El pajaro de la muerte

Injusticia.

Me encuentro regresando a la casa de la muerte, llevo dos semanas sin poder continuar con mi investigación pero esta vez intentaré interactuar un poco más con las personas del lugar.

-miren si es la señorita que esta investigando nuestra enfermedad.

-¡si, es ella!

-que bueno que alguien se preocupe por nosotros

Continúe escuchando sus conversaciones, algunas positivas y otras no tanto, pero solo tengo un propósito y es ayudarlos. Me encontré con esa sonrisa radiante de aquel hombre que me provoca nostalgia.

-¿Cómo estás?

-me encuentro muy bien,¿vienes a por más preguntas?

-si, pero dime,¿cual es tú nombre?

Su rostro se tornó pálido, creí que ya lo conocía, creí reconocer lo alguna vez, lo creí muerto.

-mi nombre es.......Saimon, Saimon Cocks.

Ahora yo era la del rostro pálido, era el doctor Cocks,¿Cómo no puede reconocer lo?

-¿Es usted científico?

-Una vez lo fui

Ya no quedaba ninguna duda, era el, era el científico que desapareció en aquel año,¿Cómo era posible? ,¿Cómo llegó a parar aquí? ,¿por qué el?, tenía tantas preguntas por hacer pero deje ésas preguntas en mis pensamientos.

-¿tal ves te preguntes como ocurrió esto?

¿lo pensé o lo dije?

-no te preocupes, todos se preguntan eso. Es algo muy importante para mi, no estoy arrepentido, estoy consiente de lo que hice.

¿su amada habrá enfermado de esto?,¿sera doloroso para él?,¿lo estoy incomodando?, ¿que digo ahora?

-Lamentó ponerlo incómodo.

-jajaja, no lo hiciste,¿quieres saberlo?

-si no es una molestia.

Su relato fue algo muy devastador, el había conocido a una pequeña niña dentro de esta casa, el estaba casado, el se había acostumbrado a la presencia de la niña, a verla, a oírla, pero cuando supo que nada más le quedaba un día de vida él quedo muy devastado ya que no cumplió la promesa de hallar la cura para su enfermedad, el se encontraba muy atormentado, no sabía como decirle a la pequeña, tan solo escucho que ella lo llamaba comenzó a preocuparse, se quedó todo el día con ella, ella reía como siempre y le decía que le alegraba haberlo conocido, llego la noche, ella le dijo:
-no te preocupes, ya lo sé.
-¿que cosa?
-moriré.
El solo agachó la cabeza, y le dijo:
-dis...culpa me, no...no cumpli mi promesa, no puede hacer lo, ¡soy tan despreciable!
Comenzó a llorar, solo pudo hacer eso mientras continuaba con la cabeza hacia abajo.
-ey, no te preocupes, algún día Dios nos hará que nos re encontremos, Dios estara a mi lado siempre, gracias por todo.
El se quitó la máscara de cuervo, la miro y le dio un tierno beso en su frente, la abrazo y le dijo que el jamás la olvidaría, ella le otorgó una sonrisa y calló dormida para siempre. Su esposa a la que él amaba tanto le dijo que ella continuaría su vida por que el ya estaba muerto, el aceptó por qué ya sabía lo que sucedería.
Mis lágrimas comenzaron a salir, pero el no podía ver las, tan solo me disculpe y le dije que volvería a ver lo el día siguiente.