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Cachorrito.


Era Martes.

Había terminado la tarea de inglés que el profe nos había dejado para entregar durante el día y lo fui a buscar a la sala de profesores después de clases.

Lo estaba esperando cuando me llegó un mensaje del Nam, estaba en entrenamiento y quería que le comprara algo pa tomar porque no había alcanzado a comprar antes.

Cuando llegué estaban recién empezando y no estaba apurado así que lo espere hasta que los dejaran descansar.

-Gracias- me recibió la botella y me hizo cariñito en el pelo como si fuera perro.

-Oye, el Jin me invitó al mall más rato, ¿Querí venir?

-No, ahí no más, tengo que irme pa la casa, mi mamá me castigo porque no llegué el viernes.

Me puse a reír porque algo parecido me hubiera pasado de no ser por el Jin que habló con mi vieja.

-No sabía si era mejor decirle que me había peleado o quedarme callao.

De repente e inadvertidamente llegó el Yoongi y se paró al frente de nosotros así entero choro. El Nam lo miró feo.

-Oye, dame tu correo po, pa enviarte la información- chucha, verdad.

Saqué una hoja cualquiera pa anotar y me acordé que tengo un correo más mamón que la chucha. No lo cambiaba desde que tenía catorce po.

Ya que tanto, ni que fuera tan importante, le pasé la hoja y se fue.

-¿Qué onda?- preguntó el Namjoon no cachando ni una.

-Tenemos que hacer un trabajo juntos, de ahí te cuento mejor.

Justo los llamaron y yo me fui pa no estorbar más.

Iba en la micro a la casa del Jin, me bajé y el sol me atacó, tenía calore así que me desvíe pa comprar un helado en un negocio cerca.

Lo abrí y empecé a caminar. En eso apareció un auto con dos tipos arriba y pararon al lado mío.

-Wena po cachorrito, súbete y me chupai esta mejor- dijo el hombre que iba de conductor mientras me miraba de pies a cabeza.

-Estái lindo, me baño en chocolate pa que me chupí así- gritó el del otro lado.

Sentí mis piernas temblar y mi vista se nubló. Tenía miedo y no sabía que wea hacer. De repente me metí a un pasaje chico y cuando siguieron avanzando en el auto me fui corriendo a la casa del Jin, golpeé la puerta tantas veces pero nadie abrió, me tiré al piso apoyando mi espalda al lado de la puerta de entrada, yo no quería llorar, era una estupidez pero no podía parar, me sentía tan vulnerable.

Sentí unos pasos cerca mío y miré esperando ver al Jin.

-¿Qué te pasó?

Me vino un dolor de cabeza muy fuerte que me aturdió un poco. La persona que menos quería ver ahora en verdad estaba ahí.

¿Qué debía hacer? No quería mostrar debilidad ante él pero dentro de mí habían una ganas de ir y abrazarlo. Quería que me dijera que todo estaba bien y que no iba a pasar nada malo.

-Por qué estái así po. Si no me querí decir me voy no más.

Se dio la media vuelta, se iba a ir y me iba a dejar aquí tirado. Me levanté como pude y lo abracé, no quería que se fuera.

-Puta, me vai a dejar la polera llena de mocos.

-Sólo quiero un abrazo, un ratito nomás- traté de despegarme, lo juro. Pero las ganas de tenerlo cerca fueron más grandes aunque él no me quisiera ahí.

-Suéltalo altiro zángano culiao- ¿Ése era el Jin? -¿Qué te creí pa venir a tocar a mi Jimin?-lo empezó a insultar.

Cuando me aseguré de que era el Seokjin me fui corriendo donde él y me tiré a sus brazos como princesa en peligro. Yo no era así, ¿Que wea?

-Bebé, estái llorando-sentí su rabia, aproveché que tenía uñas llaves en la mano, se las quité y como pude abrí la puerta y me metí al living.

Yo no quería que nada de eso pasara, me hubiera gustado por último que él me hubiese abrazado. Solo quería sentirme seguro con alguien.

Me sentía asqueroso, no es mi culpa, no hice nada para que me trataran así. Me sentí tan pasao a llevar, y no quería llorar pero me daba pena, pena y rabia porque no pude hacer otra wea que no fuera salir corriendo.

Debí haberles dicho alguna wea, tirarle piedras por último.

Y pa cagarla más, el primero en aparecer es el weon que me gusta tanto, ni siquiera sé por qué si es una mierda de persona. Necesitaba al Jin, quería su voz y sus cariñitos tranquilizadores. Ese otro culiao no tenía pa qué verme así, ahora no me quiero imaginar todo lo que me va a webear.

yapo, que estí bien | yoonmin chilensis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora