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-¿Quieres algo más?-pregunto después de dejar una taza de café a un lado de su desayuno.

Prepare rápidamente huevos revueltos con unos trazos de tocino. Así que eso es lo que desayunaremos.

-No, gracias.

Tomo asiento enfrente de el y comenzamos a desayunar en silencio.

-Tal vez quieras desayunar tranquilo pero... no puedo, me estoy muriendo por hablar.

-Entonces estoy aquí para escucharte.

Cubro mi rostro con mis manos. Suelto un suspiro y después comienzo a desahogarme. Las palabras salen de mi sin ningún filtro o ganas de cubrir algo. Me siento con las ganas inmensas de ser sincera.

-Lo siento, lo siento mucho. Como no tienes una idea. Jamás pensé que algo así me fuera a pasar. No a mi. Yo se que cometí muchas cosas mal, una de ellas fue no cuidarme y lo siento por eso, por quitarte algo que tú deseabas. Yo sentía que te había arrebatado algo que amabas y no pude con ese sentimiento. Sentí que te lastime y yo jamás quise hacerlo, por eso me fui. Lo puse en mi carta. Te amo muchísimo como para verte sufrir día a día. No podía con la idea de ti llorando por mi culpa, no podía con la idea de ti alejándote y deseando que eso no hubiese pasado.  Me odie muchísimo, al igual que me culpe.

>> Sentí que todo fue mi culpa, ahora ya no lo veo así, pero en el momento no podía,el dolor se apoderó de mi y solo veía todo negro y gris, ya no había más porque quedarme si te estaba lastimando. Pensé que sería más fácil el que te alejaras de mi, y lo hice, lo hice sin saber si era lo que tú realmente querías y lo siento. Discúlpame por siempre ser impulsiva y a veces actuar sin pensar.

>> La pase muy mal, no he dormido bien desde entonces, tampoco logro comer del todo bien. Mi abuelo fue el que me ayudó a darme cuanta que de verdad me estaba haciendo daño. Yo cometí el error y no sabes cuantas veces no me han dicho mi papá y mi abuelo que hable contigo. Solo que soy cobarde. Porque me daba miedo verte o escucharte sufrir. Era lo que menos quería hacerte, y pensé que sería una buena idea dejarte y que hicieras tu vida con alguien que si puede darte lo que yo te arrebate.

Paso una servilleta por mis mejillas y nariz. Paul no despega sus ojos de mi en ningún instante. Se queda callado unos segundos que para mi son eternos.

-Fue horrible ¿sabes? El ver la carta y ver que te habías ido. Yo también me culpe, me culpe por no ayudarte, por no apoyarte por todo lo que estabas pasando. Y el ver que te habías terminado con todo lo que quedaba me dejo sin nada. Pero no he dejado de amarte, en ningún momento me pregunté cuando dejaría de hacerlo, porque no quiero hacerlo. Me dio miedo el que algo malo te pasara y yo no estar ahí.

-Lo siento, de verdad lo siento yo...

-No quiero mas disculpas Sophie. Quiero que dejes de culparte, eso es lo que quiero. No quiero verte llorar, sabes que nunca me gusto verte llorar, ni siquiera por felicidad. Ya no quiero que suframos.

-Hice muchas cosas mal, y lo que menos quiero ahora es hacerte sufrir.

-Yo tampoco te quiero quiero hacer sufrir.

No lo haremos.

***

Tener a Paul tan cerca y no poder abrazarlo o tomarle la mano me quema. Quema más que si lo hiciera.

Después de la plática de esta mañana tome una ducha y lo acompañe al pequeño departamento que rento por un mes. Rento un departamento porque el sabía que necesitaba estar tiempo conmigo aquí en mi casa, y viendo la situación yo no quiero regresar a Londres sabiendo que mi abuelo está mal. De hecho no tengo pensado regresar a Londres si Paul y yo no podemos ni estar cerca

Efectos de un Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora