Capítulo 02 "Ahogando el llanto seco"

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Ahogando el llanto seco

El campo de batalla ya se encontraba desolado, el sucio aroma de pólvora mezclado con sangre se esparcía velozmente por todo el terreno al tiempo que su profundo y tétrico silencio era perturbado por el escandaloso ruido de las hélices de un helicóptero chocando con el aire. Se dirigía a un punto en especial, se dirigían hacía dos hombres que esperaban ansiosos su llegada.

—Fue tan sencillo acabar con ellos que hubiera podido hacerlo con los ojos cerrados y con el brazo izquierdo atado —decía la fuerte mujer pelirroja con la respiración agitada, riendo levemente y apoyando sus manos en sus rodillas, claramente agotada.

—Tu aspecto traiciona a tus palabras Svetlana —contestaba riendo el rubio a la joven—. Quizás deberías entrenar un poco más tu cuerpo como para poder decir ese tipo de cosas… Además ¿Por qué el brazo izquierdo?, ¿por qué no el derecho, demasiado pasado de nivel para ti? —Waffe reprendía a la chica con un tono de ironía y humor en su jadeante voz.

—¿Recuerdas que soy zurda? —explicaba en forma de pregunta girando su cabeza hacía el joven de ojos color miel con una expresión de picardía en su rostro y en respuesta el rubio se limitó a esquivar su mirada y pensar “No dije nada, no dije nada”—. ¡Pero vamos! Mira quien habla, el hombre al que le tiemblan las piernas y casi ni se puede mantener en pies luego de lanzar unos cuantos misiles. —la respiración agitada fue reemplazada por una risa satisfactoria por parte de la burletera joven y la mirada de vergüenza del joven fue sustituida por una de odio y “seriedad” para la pelirroja.

Mientras esos dos conversaban, si es que ese cruce de diálogos se podían llamar conversación, en el helicóptero, que cada vez estaba más y más cerca de su objetivo, se hallaban 4 hombres, aquellos a los que Svetlana tiempo atrás había dejado de lado para ir en búsqueda y, a su vez, en rescate de su endeble compañero que aunque no quisiera admitirlo le tenía bastante aprecio, igualmente ocurría con su fallecido aliado, le dolía profundamente su muerte y lamentaba su perdida como nadie, tenía tantas cosas que decirle a ese joven moreno que no le alcanzaría una vida para expresárselo. Sin embargo, no podía mostrar debilidad enfrente del hombre rubio pues su actitud era parecida a la de un padre enfrente de sus hijos y este necio pensamiento no le permitía ser sensible, delante de Waffe, en momentos como estos.

Volviendo con quienes estaban en la aeronave nos podemos encontrar con el piloto, un hombre no tan maduro pero de apariencia envejecida, cabello áspero, pardo y corto. De piel tostada y ojos verdes ausentes que en realidad solo se lograban concentrar en una cosa, el pilotaje, vestía un traje de color verde oliva con el mismo modelo de estilo completo y brazos desabrigados que vimos anteriormente, no necesitaba más complementos, era un piloto y eso era todo. Este experimentado piloto llevaba por nombre Jimmy Kairys y era el aviador a cargo de este grupo desde hace ya bastante tiempo.

Al lado del aeronauta moreno, de copiloto, nos topábamos con tipo delgado de tez blanquecina, cabello lacio de un tono opaco grisáceo que caía bruscamente sobre sus estrechos hombros, cubriendo así su fino cuello. Lo anterior combinado con sus ojos de un suave color celeste indicaba despreocupación y serenidad, vestía un pantalón negro desajustado, una camisa gris suelta que combinaba con una chaqueta sencilla parecida a una cazadora negra y delgada la cual llevaba abierta.

Un hombre desprevenido, despreocupado y aparentemente no muy fuerte, aunque las apariencias engañan a cualquiera y ese era el plan, pasar por alguien común. Comparándolo con Waffe cometeríamos el error de pensar que nuestro joven rubio y musculoso sería más resistente que aquel hombre el cual superaba fácilmente a Svetlana en lo que a fuerza física se refiere.

Este hombre recibía por nombre Igor, Igor Fuhren, el capitán del escuadrón N°3 ruso-alemán al que pertenecen Svetlana y Waffe y pertenecía Sterben. Este escuadrón es conformado por 6 hombres, incluyendo al capitán. Un caído en guerra, dos esperando por su rescate de aquel terreno muerto y los otros dos se encontraban reposando en los asientos traseros del helicóptero tras haber respaldado a sus jóvenes aliados.

La Rebelión Del InvocadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora