Capitulo 2

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Harry sabía esconder a la perfección sus emociones, los años en el ejército y los que llevaba como coronel le habían enseñado lo fundamental que era hacerlo, su rostro nunca mostraba más emociones que las necesarias, pero al ver a "Max" como está le había pedido que la llamara trepar un árbol y entrar por la ventana del segundo piso a su propia casa había hecho que su rostro se desfigurará.

¿De dónde Hero había sacado a la muchacha? Ya era lo suficientemente malo que tuviera aventuras fuera del matrimonio, pero que fuera alguien como ella empeoraba las cosas.

Era delgada, despistada y extremadamente joven, además temblaba la mayor parte del tiempo y aún no sabía si se debía al frío de invierno o era porque estaba asustada con su presencia, era de complexión grande y ciertamente no tenía una mirada amable, había asustado a un par de niños en el pasado sin querer por lo mismo.

Sacudió la cabeza intentando recuperar algo de compostura y sacar los pensamientos de su cabeza poniendo en marcha su auto, no quería quedarse mucho tiempo en el lugar, se veía que no era el mejor barrio para quedarse estacionado mucho tiempo y estaba al otro lado de la ciudad, Clare se iba a enfadar si no llegaba a tiempo para cenar juntos.

Cenarían en silencio como siempre y cuando bebieran su copa diaria de vino le comentaría sobre la existencia de Maxine, Clare siempre había sido una mujer práctica, por esa razón se había enamorado y casado con ella, le daba soluciones y nunca problemas, le plantearía lo necesario que era tener a la chica bajo su vista ya que parecía carecer de sentido común, además le ayudaría cuando pudieran realizar la prueba de paternidad diciéndole de manera delicada a sus padres que después de todo si serían abuelos si está salia con resultados positivos.

Era bueno estar casado después de todo, se evitaba las partes difíciles de la vida donde tenía que usar esa sutileza que no poseía.

Luego de 45 minutos de viaje al fin Harry llegó a su casa, estaban todas las luces encendidas y al acercarse a la puerta un sutil olor a comida llegó a sus fosas nasales haciendo que soltará un gemido, no sabía que estaba tan hambriento hasta ese momento, entro sin hacer ruido y quito su abrigo poniéndolo sobre el perchero.

- Harry cariño ¿Eres tú?.- Este escucho la voz de su esposa desde el comedor y se dirigió ahí de inmediato viéndola poniendo platos sobre la mesa.

Perfecto, había llegado justo a tiempo. Beso suavemente sus labios tomando asiento de inmediato en la cabecera seguido por ella a su costado.

- ¿Cómo estuvo tu día? - Fue lo primero que Harry pregunto cómo de costumbre sabiendo que obtendría las mismas respuestas de siempre.

- Estuvo calmado, hoy visite a Amanda en el desayuno y le lleve algunas galletas de las que hice anoche, además aproveche a tomar el té con tus padres.

- ¿Cómo están?

- Bien, aunque dicen que deberías visitarlos más seguido. Pero ya les dije que estás hasta el tope con el trabajo.

- Ire la semana que viene.- Harry probo un bocado de la cena y suspiro, siempre sabía tan delicioso que hacía odiar cuando tenía que cenar afuera.- Está delicioso, gracias.

- Siempre dices lo mismo.- Está sonrió complacida.- ¿Quieres una copa de vino?

- Si, porfavor.- Harry bebió el resto de agua de su copa y le tendió la vacía a su esposa. Había estado tan agusto comiendo que el tiempo se le había pasado demasiado rápido y había llegado el momento de hablar.

- ¿Cómo estuvo tu día? Llegaste algo tarde.- Su esposa le devolvió la pregunta luego de un tiempo y este remojo sus labios con algo de vino para aclarar su garganta.

One Last Chance [H.S.Mature]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora