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23 de mayo, 2020

La vida es un pequeño cuento donde tomas las decisiones correctas o erróneas que provocan varios sucesos en tu futuro y dependiendo de que tan bien elijas es como te irá.

Mi corazón palpitaba con desesperación y el sudor bajando por mi frente me indicaba que había logrado mi meta del día, sin embargo, decidí sofocarme más para demostrarme a mí misma que podía hacerlo sin necesidad de estar bajo presión por lo cual seguí corriendo mientras escuchaba cómo gritaban mi nombre y yo lo ignoraba. Esquivaba a las personas que se ponían frente a mí a lo que recibía su mirada. Seguí corriendo hasta sentirme satisfecha para posteriormente dirigirme con tres mis amigos de la preparatoria: Gael, Aldo y Fernando.

—Creí que nunca pararías —habló el de tez blanca de nombre Aldo, tratando de controlar su respiración. Recordé que lo conocí en primer año, pero no fue hasta mitad del ciclo escolar que comenzamos a entablar una conversación debido a su cabello castaño que en ese entonces estaba pintado de blanco por una apuesta.

—Es Mirelle ¿Qué esperabas? —le preguntó el moreno, Gael. A él sí le hablé desde los primeros días gracias a que se sentaba cerca de mi butaca. Observé su cabello ondulado tratando de no recordar a su mamá, cosa que me fue imposible, tenían el mismo cabello.

—Mirelle no, por favor, es Ella —se burló el otro moreno de tez un poco más clara de nombre Fer, intentando hacerse una coleta con su largo cabello.

—Mi nombre artístico —reí.

—La futura presidenta —se volvió a burlar.

—Lo seré y tú serás mi criado —bromeé.

—Quisieras, tú estarás limpiándome los zapatos.

— ¡Ja! En tus sueños.

—Luego se dicen sus verdades —nos interrumpió Aldo que ya se encontraba echado en el pasto de la cancha de fútbol.

— ¿Para qué te acuestas? Levántate.

— ¡No! —se quejó —Sólo cinco minutos —me pidió.

—No —dije dándole un pequeño golpe en su estómago con mi pie.

— ¡Ándale!

—Levántate o golpe —amenazó Fernando. Gael rió.

Aldo de mala gana se levantó para seguidamente bufar.

—Es lo malo del ejercicio —se quejó.

—Tendrás un cuerpazo dentro de un tiempo y te gustará.

—Todo lo que hago por mi crush —se lamentó.

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