Prologo: El Camino a La Diosa

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Saga no había perdido el tiempo, y se encontraba ya atravesando las primeras casas del santuario. Como era de esperarse, las casas de Aries y Tauro estaban vacías, pues la mayoría de los caballeros de oro se habían retirado del santuario para completar sus entrenamientos. Al llegar a la casa de Cáncer se encontró a DeathMask, que estaba sentado al pie de la escalera esperándolo.

- ¿Acaso me detendrás? - Saga ya no perdería más el tiempo. Su plan de asesinar al patriarca ya había fallado, peor aún podía tomar la vida de Athena y apoderarse de Nike y el escudo Aegis, solo eso sería suficiente para apoderarse del santuario.

- Jeje - Se rió. - Veo que el poder te ha consumido Saga.

La mirada entre ambos se mantenía constante en un silencio natural cómplice. El caballero de Cáncer se levantó y le dio la espalda a Saga.

- Si demuestras tu poder... seré fiel a tus ideales, Saga.

Saga no respondió, solo rió con malicia y continuó su camino a toda velocidad. No dejaría que nadie se interpusiera en su camino, el mundo sería suyo.



A pesar de la emergencia de la situación, los soldados rasos no habían sido informados de la situación, ni nadie además de los presentes en el momento de la rebelión de Saga. Aioria y Mu atravesaban la casa de Aries.

- Tranquilo Aioria, tu hermano estará bien - Mu podía sentir la preocupación de su compañero.

- Lo sé... ¿Pero qué le sucederá después?

Mu sabía perfectamente a lo que se refería. Un caballero, de cualquier tipo, era entrenado para que en situaciones de emergencia siempre diera su vida por la diosa Athena. El trabajo en equipo y compañerismo era fundamental, pero Athena siempre sería prioridad, incluso dar la vida para que otro compañero de armas sea capaz de defenderla de la amenaza.

- Aioros, él... - Mu no tenía claro que sería de él y que tipo de sanción le daría su maestro Shion. No era una situación común. - Él estará bien.

Aioria no tenía claro si confiar en aquella vaga respuesta, pero decidió concentrarse en lo que debían hacer ahora. Detener a Saga y salvar a Athena.

Cuando llegaron a la casa de Cáncer no se encontraron con nadie, cuando DeathMask tendría que haberla estado resguardando y a lo sumo haber retenido a Saga. Ambos caballeros intercambiaron miradas y decidieron continuar, no se retrasarían buscando a DeathMask.

Los dos pequeños caballeros dorados se encontraban exhaustos, el camino a StarHill y la corta batalla contra Saga los había dejado cansados y heridos, sin embargo, sus cosmos no flaqueaban, incluso como recién nacida podían sentir el cosmos de la bebé Athena alentandolos a continuar.



Ya habían pasado unas cuantas horas. Saga se encontraba a las afueras del templo de Capricornio, consciente de que lo seguían, debía apresurarse o estaría en problemas.

Saga - Gritó Shura de Capricornio. - ¿Qué está sucediendo? Sentí choques de cosmos en Star Hill

Saga continuó caminando haciendo caso omiso a quien era su compañero de armas. Al acercarse más, Shura pudo ver que su amigo estaba diferente, su pelo se había tornado de otro color y podía sentir la amenaza en su andar.

- ¿Que pretendes Saga? - Dijo a su vez mientras instintivamente alzaba su brazo preparando a Excalibur.

- No podrás detenerme... - Un poderoso cosmos comenzó a emerger desde lo más profundo del interior de Saga.

Saint Seiya - Un Mundo Diferente (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora