estaban yendo. 

- Emilio, concéntrate ¿que pasa ahora?
- Si, si, ya voy es que... no nada. Sigamos
- Concéntrate y di bien los diálogos 

Al final de varios intentos pude decir bien los diálogos. En los camerinos ya solo me encontraba yo acomodando mis cosas para irnos cuando escuché algunas risas provenientes de afuera, salí. 

- Oh, que bueno que solo son ustedes. ¿Nos vamos Tahi?
- Si. Nos vemos mañana Niko- dijo y caminamos a mi camioneta
- Hasta mañana. ¡Usan protección!- reímos y nos fuimos a mi casa

- ¿Que hacemos aquí Milio? ¿No íbamos con mi papá?
- Si, pero no puedo ir vestido así ¿me ayudas?
- Sip. Aunque...-lo miré- Mailo... ¿por que no eres solo tu?- lo miré confundido- No tienes que vestirte diferente para agradarle a mi papá, aunque si quieres usa una camisa y un simple pantalón de mezclilla ¿va?- asentí- A mi mami le caes muy bien sin importar como te vistas. Se tu mismo Tahi
- Seré yo mismo- sonrió- Sería TODO... solo por ti- me acerqué y lo besé

Joaquin

Los nervios invadían cada vez mas a mi novio conforme nos íbamos acercando a mi casa, en cierta parte lo comprendía pero... ¿tan malo es mi padre para que le tenga miedo?

- ¡Ya llegamos!- avisé cuando entré mientras Milio estaba afuera arreglando unas cosas del carro y todo eso- Hola Diego- me saludó nervioso ¿el también?
- Hola hijo... ¿y Emilio?- me preguntó mi madre
- Esta afuera ajustando algunas cosas- se escuchó como cerró la puerta del auto- Ya viene ¿y mi papá?
- Dijo que llegaría un poquito tarde, hay mucho tráfico
- Buenas noches suegrita- saludó Emilio cuando entró- amor- me besó- ¿Y mi suegro?
- Hola yerno, va a llegar un poco tarde por el tráfico
- Ush que mala suerte. Hola Diego, quita esa cara de miedo que a mi me da mas
- Pues como no me va a dar miedo...- dijo honestamente y mi hermana y yo reímos
- Ya amor, no pasa nada- dijimos al mismo tiempo. A nuestros respectivos novios, claro
- Bueno, ya no te preocupes Dieguito, no es tan malo- dijo mi hermana abrazándolo
- Y tu- señalé a Emilio- Ya deja esos nervios, es solo mi padre
- El mismo que dijo que me haría picadillo
- Ya no-
- ¡Ya llegué!- avisó mi papá entrando- ¿Por que esas caras? ¿Tengo monos en la cara o que? ¡Animo chicos!- palmeó sus hombros- no muerdo

Narrador Omnisciente

Emilio y Diego trataban de no aparentar estar nerviosos aunque era algo realmente inevitable, Uberto Bondoni en verdad les daba miedo. ¿A quien no?

- Diego- el chico se sobresalto- ¿Por que estás con mi hija?
- Pues p...porque la quiero señor
- Eso no era lo que quería escuchar pero bueno... ¿y tu Emilio, por que estás con mi hijo?
- Pues porque es un ser maravilloso... y porque lo amo...- dijo mas seguro de sí
- A ver muchachos, tranquilos, no se porque me tienen miedo, no muerdo
- Dijo que iba a hacerme picadillo- susurró Emilio
- JAJAJAJA- lo miraron confundidos- ¿En serio te creíste eso?- asintió- Bueno... yo lo dije por si le hacías algo a mi hijo. También va para ti Diego
- Ay papá, Emilio ya le hizo tanta cosa a Joaquin y no lo veo hecho picadillo- los mencionados casi se atragantan con la comida
- ¡Renata!- gritaron y todos rieron 

El resto de la cena fue de gran agrado para todos, había risas, anécdotas, preguntas, momentos incómodos, uno que otro beso por la pena, albums de fotos. Todo el miedo con el que entraron los dos chicos se esfumó creando así un ambiente cálido y de confianza.