CAPITULO 2

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Aquel que se atreva a decir que mi vida de algún modo es perfecta… se equivoca, y se equivoca en grande. Tengo una vida muy… trágica, si creo que esa es la palabra.
Mi “mamá” si es que así puedo llamarla… no, mejor llamémosle ‘la señora que me pario’. Esta… señora, me dio la vida, y luego de 1 mes nos dejo a la suerte con mi papá, mi hermano mayor Pablo (quien en ese momento tenia 1 año) y a mi. 
8 años después, mi verdadero padre sufrió un accidente automovilístico, falleciendo en el acto. Desde entonces estamos a cargo de mis tios, quienes nos adoptaron y nos dieron un hogar. Ese mismo año nos vinimos a vivir a Canadá, fue donde conocí a mis mejores amigos Jenny y Joaquin y al resto de mis amigos Eliseo, Nicolas y Peter (1 año mayor que todos nosotros). 
Ese mismo año terminamos mudándonos a Londres y al año siguiente a Italia, para después volver a mi país de origen, Argentina. 
Nunca perdí el contacto con mis amigos, salvo cuando cumplí 15 años. Mi abuela falleció, mi tía Gabriela enloqueció (y no literalmente, ella realmente enloqueció) fue entonces cuando entre en depresión, una depresión muy fuerte causada por todos los dolores que me dio la vida, el abandono de la mujer que me dio la vida, el fallecimiento de mi papá, los cambios constantes de casa y país y finalmente el bullying. Nunca entendí porque mis compañeros no me querían, me despreciaban y me hacían sentir inferior a ellos. Sufrí anorexia nerviosa y anorexia depresiva. Fue lo que colmo el vaso. Gabriela quedo realmente loca, y si hago algo mal me pega, me castiga o me grita. Ya estoy acostumbrada… Roberto como se siente culpable termina dándome una gran suma de dinero y aumentando mi mesada. Como si eso fuera a compensar el dolor. 
Cielo, es la única hija de Gabriela, tiene 3 años. Y Pablo es mi hermano mayor, tiene 17 años, él es mi confidente, lo amo mucho, y siempre me escucha y me entiende. 

Desperté al otro día, estaba vestida y toda mi ropa seguía sobre mi cama. Anoche debí haberme dormido mientras ‘descansaba’. 
Como siempre, Gabriela se encontraba golpeado brutamente mi puerta para que me despierte. Me levante, duche y cambie, hoy seguramente tendría que ir a North Western para llenar la solicitud y hacer el examen de psicología para el ingreso. 

-Necesito que cuides a Cielo –me dijo Gabriela cruzando la puerta- 
-Tengo que ir al colegio, no puedo –me queje- 
-No me importa, la cuidas y punto final. Roberto vamos –se fue dando un portazo- 
-Perdón linda, te lo voy a compensar te lo juro –beso mi mejilla- Habla con Pablo para que la cuide un rato 

¿Lo ven? Eso es algo bastante cotidiano. Fui a la cocina y tome un vaso de jugo de naranja. 
Espere unos minutos y subí a despertar a Cielo. La bañe, cambie y salí de casa. 
Julian estaba en la entrada de la casa de su abuela con otro chico que se encontraba de espaldas. No puedo creer que este chico tenga cara de ángel y a la vez parezca un arrogante y desinteresado. 
Vi que me miro de pies a cabeza, cosa que me incomodó. Le dijo algo al chico que estaba hablando con él quien inmediatamente se volteo a verme y vino corriendo hacia mí. Lo mire algo asustada y más cuando me abrazo. 
Cielito reía divertida mientras este chico me daba vueltas en el aire como si fuera su novia. 

-Ei, basta bájame -le grite, ya me estaba mareando-

Me bajo lentamente, me tambaleé un poco pero volví a la normalidad. Julian tenia cara neutra, Cielito se estaba riendo y el otro chico me miraba sonriendo 

-No puedo creer lo rápido que te olvidas de tu mejor amigo -sonrió ampliamente- te extrañe mucho..
-Joa -grite y lo abrace fuertemente-

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Mi otra cuenta en Wattpad: @ChechuAguero (aca solo subo novelas escritas por mi, pero no son Orian)

Je t'aime [Adaptada] Novela OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora