Capítulo V. El último baile
Y los días... suceden de manera extraña.
Casi una melodía atrapada en el tiempo, un ir y venir de horas interminables y un dolor, justo aquí, en el pecho.
Incompleta, vacía... siento que estoy a la espera de nadie y no dejo de buscar todo el tiempo.
¿Qué son esas siluetas allá a lo lejos?
Siempre, dormir, despertar y caminar.
Un bucle y ciclo interminable.
Un dolor de algo perdido, de algo que debería saber y no lo encuentro...
¿Es esto un recuerdo ?
Un llanto desconsolado, se escucha a lo lejos y despierto... camino y encuentro.
Mamá es más grande esta vez, su cabello se ha tornado algo más blanco... y camino y trato de abrazarla pero no puedo.
Y duermo de nuevo.
¿Cuánto tiempo he estado así?
Despertando, caminando, buscando de nuevo.
La noche me despierta de nuevo y mi vestido blanco ondea con cada paso que voy... a lo lejos escuchó mi nombre per no hay nada ahí... y entonces los veo.
Los hombres son hombres y salvajes como siempre parecen seguirme con cierto egocentrismo y sonrío y camino y los llevo al cerro, a ese parque que soñaba visitar.
Y me ven y sonrío.
¿Es esto lo que busco?
Aquella noche, la música sube en el aire y aunque para todo mundo parece fiesta, a mi me suena melancólica, como si combinará con mi tristeza.
Aquellos buitres que se doblegan por mi sonrisa me siguen invitando a bailar y quiero, quiero hacerlo pero mis piernas se atan al suelo, plomo y acero como si me convirtiera en una estatua... ¿Es esto lo que quiero?
Y vuelvo a dormir, decepcionada por que no he encontrado lo que quiero.
Y duermo de nuevo, y camino y busco otra vez.
Y mamá llora de nuevo.
Pero esa noche no duermo, no lo hago... por que lo veo.
Algo que duele en el pecho, corre veloz en mis costillas y esos ojos oscuros me encuentran y siento, por primera vez en mucho tiempo, que despierto de nuevo.
Me sonríe y hay dulzura en esos labios. Una ternura que no había experimentado antes y me conmuevo y bailo con él.
Por un momento, lo veo y me basta con eso.
Es algo dulce esta canción y siento que algo vive dentro mío, siento qué hay algo funcionando de nuevo.
No duermo esa noche de nuevo, por que estás tú a mi lado. No duermo ni camino de nuevo por que me tomas de la mano y bailas conmigo.
Y algo, de repente llega a mi memoria.
Tan fugaz con una luz que se apaga de golpe y mis ojos se llenan de lágrimas por que entiendo, por qué duermo y camino y he buscado tanto tiempo...
Pero no lloro de nuevo, por que ahora te tengo y debo dejarte ir.
Y me sonríes y se me ablanda el corazón y te sonrío y me siento cada vez más vacía.
Y me dejas ahí, donde una vez estuve viva y te veo desaparecer, quizá la última vez que te vea.
Y esta vez, cuando voy a dormir... no despierto de nuevo.
- Está historia está basada en la leyenda de la mujer de la pérgola, contada por la hojita EdnaMariaNzrLg 🍂 , gracias por contarme esta historia
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Lo que las hojas me contaron
ParanormalMás allá de la pálida memoria... Existe un lugar perdido en las páginas viejas de un libro... un lugar en el que las leyendas... se hacen realidad. (...) antología de leyendas urbanas (...)