Gray Anderson:
Mi hermano abrió la puerta y me sorprendí al verle ¡hacía tantos años que no le había visto! Ya casi no recordaba su cabello oscuro, sus ojos fríos e intimidantes, pero no me imaginé que hubiera crecido tanto. Era bastante más alto que yo y más musculoso, supongo que yo con dieciocho años aún tenía mucho que crecer para igualarle. Él ya tenía casi veinticinco años. Me miró a mí primero con seriedad y luego miró a Kai que venía con una gran sonrisa y entonces, él sonrió y le abrazó clavando su fría mirada en mí.
~ ¿Qué te trae por aquí Kai? – le preguntó mi hermano.
~ Creo que se te ha perdido alguien – comentó Kai con una sonrisa – te lo he traído ¿Cómo se te puede haber olvidado que hoy venía tu hermano?
~ Lo siento – dijo sonriendo – ¡Dios! Gracias cielo por haberle encontrado – se lanzó a besar los labios de su novio, lo que provocó que me sonrojase y apartase la mirada al instante - ya sabes que mi cabeza últimamente no está donde tendría que estar. Llamaron de la empresa y estuve ocupado hasta hace nada en aburridas reuniones. Pero pasad, no os quedéis en la entrada.
Entramos en la casa y me mantuve a la espalda de Kai. Ya conocía a mi hermano, solía fingir que todo estaba bien cuando había gente, así que no terminaba de fiarme de él. Preferí permanecer cerca de Kai por si acaso. Además... era policía.
Miré el interior de la casa. Todo estaba muy ordenado, perfectamente recogido, limpio casi inmaculado, como si cada cosa tuviera su lugar concreto. Podía ver algunas cosas caras por la casa, unos jarrones, cuadros, supuse que a mi hermano le había ido bien en los negocios familiares, era cierto que mi madre siempre dijo que era bueno con las finanzas y ahora dirigía un prestigioso hotel. Creo que se había acostumbrado un poco a los lujos, no sé si yo encajaba en este estilo de casa. Miré mi mochila al hombro donde tenía todas mis cosas y sonreí... desde luego ¡No era mi estilo de vida para nada!
~ ¿Qué tal estás Gray? – me preguntó mi hermano abrazándome de golpe ¡Era la primera vez que me abrazaba!
Leo jamás me habría abrazado, es más, se cortaría las manos antes de tener que abrazarme. Puede ser que hubiese cambiado... quizá tantos años viviendo solo aquí en Japón hubieran levantado en él cierto apego a la familia, pero no podía estar seguro hasta que no se alejase Kai del lugar, algo que me daba un poco de miedo.
~ Estoy bien – le dije con la voz más seria que pude sacar, evidentemente... mentía ¡Claro que no estaba bien, mi madre adoptiva acababa de morir y ahora estaba aquí con mi hermanastro!
~ Debió de ser muy duro para ti lo de la mamá – me dijo intentando consolarme – yo también he sufrido mucho, pero ahora estamos juntos, todo irá bien – sonrió y esas sonrisas ya me las conocía. No eran precisamente que me gustasen, me aterrorizaban. – ven, te enseñaré tu cuarto.
Miré primero a Leo que se había levantado y caminaba hacia el pasillo de las escaleras y luego miré a Kai, que me sonreía y me animaba a que fuera con Leo. Pensé en ambas sonrisas, la de Leo era tan fría y carente de sentimientos y la de Kai era tan... perfecta, tan cálida, tan acogedora. Intenté sonreírle y me levanté del sillón caminando tras mi hermano.
Me iba explicando mientras avanzábamos por el pasillo que la habitación no estaba acomodada, pero que podría comprar lo que necesitase, sólo tenía que decírselo ¡Quizá sí había cambiado! Porque hacía un rato que habíamos salido de la vista de Kai y seguía comportándose con amabilidad, claro que a mí no me gustó nada cuando en vez de ir hacia las escaleras de subida, íbamos hacia las del sótano ¡Mi habitación estaba en un sótano!
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Enamórame (Versión original- expandida)
عاطفيةGray, un chico estadounidense de dieciocho años acaba de perder a su madre en un accidente y según el testamento debe ir a vivir a Japón con su hermanastro Leo hasta que cumpla los veintiún años de edad. Gray se enfrenta a la pesadilla de su vida. U...