Gray Anderson:
Dos días habían pasado. Por suerte, ayer fue un día interesante. Kai me acercó al edificio del gobierno para sacarme la seguridad social del país y básicamente... él habló por mí y rellenó los datos necesarios. Pero lo mejor de todo... es que nos fuimos a comer juntos a un pequeño local donde preparaban "gyozas", así lo llamó él a esas empanadillas de cerdo tan deliciosas. Al ser un pequeño puesto callejero, los dos las comimos con las manos, cosa que agradecí infinitamente.
Hoy, frente a mí, seguía el plato de comida, una comida rarísima que yo no había probado en mi vida, pero claro... estaba acostumbrado a la comida americana y la verdad... creo que mi hermano ya se había adaptado a las comidas japonesas, supongo que por Kai. Miré de nuevo el plato, había arroz ¡Eso lo reconocía! Y un montón de setas u hongos... ¿no podía haberme traído una hamburguesa y todo arreglado? Encima me había traído palillos... ¡Palillos! Ni siquiera sabía cómo se agarraban.
Kai había venido hoy también a cenar y ellos seguían hablando en el salón, pero yo me mantuve en la habitación por órdenes de Leo. Intentaba aguantarme pero... necesitaba ir al baño y era urgente. Me mentalicé para intentar contenerme, pensando en cosas agradables, pero la vejiga seguía imponiendo su ley y tenía que ir. Al final no aguanté más y abrí la puerta con cautela, intentando hacer el menor ruido posible y caminé hacia el baño. Llegué sin problemas y por fin me sentí a gusto. Me lavé las manos y salí de nuevo intentando no hacer ruido, pero la voz de Kai diciendo mi nombre me detuvo, miré hacia atrás pero no hablaba conmigo, sino con Leo. Me quedé allí paralizado porque estaba hablando de mí y quería saber que pasaba.
~ ¿Qué quiere estudiar, Gray? – preguntaba Kai a mi hermano.
~ ¿Gray estudia? – le preguntó mi hermano con incredulidad, pero claro, nunca había mantenido una conversación seria con mi hermano.
¡Pues claro que estudiaba! Quería ganarme la vida por mí mismo, quería no tener que deberle nada a nadie, ser independiente, tener mi propia casa en un futuro, encontrar al chico ideal para mí y supongo que llegar a casarme en algún momento. Desde luego la idea de quedarme en un sótano durmiendo en un colchón en el suelo, no era precisamente lo que yo quería.
~ Me dijo que tenía un certificado para la Universidad en la mochila o la matrícula... no estoy seguro – le insistió Kai -. ¿En serio no sabes qué es lo que quiere estudiar?.
~ La verdad es que no, no le he preguntado.
~ Medicina – le dije a Kai desde el pasillo y éste se giró a mirarme con una gran sonrisa.
Sonreí hacia Kai, pero la sonrisa se me esfumó cuando me crucé con los ojos de mi hermano mirándome mal por estar aquí con ellos. Me di cuenta entonces, de que había metido la pata, ¡no tenía que haber hablado con Kai! Me la iba a cargar en cuanto se fuera Kai y eso me asustaba. Quizá si me retiraba ahora esto se solucionaba y mi hermano lo dejaba como un malentendido.
~ Gray, creía que estabas cansado – me dijo Kai haciendo clara referencia a la excusa que había puesto mi hermano para que no le molestase en su cita con Kai – ¿por qué no te sientas con nosotros un rato? – comentó señalándome la silla de su lado.
Miré de nuevo a Leo y me pedía insistentemente con la mirada que me largase y sinceramente, no quería tener más problemas con mi hermano, bastante mal lo tenía ya, como para ir empeorando la situación.
~ Gracias, Kai pero... sólo quería ir al baño, me voy a dormir, nos vemos otro día, pasadlo bien – le comenté y Kai se extrañó cuando me di la vuelta por el pasillo y les perdí de vista entrando en mi habitación.
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Enamórame (Versión original- expandida)
RomanceGray, un chico estadounidense de dieciocho años acaba de perder a su madre en un accidente y según el testamento debe ir a vivir a Japón con su hermanastro Leo hasta que cumpla los veintiún años de edad. Gray se enfrenta a la pesadilla de su vida. U...